Mi primer hoyo y no sé qué más hacer con mi vida!!!

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Nikoro
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A mi lo que me sorprendió y casi me deja eunuco es la primera vez que me la chuparon, bueno, y cada vez que he estado con alguna felatriz inexperta en semejantes lides.

En mi primera mamada, la chavalica se mete en la boca mi erecto miembro de 12,5 cm, y aquello era un infierno de dientes, yo retorciéndome como si tuviera parkinson global, como si me estuviera dando un marichalazo ahí en medio, mientras yo emitía quejidos y suspiros como si fuera un puto cantaor. La tipa me preguntó que qué me pasaba, y yo, por no parecer poco caballeroso, le dije "ooo, como me gusta", y la tía ahí dándole que te pego. Yo pensaba que me quedaba sin capullo. Lo bueno, es que duré como un hijo de puta, porque quién coño se iba a correr con semejante guillotina en la puta boca. Joder que daño.

La experiencia me enseñó que al mínimo contacto con los dientes, se le coge del pelo y se les dice: "e puta, cuidado con los dientes, que esto no es un frigo dedo ni un camy de limón, es un cipote, y como tal debes respetarlo y benerarlo". Y mucho mejor, lo pillan a la primera.
 
Nikoro, descríbanos con más detalle cómo era esa furcia, a nivel físico, incluyendo olores.
No le pongo rostro, no me acuerdo en absoluto, sin embargo, si recuerdo que iba pintada como una puta reputa, de las de comedia barata,
también el cuerpo, de mujer currada, igual no tenía más de 50, pero para un crío, aquello era una bisabuela, pelo rubio, de peluquería de rulos.
Y el olor, ese olor a laca , sobaco, orín y a pozo, que es ese tufo que emana un viejo en un ascensor cuando abre la boca, a perdición y temprana muerte.

Pero lo que si recuerdo, es ese papo, mi primer papo, ya de por sí, son feos de cojones ,donde se van a comparar con un buen rabo de shemale, valgame dios.
Ya lo comenté, morado, arrugado, mil veces peor que el ojo de Sauron, eso sí que me impactó.

Hoy, la vería como una Milf apetitosa, con 2 tetas preparadas para una buena cubana.
Seguro que he toreado con algunas mucho peores que ella, hace poco ..... , nada, no he dicho nada.

Aquel día, gasté 400 o 1400 pelas, mi inocencia , y gané un potorro que a veces se me aparece en sueños.
 
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Yo también recuerdo pensar eso de " así que esto es follar?" No con decepción ni nada, solo recuerdo pensarlo.
Yo pensé "Vaya, estoy follando", con una mezcla de incredulidad y frialdad, mientras miraba mi polla entrar por primera vez en el pelúo coño de la primera tía con la que salí... cuando ya hacía varios meses que no salía con ella :lol: Cuando estuvimos saliendo de follar ni hablar, en cambio: me iba yo a mi casa cada vez que quedábamos con un dolor de pelotas que me impedía andar. Qué horror. Qué horror y qué no daría yo por volver a aquel entonces.

