Aburridísimo de tanto porno por la internec y de tanto montaje, llegó el punto en el que no se me ponía tiesa delante del ordenador con ninguna de las diversas perversidades que la red ofrece. Un drama para un amante del onanismo como yo. Tampoco irme de putis era una cosa que me excitase demasiado. No obstante cuando paseo por la calle, cojo el metro o el bus, me dan ganas de trincarme hasta a la más fea; por lo que sin darme cuenta empecé a arrimar la cebolleta a los culos que iba pillando, y a cascármela disimuladamente. He aquí donde comienza mi historia.
Yo antes era un puto aburrido de esos que se sacan un libro en el metro y se ponen a leer, sin embargo hoy en día, lo que me saco es la chorra en cualquier vagón de metro y ni corto ni perezoso me la comienzo a sacudir:115 Antes me preocupaba que se dieran cuenta, pero ya he ascendido de nivel, y ahora lo que procuro es llamar la atención de la afortunada; ¡para que se dé cuenta del buen pajote que le estoy dedicando!
Es curioso ver sus reacciones. Muy pocas ponen pies en polvorosa. La mayoría se quedan petrificadas mirando de soslayo cómo me la pelo, incapaces de huir; no sé si es por el impacto que les produce la escena, o por el morbo que les da, seguro que más de una acaba con el potorro chorreando. A otras les da la risa pero se quedan contemplando la escena. Hubo una que se quedó flipando cuando vio cómo me sacaba el manubrio, se miró las tetas a ver si se le salía alguna, y se marchó antes de que pudiera acabar la faena. A una la pillé delante de su marido y su hijo, tan sólo ella se dio cuenta pero no hizo nada por esconderse, ni por disimular el generoso escote que lucía.
La conclusión a la que estoy llegando (porque a este paso escribo una tesina), es que las mujeres no lo quieren reconocer, pero son todas putas.
Sería un buen hilo para contar experiencias, y si alguien se anima formar equipo. Mientras un par se la cascan, otro lo graba en vídeo.
Yo antes era un puto aburrido de esos que se sacan un libro en el metro y se ponen a leer, sin embargo hoy en día, lo que me saco es la chorra en cualquier vagón de metro y ni corto ni perezoso me la comienzo a sacudir:115 Antes me preocupaba que se dieran cuenta, pero ya he ascendido de nivel, y ahora lo que procuro es llamar la atención de la afortunada; ¡para que se dé cuenta del buen pajote que le estoy dedicando!
Es curioso ver sus reacciones. Muy pocas ponen pies en polvorosa. La mayoría se quedan petrificadas mirando de soslayo cómo me la pelo, incapaces de huir; no sé si es por el impacto que les produce la escena, o por el morbo que les da, seguro que más de una acaba con el potorro chorreando. A otras les da la risa pero se quedan contemplando la escena. Hubo una que se quedó flipando cuando vio cómo me sacaba el manubrio, se miró las tetas a ver si se le salía alguna, y se marchó antes de que pudiera acabar la faena. A una la pillé delante de su marido y su hijo, tan sólo ella se dio cuenta pero no hizo nada por esconderse, ni por disimular el generoso escote que lucía.
La conclusión a la que estoy llegando (porque a este paso escribo una tesina), es que las mujeres no lo quieren reconocer, pero son todas putas.
Sería un buen hilo para contar experiencias, y si alguien se anima formar equipo. Mientras un par se la cascan, otro lo graba en vídeo.