AhoraEsEM rebuznó:
Despierte, el efecto retardado de las drojas no le deja elucubrar con claridad. Si su perro muerde a alguien, la culpa es del perro y de usted, no del que se ha dejado morder o ni siquiera era consciente de que iba a ser mordido. El perro (ella) es el agresor; usted (el dueño del perro) no ha controlado bien al animal, que podía ser peligroso, y la víctima (el que se acuesta con la perra) sólo ha sido alguien que circunstancialmente se ha puesto en el camino (equivocado o no) y se ha dejado clavar los dientes hasta el glande, pero no culpe a la víctima de ponerse delante de un perro mal adiestrado, asesino, carnívoro y de un puterío que roza el infinito.
En este asunto no pretendo tener razón.
Estoy seguro de que lo más eficaz es mandar a la interfecta a la mierda, olvidar el tema cuanto antes y vivir la vida como si nada hubiera sucedido. Que quede claro esto.
Pero yo soy incapaz. Igual que soy incapaz de que alguien me toque el claxon sin un motivo de peso y no cabrearme, soy rencoroso, pendenciero y con muy mala baba cuando me tocan el orgullo. Y el orgullo es útil a veces, pero es una rémora y una estupidez cuando es la única razón para hacer algo.
No he querido decir en ningún momento que yo perdonase una infidelidad así de flagrante, sin dudarlo un segundo me desharía de ese trasto que ya no me sirve como de un plato en el que ha escupido un presidiario. Pero, insisto, la falta de respeto del tercero es desmesurada. Lo sé porque yo he sido ese tercero y sentí una mezcla entre desprecio y burla por el cornudo, porque se lo olía, decir que lo sospechaba es quedarse muy corto, pero no emprendió la acción, no se atrevió jamás a amenazar siquiera a su amada con encontrarme y matarme.
Cada quién tiene lo que se merece. Si consientes lo que te pasa, TE LO MERECES. Si lo evitas o lo enmiendas, aunque sea matando a la reputa que los parió a todos, te construyes un poco de respeto que los demás deberán tener en cuenta.
Tal vez hablen mis raíces mediterráneas y la tendencia a actividades mafiosas de mi patria chica, pero me han educado así y así me ha ido mejor que bien en este sentido.