Copia pega de mi primera vez, que ya había un hilo igualico

Yo follé por primera vez con la segunda novia que tuve, a los 18 años. Con la primera novia hice de todo pero meterla en caliente no pudo ser ya que cuando no era ella por tener el coño más seco que el salar de Uyuni, era yo que se me bajaba la polla a la velocidad de la luz al ponerme condón.
Así que nada, ejercí de buen pedófilo y cuando tenía 18 años empecé a verme con una de 15. Una tía de escándalo, la verdad. La tía más buena con la que he estado. Ya habíamos hablado de este tema y ella me dijo que había perdido la virginidac a los 14 con su por aquél entonces novio de 25 años. Yo, por vergüenza de reconocer que solo me había follado a la almohada, me inventé un montón de relaciones sexuales completas.
Empezamos en mayo y recuerdo que ella venía a verme a la facultac después de los exámenes y nos quedábamos hasta la noche donde nos poníamos finos a sobeteos. Si me pilla un tiempo después me la hubiera llevado a mí amado parque del oeste y me la hubiera follado detrás de un seto pero por aquél entonces era tonto y cortado como buen forero.
Ella vivía en las rozas y yo en Coslada y ambas casas no estaban disponibles para el folleteo. Ni coche ni hostias había. Un día estábamos hablando de la infancia y le comenté cosas del pueblo de mi madre y a ella se la encendió la bombilla de ir allí.
Organizamos el viaje para el finde siguiente. Me pasé el viaje en bus al pueblo deseando que el bus se estrellase o que yo me muriese o algo. Estaba nerviosísimo y que ella hubiera follado un año entero con un tío de 25 no ayudaba.
Llegamos allí y estábamos en la cama dándonos el palo y zas! Se quitó el sujetador con una maestría inigualable. Al verla en tetas casi me revienta la puta cabeza de nerviosismo. Me era imposible dar el paso de follar, estaba paralizado. Yo haciéndola un dedo mientras la comía las tetas pero con la cabeza ida pensando en comer huir de allí y ella gimiendo. Pues con este cuadro de repente me levanté de la cama y dije de irnos a dar una vuelta para enseñarla el pueblo. Ella con cara de pero qué coño le pasa a este subnormal y yo con risitas nerviosa diciéndola que si jeje que la voy a enseñar un lugar donde de pequeño me iba a tirarle piedras a las ovejas.
A la vuelta de ver a las ovejas ella debía de olerse el pastel y me sugirió comprar ingentes cantidades de vino. Nos fuimos a casa a beber y cuando la cosa volvió a ponerse turbia y siendo ya la 1 de la madrugada, dije de ir al campo a volver a ver a las ovejas. Ella, resignada y aunque puso algo de resistencia, aceptó ir a ver a las ovejas. Sugirió echar todos los alcoholes que había por la casa mezclados en nuestros calimochos por lo que a la llegada para ver a las ovejas yo llevaba una borrachera como un camión.
Cuando estaba yo tirando piedras a las ovejas e insultándolas ella me hizo una especie de llave de judo y, como años antes hizo mi hermano, me quitó los pantalones mientras me tenía amarrado y se metió mi polla hasta el galillo. Hice un par de amagos de irme pero ella me decía que de ahí no se iba nadie. Dije que no llevaba condones y ella se sacó del calcetín un par. Se me puso encima y aquello entro como cuchillo en mantequilla. Qué suavidad, qué coño lleno de humedad. Gracias a que tenía un porcentaje de alcohol en sangre elevadísimo duré más o menos 45 segundos. Cuando solté mi bufido final ella soltó un incrédulo ¿ya? Se sacó mi polla de su cuerpo y con una profesionalidad que me indignó, hizo un nudo al condón y lo mandó a tomar por culo.
De camino a casa me iba diciendo que este había sido el primer asalto y yo, ya más relajado, dije que estaba preparado para darla 1 minuto de placer más en cuanto llegasemos. Por supuesto al llegar a la casa me dormí como un bendito.
Al día siguiente me desperté con mi polla metida en su boca y cuando me iba a correr se lo advertí y ella dijo " pues córrete en mi boca". Así hice y ella se lo tragó, cosa que solo pensaba que hacían las actrices porno así que en cuestión de horas follé por primera vez y empecé a ser consciente que estaba con un auténtico putón de merendero.
Y así follé por primera vez, amigos, entre balidos de oveja, olor a excrementos y piedras clavadas en mi culo.

No recuerdo la historia, pero desde luego es absolutamente memorable. Grandísimo.
 
Año 83, calle del barco en Madrid, serían las 8 de la tarde de un frío día de febrero. Momentos antes un amigo imaginario había venido a mi casa diciéndome que cogiera mil pesetas que nos íbamos de putas. Yo, que hasta entonces sólo había morreado y tocado tetas y deseaba fervientemente follar, no dudé en robarle un talego del monedero a mi madre y salir disparado a montarme en el Copa Turbo de mi amigo. Elegimos a la puta en plena calle y subimos hacia el piso.

