Mi excelente mal gusto

[Victor I]

Lo sé, no está bien, no debería, y sin embargo...oh ¿como luchar contra algo que nos pertenece tan profundamente, contra una querencia tan inapropiada como inevitable? Si fuera sólo una pulsión kitsch no sería difícil justificarla con casuales referencias a una homosexualidad siempre latente, siempre palpitando y buscando salidas a través de fulares y brillantina. Pero no, es algo más, hay academia, hay museos y adláteres a millares. No es un capricho, hay técnica y sentimiento, hay un sustento teórico que da cobijo a mi pecado. El asunto es serio, está catalogado, reconocido y alentado desde los púlpitos y los pupitres. No es una falta liviana, una manía ligeramente escorada. El cuerpo del delito tiene un peso específico, hay huellas y manuales de consulta.

Más rodeos y arabescos no disminuyen mi culpa. Me abro la camisa y de rodillas confieso: Me gustan los prerrafaelitas y la pintura historicista española. Me gusta y me emocionan las esculturas decimonónicas de Benlliure y Marinas. Es recargado, excesivo y efectista. Lo sé. Es fruto de un contexto que hoy no se sostiene. No me importa. Me gusta, lo miro, observo y disfruto con agrado y emoción. Estos son algunos de los culpables. Si deseáis confesar algo, este el momento.

 

[Nueces]

Si deseáis confesar algo, este el momento.

Corría el año de 2009 de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, Madrid seguía siendo esa ciudad de más de un millón de cadáveres en donde las niñas ya no quieren ser princesas, pero había algo en el ambiente que atraía hacia la nueva Gran Ramera de Babilonia. Con Pompa y Circunstancia, Su Alteza Real el Príncipe inauguraba una exposición monográfica sobre Francis Bacon, pintor afamado entre la gente cool como yo, pues en mi entendimiento solo Picasso fue capaz de proyectarle sombra en el siglo de las Grandes Guerras.

Cogí el dirigible de las cuatro y media (GMT) y en solo dos días, maravillas del progreso, me encontré entre la ruinas sofocadas de lo que otrora fue un imperio. Presto me dirigí a la mejor pinacoteca del globo, mi impaciencia por ver cara a cara las turbadoras pinturas así lo exigía. Cómo gozaba mi vanidad al saberme mejor que todos los que no acudían a tan magna muestra. Mas pronto cundió el desánimo; para mi decepción, se había extendido el rumor de que Bacon era hype y la galería estaba repleta, no solo de gente cool como yo, sino también de vulgo. Ya no me sentía tan especial.

Apesadumbrado me dirigí en busca de Goya a por un poco de consuelo para mi aflicción. Inescrutables son, ciertamente, los caminos del Señor; de camino me encontré con una pequeña exposición que tenía a bien titularse La bella durmiente. Pintura victoriana del Museo de Arte de Ponce. Qué mejor que un poco de británico amaneramiento para templar mi ánimo, me dije para mis adentros. Allí la vi.

Sol ardiente de junio. Frederic Leighton.

Os aseguro que no hay fotografía que le haga justicia. Más allá de la adelfa, de su postura casi en forma de trisquel o de la relación entre el título, el reflejo del mar y el vestido de la doncella, lo que más me impacto fue el color. El cuadro brillaba, emitía luz cegadora, mis conos y bastones retinianos se saturaban de luz dorada y color naranja; era como contemplar el sol de la tarde. Una cálida sensación me invadió, alcanzando el sofoco cuando sentí que una ola de sensualidad se apoderaba de mí al contemplar el rostro dormido de la inocente. Aparté la vista de mi perdición y pasé el resto de la jornada meditando sobre el sentido de la vida, la muerte y la reproducción.

 

[Victor I]

Los prerrafaelitas, merecidamente despreciados por místicos y monacales, tienen una capacidad inmoral de azuzar nuestra psique más profunda, involucionarnos hacia lo pueril y lo mágico, hacia lo carnal y fluorescente. Que inquietante, que sobreactuado, que ganas de pulir la armadura y la túnica sagrada. De propina una escultura durante años me acompañó cada mañana caminando por Ciudad Universitaria

 

[ilovegintonic]

Pues a mí todo esto que habéis comentado me ha gustado siempre y de toda la vida. No le veo el mal gusto por ningún lado a nada de lo que habéis expuesto, y sí arte.

