La mía cuando se enfada lo hace en español para que me entere, y la anterior lo hacía en inglés y entendía el 100% de sus protestas. No sé de qué me estás hablando.
Ya, si la mia tiene que estar jodidamente enfadada para hablar en francés (a saber que sapos y culebras escupe en franchute en esos momentos). Si no, tiene la sutileza de tocarme los cujons en perfecto castellano, para dar cuenta de sus mosqueos femeninos. Unas veces justificados, otras no tanto, como toda mujer.
Volviendo al hilacho, según leí, juez y fiscal estaban hasta la polla de la Juani, incluído el abogado que estaba en la sala con ella. Porque el mosqueo no viene del juez con el abogado, sino del juez con la Juani, porque esta se empeñaba que le tenía que defender otro abogado que está de baja (
). El segundo abogado se ve que no tenía toda la información para preparar la defensa y es lo que le dijo al juez (o jueza, no recuerdo). Al susodicho se le hincharon los cojones porque en ningún escrito viene que uno de los abogados tenga preponderancia sobre el otro (por lo que a todos los efectos la cita de hoy era a todas válida). Resumiendo: que o la semana que viene se le cura el abogado o se le asigna uno de oficio.
¿Y quién es la que sigue aconsejando a Juani la loca? La Francisca Granados. Si es que es poco lo que se merece que le pase a ésta mujer. Por zumbada y por rodearse y dejarse aconsejar por más zumbados. Por tanto, o el spaghetti era un desesperado o esta mujer folla like a beast, porque luces, lo que es luces, no tiene.
Ah, y el pollo italiano le pide 30.000 lereles de compensación por los gastos del verano pasado.