Pues así es, se trata de una chica de unos 25 años, con un piercing en la lengua, excelentes glándulas mamarias, culito respingón y cara de zampanabos.
Viene tres días a la semana sobre las 10, recién tomado el café y recién giñado, y entra en el despacho con una sonrisa lasciva y un ¡Holaaaaa! que me la pone para partir almendras sólo de verla.
Cuando me limpia la mesa se agacha de tal forma que le veo buena parte de sus tetas por el escote en pico de su uniforme verde, y cuando está fregando el suelo se inclina de tal forma que me quedo totalmente hipnotizado con su culo. En general me follaría a casi todas las chicas de la oficina, pero cuando llega esta criatura la cosa toma tintes insospechados y me tengo que bajar al bar a leerme el Marca porque cualquier día voy a cometer una locura.
¿Os pasa algo similar en vuestros trabajos?
Viene tres días a la semana sobre las 10, recién tomado el café y recién giñado, y entra en el despacho con una sonrisa lasciva y un ¡Holaaaaa! que me la pone para partir almendras sólo de verla.
Cuando me limpia la mesa se agacha de tal forma que le veo buena parte de sus tetas por el escote en pico de su uniforme verde, y cuando está fregando el suelo se inclina de tal forma que me quedo totalmente hipnotizado con su culo. En general me follaría a casi todas las chicas de la oficina, pero cuando llega esta criatura la cosa toma tintes insospechados y me tengo que bajar al bar a leerme el Marca porque cualquier día voy a cometer una locura.
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