El otro día apareció como por ensalmo en mi Whatsapp el teléfono de una ex novia, la que tenía cuando me registré en este foro. Será que no ha tenido Whatsapp hasta ahora o yo qué sé, tampoco he hablado con ella (salvo un día que me la encontré en la calle) desde que se acabó lo nuestro, pero tiene -para mi sorpresa- este cuadro de imagen de perfil. Si me lees, hola, Inés, soy yo.

 

[Victor I]

Pues a mí todo esto que habéis comentado me ha gustado siempre y de toda la vida. No le veo el mal gusto por ningún lado a nada de lo que habéis expuesto, y sí arte.



El otro día apareció como por ensalmo en mi Whatsapp el teléfono de una ex novia, la que tenía cuando me registré en este foro. Será que no ha tenido Whatsapp hasta ahora o yo qué sé, tampoco he hablado con ella (salvo un día que me la encontré en la calle) desde que se acabó lo nuestro, pero tiene -para mi sorpresa- este cuadro de imagen de perfil. Si me lees, hola, Inés, soy yo.

Si le preguntas la ínclito Greenberg o a la mismísima Azu, musa de más de un forero en este nuestro sacrosanto lodazal, apuntará con su nariz hacia el cielo y con la muñeca desmayada te apartará como a un leproso. Yo que soy grecolatino perdido, amante de la contención, el equilibrio y la armonía, que los únicos excesos que me permito son los propios del arte helenístico y los escorzos manieristas, encuentro demasiado colorido, demasiado dramatismo forzado, es todo tan romántico y desmedido, que lo observo y lo gozo con un sentimiento de culpa. Insisto, es como el kitsch pero con mejor envoltorio.

En cualquier caso, entrando ya en el siglo XX, vamos con un par de italianos, ajenos también ellos a los tratados de Vitrubio y a las loas de Winckelmann hacia la sobriedad de los griegos.

 

[Nueces]

Sin los Prerrafaelitas no habríamos tenido elfos de la Tierra media, senadora Amidala o damas de Juego de Spoilers. Su estética está presente por doquier, incluso esta petarda se presta a ello:

Como ya sabéis, vivimos una época barroca y decadente, sumamente femenina, de la que ruego que esta crisis material sea su culminación. Espero que tras ella vuelva el amanecer del hombre, coincidiendo, como no puede ser de otra forma, en que ese hombre ha de ser grecolatino o no será. Mientras tanto, aprovechemos para disfrutar también la inocua sensualidad del Rococó.

 

[Victor I]

Sin los Prerrafaelitas no habríamos tenido elfos de la Tierra media, senadora Amidala o damas de Juego de Spoilers. Su estética está presente por doquier, incluso esta petarda se presta a ello:

Como ya sabéis, vivimos una época barroca y decadente, sumamente femenina, de la que ruego que esta crisis material sea su culminación. Espero que tras ella vuelva el amanecer del hombre, coincidiendo, como no puede ser de otra forma, en que ese hombre ha de ser grecolatino o no será. Mientras tanto, aprovechemos para disfrutar también la inocua sensualidad del Rococó.

Cuidadito con el Rococó, que hay cuadros de Boucher que dan para media docena de pajas. Tengo la intención de abrir un hilo sobre arquitectos españoles que merecen nuestra loa, tipo Felix Candela, Palacio o Torroja y otro con aquellos cuadros que nos ponen contento el tiburón. De momento, nuevamente, con cierto pudor por caer rendido ante estos encanto, aporto los más aprovechables del pintor francés.

 

[Nueces]

Cuidadito con el Rococó, que hay cuadros de Boucher que dan para media docena de pajas. Tengo la intención de abrir un hilo sobre arquitectos españoles que merecen nuestra loa, tipo Felix Candela, Palacio o Torroja y otro con aquellos cuadros que nos ponen contento el tiburón.

Vamos, vamos, contened la lascivia de vuestros ojos y no atribuyáis a los pigmentos la causa de lo que mora en vuestra alma. Sin embargo, esta escultura está cincelada por el pecado:

Observad el rostro, como se complace en las redondeces de su forma, exultante de quien se sabe poseedora de un arma de destrucción masiva. Somos hijos de la maldición de Paris.