A partir de ahí experimenté por primera vez en mi vida lo que yo denomino "mareos de salidez", que podríamos compararlos con lo que viene a ser el síndrome de Shendal o Escaldan o como MIERDA se escriba. Notaba sofocos, pulso acelerado, sequedad en boca, pequeños temblores y mareos...todo ello ante la sola idea de que iba a follar, pero iba a follar seguro porque había pagado. Qué salidez.

A medida que la puta avanzaba por la maltrecha escalera hacia el piso mi salidez aumentaba en progresión geométrica. Yo iba detrás viendo aquellas piernas al aire, aquellos olores a edificio antiguo y perfume barato...todo aquello me excitaba, lo cutre en el sexo me ha excitado siempre.

Cuando entramos al piso le pagué a una madame de esa "1000 y 300 la cama", tal como me había anunciado la fulana antes de subir y nos fuimos a la habitación recorriendo un interminable pasillo en el que yo ya no podía más, se acercaba el momento de FOLLAR y yo iba cocido de deseos.

Ya en la habitación pues la parafernalia propia de la época: nos ponemos en pelotas, yo palote perdido, me tumbo en la cama y me la empieza a sacudir. Instantes después me invita a penetrarla y yo procedo. Aquello fue la hostia, qué gusto me dio, yo ahí bombeando y notando el coño húmedo y un gusto de la hostia. No me estaba pajeando no, estaba follando, joder qué gusto me daba. Creo que no tardé ni dos minutos en echar el grumo. La postura la del misionero por supu.

Y ésta es mi mierda de historia.
 
Mi primera vez fue en verano de 1995, creo que a una edad algo tardía ya que el sexo realmente NUNCA ME HA GUSTADO. La chica era una prima de un amigo que vino a pasar unos días a Málaga, nos gustamos en reciprocidad relativa y empezamos a salir. Ella, sino recuerdo mal tenía 17 años y decía, mentía de que era virgen, sí ya, me Lol trololó.
Al poco, vino una amiga suya que tenía un apartamento en Torremolinos. Después de una noche de marcha callejera y cocido en alcohol nos fuimos a la cama y me puso la mierda de la goma, al meterla no sentí absolutamente nada. Movimiento pélvico en modo desgano ulterior. Así que cogí e hice como si me corriese y listo, a dormir.
A la mañana se volvieron para Madrid las dos y las pocas semanas terminamos por teléfono de la compañía Telefónica sita en la esquina de mi casa. Todo un win-win.

Como mención extra grado I. Cabe mencionar que tengo vídeos suyos en VHS en los que sale en bolas.

Como mención extra grado II, a los 2 años conocí a otra chica en la que los dos íbamos del mismo palo. Nada de agobios sexuales, prisas y mentiras. Creo que lo hicimos por primera vez a los 6 meses de estar de novios. Todo fluyó de una manera correcta y con ella sí estuve bien. Por eso duramos 7 años.
 
El día que me estrené también fue un poco porque no sabía donde meterme. Había sido el funeral del padre de un amigo, al que no asistió el hijo, que apareció más tarde con un coche robado y un ciego del copón. Me quedé con él por compasión y se me pasó el tren a mi pueblo, con lo que me quedé a su merced.

Curiosamente era 22 de mayo, día de mi 16 cumpleaños. Yo estaba enamorado de una chica mayor que me toreaba y mi amigo, que conocía la situación, me llevó engañado a un pequeño puti que había allí.

Había 3 putas en el antro, una de gafas que pasaba del tema, una negra gorda de unos 100 kg y la mía, que era la única que valía algo.

Mi amigo Zapata, famoso delincuente de la zona inicia el diálogo con la ballena negra del National Geografic:

- Hola, ¿no te acuerdas de mí?.
- No, ¿debería?
- Sí, yo venía aquí con mi padre.
- ¿Y dónde está tu padre?.
- Lo acabo de enterrar hoy.
:face::shock::lol::121::flipao::121turbo::pringui::137:

Hubo un silencio interminable, la negra se quedó blanca y yo hice lo único que podía hacer, entrar con la chica.