 

[Victor I]

Vamos, vamos, contened la lascivia de vuestros ojos y no atribuyáis a los pigmentos la causa de lo que mora en vuestra alma. Sin embargo, esta escultura está cincelada por el pecado:

Observad el rostro, como se complace en las redondeces de su forma, exultante de quien se sabe poseedora de un arma de destrucción masiva. Somos hijos de la maldición de Paris.

¿Es de Canova la moza? No tengo el gusto pero si el interés. Mi aportación para la paja de hoy esta señorita que con un maravilloso escorzo nos busca y nos provoca. Lo sé, los de LLadró estarían encantados de hacer una miniatura y vender varios billones de unidades a esos reyes del bueno gusto que son los norteamericanos.

Siguiendo por el mal camino, sin intención de enmendarme, de mi excelente mal mal gusto, traigo varios ejemplares que merecen un clavo y una pared en nuestra galería de los pecados inconfesables.

p.d. Los dos primeros del Repin me van a costar un disgusto...:D. Creo que fuiste tu Nueces, quien una vez alabó el de Ivan el Terrible desencajado después de haberle dado matarile a su heredero.

 

[Nueces]

¿Es de Canova la moza? No tengo el gusto pero si el interés.

Es una copia romana de un modelo helenístico, se la conoce como Venus Calipigia (de bellas nalgas). Está en el Arqueológico de Nápoles. Hay varias esculturas diferentes, copias posteriores. Es una pose habitual de las zorrupis para las grandes ocasiones.

Spoiler

p.d. Los dos primeros del Repin me van a costar un disgusto...:D. Creo que fuiste tu Nueces, quien una vez alabó el de Ivan el Terrible desencajado después de haberle dado matarile a su heredero.

Estás subiendo el listón, permíteme que siga con mi vena erótico-festiva. No, no fui yo, pero ese cuadro mama clarísimamente de Saturno devorando a un hijo de Goya. Como decía, y siendo esta la casa que es, una obra particularmente inquietante:

Hermafrodita dormido. También del periodo helenístico. La primera es la copia romana que se conserva en Roma.

 

[cuellopavo]

 

[ESCUDO]

Siempre me han gustado los prerrafaelistas, pero no estoy de acuerdo con Victor en lo de relacionarlos con el término Kitsch, para nada, es algo completamente diferente.


Como Nueces, yo también estuve en la exposición del Prado sobre aquéllos, y si el Sol ardiente de junio me maravilló El sueño del rey Arturo en Avalon de Burne-Jones me produjo una fuerte impresión:

Hay que estar delante de esa pintura que ocupaba toda una pared del museo para saber de lo que hablo, más de veinte años trabajó el pintor en ella, y murió sin poder acabarla.

Semejante nivel de compromiso con el arte pasó a la historia, sólo hay que ver lo que se crea y promociona hoy en día.

 

[ESCUDO]

Los prerrafaelitas, merecidamente despreciados por místicos y monacales, tienen una capacidad inmoral de azuzar nuestra psique más profunda, involucionarnos hacia lo pueril y lo mágico, hacia lo carnal y fluorescente. Que inquietante, que sobreactuado, que ganas de pulir la armadura y la túnica sagrada. De propina una escultura durante años me acompañó cada mañana caminando por Ciudad Universitaria

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Cuando la vi en la Tate la primera impresión fue la de "¡qué cuadro más pequeño!, casi de decepción, pero eso pasó pronto para dejar paso a la admiración.

Millais captó como nadie lo que Poe definió como el tema más poético del mundo: el de la muerte de una mujer hermosa.

En el mismo viaje a Londres visité la tumba de Elizabeth Siddal, que está en el cementerio de Highgate, se podría hablar incluso de cementerio de atmosfera prerrafaelista.

 

[Victor I]

Nueces ,cuando estuve en el arqueológico di Napoli ni me fijé en las nalgas de la señorita, como buen helenista pretencioso que espero ser dentro de 100 años, busqué la belleza en los torsos desnudos y los penes al viento de Los Tiranicidas, y sobre todo en la bravura desatada del Toro Farnesio. Las mujeres por impuras e indignas, merecen siempre una atención carnal y no artística.

Para no entrar en litigios, siempre amistosos, con Escudo, dejo de lado mi amor-odio por los prerrafaelitas y cargo ahora contra la Sezession vienesa. Hay más, pero estos son dos mis horrores favoritos. No puede ser, no hayninguna razón, y sin embargo es, gusta, enamora y uno se queda mirando buscando la causa de este amor.

 

[Burócrata]

Muy lejos del mal gusto se sitúan los bustos de dioses, héroes y emperadores que griegos y romanos acuñaron en sus monedas durante más de mil años.









A mil jodidas millas del mal gusto se encuentra, por ejemplo, este tetradracma ateniense que quizás acogiese la firme mano de Pericles o la de Platón en algún momento de sus vidas, y en el que algún desconfiado habitante de la polis descargó su cuchillo sobre la lechuza de Atenea del reverso para comprobar si en verdad era de plata y no le daban gato por liebre.











O estos decadracmas algo más tardíos atribuidos a los renombrados grabadores de cuños Kimon y Euainetos, probablemente para pagar los servicios de mercenarios al servicio de los buenos y nobles habitantes de Siracusa, y de los que no hace falta decir una palabra más para añadir belleza a su presencia.












A pesar de ser unos siglos más moderno tampoco hay rastro de mal gusto en este sestercio de Calígula, superviviente del damnatio memoriae impuesto tras su muerte por considerársele un espíritu demasiado libre, un proto-Cáncer de Colon al que quisieron arrebatar su puesto en la historia a causa de los celos y la envidia. Esta se salvó refugiándose en algún tesorillo enterrado hasta que pasara la tormenta.







Nada se le puede reprochar tampoco al busto de Nerón reflejado en este aureus, pues hace gala de gran arte y estilo, y al mismo tiempo nos habla de las costumbres poco saludables del emperador que, desconocedor aún de las virtudes de una buena dieta cetónica combinada con mamadas a mi vecino, pretendió en vano vincularse en el reverso con quien de bienestar pudiese proveerle.






Por muchos ejemplos más que se den no se hallará mal gusto en ninguna de estas monedas, a no ser quizás en alguna consagrada a Príapo que algún grabador amateur perpetrara con sus compañeros, punzón en mano, durante una noche de vino y prostitutas con objeto de hacer chanza.


Ajenas y libres de sospecha, pues, de cualquier tipo de mal gusto, estas pequeñas obras de arte tienen sin embargo que soportar el miasmático hedor del ambiente al que se han visto abocadas milenios después de su nacimiento. Y es así porque hordas de indeseables trafican con ellas, las mancillan con sus sudorosas manos como si fuesen estampitas de mongólico a los aledaños de la estación de Atocha, convertidas en cromos para adultos con trastorno obsesivo-compulsivo a precios que harían que cualquiera de estos auténticos Aldeanos del buen gusto miraran de soslayo y con desprecio la gráfica del día de cotización del oro en la bolsa de Londres. Se da el triste caso de que enn nuestros días los más zafios e indignos pretenden elevarse por encima de su pleveya condición poseyendo los otrora objetos de colección de reyes y emperadores.


¿Acaso emplean esos denarios para traficar con gladiadores o siquiera adquieren un bonito kýlix durante una plácida tarde de hecatombeón en el ágora por unos cuantos dracmas? No, las adquieren para atesorarlas, apilarlas, humillarlas amontonándolas en un sucio cajón forrado del más barato de los terciopelos, sin compartir su belleza con nadie, porque son suyas y se las follan cuando quieren, ¡qué digo suyas!, mías, sí, porque también son mías. Mías porque yo lo merezco, yo no soy como ellos, yo sé cómo apreciarlas, sopesar el valor que poseen a múltiples niveles, con cariño y ternura, como si de pendentes testículos papales se tratara. Son mías y están guardadas donde nadie sino yo, solo yo, ni tú ni nadie, podrá encontrarlas nunca .



Y es así, a costa de seres tan inocentes y puros como lo son estos pequeños y patinados pedazos de metal, como rindo pleitesía al mal gusto, encarnándolo en mi propia persona. Puede que no esté bien, pero son mías y de nadie más.

 

[Victor I]

Si Burócrata, si, soy una puta perra envidiosa. Soy una maricona histérica con el rimel desbordado. Me muerdo los nudillos y me lagrimean los ojos de rabia. Busco en Clunia, en Cáparra y en Tiermes los restos descuidados por algún arqueólogo, el brillo entre la ceniza y la ruina, el óbolo que durante siglos fue de mano en mano hasta volver a la tierra. Llevo años suspirando por tener entre mis manos lo mismo que tuvieron los clásicos entre las suyas. En e-bay son todas falsas. ¿Visitar a un anticuario? ¿A que precio, en que condiciones, con que garantías? Lo que yo quiero es "un feliz hallazgo" que la mala suerte de su antiguo dueño sea mi fortuna.