Tendría unos 30, aunque a mis 16 recién cumplidos me parecía una mamá. La chica era mulata y me trató muy bien, me dijo lo típico de las putas de por qué iba allí siendo tan guapo, no me creo que seas virgen, vaya pollón... En ese momento me sentí muy halagado.

Me costo trempar porque era un crío y habíamos bebido después del funeral y Zapata me había puesto los primeros dos surcos de speed de mi vida. Eso sí, cuando se me puso dura le di unos zurriagazos de miedo, creo que ella se corrió porque su coño parecía un bebedero de patos. A mi me costó más, me tuvo que quitar el condón para acabar en su boca. Creo que estuvimos sobre una hora.

Aunque el polvo estuvo bien, no sé, me esperaba más. Luego con los años vas mejorando. @Cenobita vete de putas.:3:
 
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Pero cuenta más, ¿manchó de sangre? No lo has comentado, eso es que no, por lo que no era virgen y ya no tiene encanto la cosa.

Me dijo que era virgen, en el preservativo (los compró ella, un paquete de 50, la hostia, eran como de marca de farmacias o algo así, los que reparten en Cruz roja en carnavales y eso) había sangre después, y en mis pendejos, le pedí perdón, pero me dijo que no pasaba nada, que al principio dolió y después no, que le gustó.

Gritaba mucho mientras los hacíamos, y la verdad que lo hicimos un montón, en poco tiempo gastamos los 50 (3 semanas o así) después ella se fue a vivir a las Españas. Esas tres semanas que vivimos ella en casa de su amigo marica y yo pegao a ella como una lapa, casi todo el día y todos los dias juntos, ella despidiéndose de todo dios.

Aguantamos como 6 años de relación a distancia, pero muy mal, al final éramos unos hijosdeputa el uno con el otro.

Pero esas 3 putas semanas fueron el mejor despertar sexual.

Te quiero Verruga.
 
Estos es de la primera vez que se metió en caliente o de flirtear con el submundo puteril? Da igual, cojo la segunda segunda opción porque la primera fue muy anodina.

Lo mío fue un tiro al palo. Porque todavía no había metido en caliente y las novietas que tuve hasta entonces eran castas como monjas

17 años, casi para 18. Los colegas con más edad, 19 años tenían coche. Después de beber brebajes infames y comer pipas saladas como un talaverano en un parque, el del coche dice de ir a la Casa Campo a putiñear. Yo como Apofis (joder debemos tener algún lazo de sangre o somos almas gemelas) me puse nervioso como un subnormal e intentaba hacer comprender a los demás que no era una buena idea.

Nada, fuimos con un 1430 blanco que sonaba como un diablo, la sonoridad del vehículo era inversamente proporcional a su velocidad.

Yo llevaba 1000 pesetas si es que llegaba. El conductor quería pasar por donde las negras. Ahí ya me quedé petrificado. Fue aminorar la marcha y se tiraron al coche como una jauría de macacos rabiosos. Parecía el rincón de Felix de noche. Metían las zarpas a cogerte el paquete mientras sólo decían follar, chupar, era berlangiano aquello. Yo en el asiento trasero quieto como una estatua. Había un estacas en la cuadrilla que entró en cólera cuando el conductor quería quedarse en la negrada, que no follaba a esas bestias, cosa que viendo la situación tenía más razón que un santo. Esas te cogían el micropene y lo dejaban como un clitoris.

A regañadientes el conductor accedió. Y dimos una vuelta a aquello.
Entre nuestra musculatura financiera y nuestras pintas más el 1430 era muy poco reclamo para las putarracas. Hasta que una accedió a chuparla. Madre De Dios. Raquítica, con chupa de cuero y falda de licra que no tapaba un tanga que debía quitarse como el papel de las magdalenas. Olia como a ropa húmeda, pelo lacio y churretoso. Las tetas, madre mía, eran casi inexistentes, eran dos pezones de mujer en una planicie, parecía un cabecero de cama que venía con los dos botones para la radio. Infame.