 

[Burócrata]

Tan sana actitud te honra aunque te veas obligado a adoptarla contra tu voluntad. No me refiero, claro, a la pueril pataleta del que no puede alcanzar lo que no está destinado a ser suyo, sino al legítimo deseo de conseguir el ansiado tesoro sin esfuerzo alguno, gracias a la mala suerte del pobre desdichado que extraviara el, probablemente, humilde bronce destinado a la alimentación de sus escuálidos bastardos.

Sin embargo si por alguna contingencia de la vida tu ánimo de espíritu se viese quebrado en algún momento en relación a tan estricto mandato arqueológico-moral, dígase un euromillones o un braguetazo con alguna joven suiza de generosas ubres y aún más generoso padre banquero, o quizás con su hermano, por lo que leo más arriba, si ocurriese algún acontecimiento de dicha índole, digo, espero que mi perorata contra los coleccionistas no te amedrente lo más mínimo, como seguro estoy de que no lo hará, y te gastes unos cuantos cientos de miles en poseer el denario que conmemora la muerte de César a manos de Bruto o algún decadracma con la bella efigie del inmortal Alejandro.

 

[Mongüiver]

Soy Mongüiver y sobro en este hilo, lo sé, presento mis disculpas y procederé a beber la cicuta que impida mi posteo futuro aquí.

Algún afectado por trisomía del par 21 tagueará sobre mi sobrescencia en el Phoro completo, pero, con ello y con todo, en este hilo no puedo dejar pasar elementos que, sin ser estrictamente artísticos, son flor y nata, crema e hidromiel de la producción exuberante del idioma. Y me refiero a la productividad idiomática del sistema socialista (en especial el soviético), a la hora de ornamentar con circuloquios (¡NECESARIOS, OJO!), los nombres adscritos a todos y cada uno de los elementos administrativos que servían al pueblo, alienado o no. Curisamente supieron extrapolar este alambicado sistema nominal a las imposibles formas de las gorras de la Oficialidad.

Spoiler

De hecho, el proceso onanista en la lectura de los sintagmas se multiplica si se lee la descripción en lengua rusa.

Así, el sistema bolchevique nos ha legado rimbombantes:

Narodni Komissariat Prosveschéniia (po Proveschéniiu)
Народный комиссариат просвещения
Comisariado Popular para la instrucción Pública

Народный комиссариат внутренних дел
Narodnyy komissariat vnutrennikh del
Comisionariado del pueblo para asuntos internos.

Комитет Государственной Безопасности
Komitet Gosudárstvennoi Bezopásnosti
Comité para la Seguridad del Estado​

Сою́з Сове́тских Социалисти́ческих Респу́блик
Soyuz Sovétskij Sotsialistícheskij Respublik
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

Comisario del Pueblo para la Marina

Росси́йская Сове́тская Федерати́вная Социалисти́ческая Респу́блика, РСФСР
Rossíyskaya Soviétskaya Federatívnaya Socialistícheskaya Respúblika, Rossíyskaya RSFSR
República Soviética Federativa Socialista de Rusia


GULAG

Glávnoieupravlenie ispravítelno-trudovyj lageréi i koloniy
Главное управление исправительно-трудовых лагерей и колоний
Dirección General de Campos de Trabajo

Kommunisticheski Soyuz Molodiozhi
Коммунистический союз молодёжи
Unión Comunista de la Juventud

Soviet narodnykh kommissarov (Sovnarkom)Совет народных коммиссаров (Совнарком)
Consejo del Comisariado del Pueblo

Belomorsko-Baltíyskiy Kanal ímeni Stálina,
Canal Mar Blanco-Mar Báltico en el nombre de Stalin​

Y así, cientos de subsecretarías, comisariados, oficinas especiales...

 

[Burócrata]

Soy Mongüiver y sobro en este hilo,

Pues donde si no vas a estar mejor integrado que en este hilo. Yo me arrimo a ti aquí y ahora para compartir tu ensimismamiento por esa estética al más puro estilo InSoc y por la neolengua que la acompaña.


Más alto y con más razón aún que con los elitistas cromitos de la antigüedad puedo decir que encarno bajo mi piel el mal gusto con esta otra enfermiza afición.

Me mola lo heavy, lo gótico bien recargado de mierdas horteras como dragones y todo el rollo. No en vano fui a la boda de mi padre con mi camiseta preferida de los Heaven's Gate, aunque no pueda atribuirme puntos extras de mal gusto por esa hazaña ya que no fue premeditado ni por mi culpa. Al menos no me los hago en color. Todavía. - Vente tío, que me hago un Gandalf en la chepa, pero me da un poco de canguelo - Pero qué dices payaso, cómo te vas a hacer esa mierda... Y ya que estaba por qué no iba a dejar que un mejicano con lupos de 8 dioptrías en cada ojo me hiciese vibrar a mí también la caja torácica cada vez que surcaba mis costillas con su, a la postre pero no del todo claro en ese momento, aguja exenta de hepatitis. Y así se empieza. Y cuando se mete el pie ya es mejor seguir hacia delante para no quedarse atascado en mitad de ninguna parte dentro de las aguas movedizas del mal gusto. A día de hoy ya no hay salida posible, me hundo lenta e indeleblemente, con el puño en alto, índice y meñique extendidos, mientras me cago en todas las putas madres de los así declarados abiertamente como enemigos del auténtico metal.

FOREVER CARRY ON, HERMANOS :_)

 

[Victor I]

En este caso el mal gusto no fue mío, sino de quien echó abajo esta maravilla de hormigón armado y concatenación espacial. Parece que no es nada, un espacio vacío y ondulante y sin embargo es todo tan perfecto, armónico, fluido. Ya no existe, y el padre de Ana Torroja, que Dios le tenga en su gloria, que firmó esta obra y unas cuantas más que el valieron ser ennoblecido por el Caudillo, levanta ahora castillos de arena en las playas celestiales.

Esta tarde entro a fondo con Felix Candelas.

 

[Burócrata]

Primoroso.


Falta un tal Félix Candelas aquí.

 

[Victor I]

Primoroso.


Falta un tal Félix Candelas aquí.

Falta Felix Candelas, pero falta algo más decisivo, cumplir la palabra dada y esa es una falta que nadie va poder echarme en cara. Con retraso, quizá no sólo cronológico, cumplo lo prometido, traigo a un genio, a un a talento sobrehumano al que le pedías que te construyera una iglesia y plantaba un libélula.

 

[Burócrata]

Esas etílicas lineas de fuga que vierten fluorescente divinidad sobre el extasiado receptor de la obra del gran Félix Candelas conducen mis pensamientos hacia otra clase de seres sobrenaturales.







Tan lánguida, tan distante... Esa mirada condescendiente que te pone en tu lugar, puedes amarla, sí, pero de lejos, con desesperante anhelo, como si de una Galadriel que ha sucumbido a la tentación del anillo se tratara. Sin artificios, desnuda, esta soy yo, aquí estoy, me aceptarás tal y como soy porque yo seré lo que tú quieras que sea. Píxeles gordos como siluros invasores que difuminan pequeños rastros de humanidad para exhibir una belleza más etérea, más cruel, más dueña de tu sufrimiento.


No es el buen gusto en lo referente a las mujeres un rasgo de identidad destacable entre los que por aquí suelen moverse, y en este remanso de tranquilidad la aposento para deleite de quien comparta conmigo el alelante éxtasis que su visión provoca a cualquiera que sepa verla a través de los temblorosos y resignados ojos de quien llegó demasiado tarde para chapotear en su lodo y ahora maldice y reniega de su mala fortuna.

 

[Victor I]

Laura es bella, magnética y siempre inaccesible. Podemos cuestionar sus métodos, sus querencias y la servidumbre que genera, pero no que merece una estricta unanimidad acerca de las evidencias que la adornan. Yo hoy vengo con los recuerdos de mi época universitaria, recordando las dos orillas de la Carretera de la Coruña donde podemos encontrar varias joyas que seguramente no merecen el consenso que en cambio Gina Gross si que se ha ganado.

Museo del traje.

Museo de America

Casa do Brasil

Instituto del Patrimonio Histórico Español-La Corona de Espinas