Solo nos la chupaba por 600 o 700 pesetas a cada uno. Me tocó él segundo. La verdad es que pese al nerviosismo, y la guarra, se me puso como el cerrojo de un penal. Pero hete aquí, que no me gustaba demasiado y no me corría. La guarra que se impacienta y a los pocos minutos se queja que no tenía toda la noche. Yo le dije que estaba a punto, pero ya se cansó de chupar y me mandó a tomar por culo. Yo al final me terminé apuñalando a la nutria y me corri a gusto.

Aquello me marcó para no volver de putas en años. Lo de las mamadas, más tarde bien hechas y con morbo, te sacaban la leche como una ordeñadora
 
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He tenido un principio de erección, no me importa que no te lo creas. Desvirgar una china es el sueño de mi vida, oír sus gritos de gatito degollado a cada embestida. Ver su cara de dolor, su carita de niña; sufriendo de placer. Y sentir como mi virilidad desgarra las entrañas de su ser; frágil y dócil. Sometida a mi voluntad, unida por siempre a mí por ese momento tan traumático; de niña a mujer.
Hace unas semanas que me han llegado vecinos chinos y adivinad qué. Exacto, he detectado una adolescente de unos 13-14 años con una pava que no puede con ella la criatura. No debe hablar español porque me la he encontrado dos veces y no me dice nada, siempre contesta a mi seco saludo el padre, que de momento no la deja salir sola al rellano. Pero yo sé, lo percibo, que tiene un pesar en su pecho que la oprime por las noches. Un calor que la quema, que empieza en la entrepierna y la recorre todo el cuerpo provocando gemidos sofocados en la oscuridad de su alcoba.
Porque donde vive tiene dos habitaciones, y los padres dormirán en una, y ella y otro hermano de su edad o un año mayor, dormirán juntos en la otra habitación. Y esa niña ya no tiene edad para dormir acompaña por un familiar, porque su flor ya desprende aroma, porque lo dicen sus ojos miedosos que desean, porque su presencia llena la escalera del descansillo con la luz brillante que solo de una virgen puede irradiarse. Y yo me pregunto cómo una cosa tan menuda, tan parada, tal delgada y tan silenciosa puede proyectar la figura de una deidad, que levita sobre un pedestal de mármol mientras resuena el canto de docenas de jilgueros. Una brisa propia le sube desde los pies agitando levemente su largo y lacio cabello negro. Usa gafas, y aunque solo la he podido mirar unas décimas de segundo antes de apartar la vista para no levantar sospecha entre el padre y la madre, he podido percibir en su rostro una simetría perfecta, unas proporciones áureas propias de los escultores griegos. El blanco impoluto de su piel contrasta con el negro de sus rasgados ojos y su melena, y de guinda unos labios jugosos y rositas que le hacen una boquita de piñón, con las dimensiones ideales para engullir un potente e inhiesto miembro cargado de amor verdadero.

Perdonad, pero estoy oyendo una gata aullar a la luna llena, y mi mente fantasiosa se ha desatado haciéndome oír lo vivamente deseado. Me voy a tocar, mientras duren los aullidos, y luego sigo.
 
Última edición por un moderador:
Hace meses creo recordar que hubo un hilo parecido asi que me autoquoteo

Mi primera vez no fue nada espectacular. Nada memorable en sí mismo pero quizás lo que rodea al hecho puede divertir un poco al foro. Tenía 16 años e iba más salido que el canto de una mesa. Llegué a un momento que me hacía por lo menos 6 o 7 pajas diarias. Las últimas corriéndome aire ya que estaba vacío el cargador.

Faltaba un mes para que cumpliera los 17 y decidí que no iba a llegar a esa edad sin haberla metido. Lo comenté entre el grupo de amigos y solamente uno decidió hacerme la segunda y venir de putas conmigo. El resto eran unos cagados, les daba miedo, cosa o simplemente no tenían pasta. Nadie de mi grupo la había metido hasta ese entonces.

Recurrí al periódico ya que por aquél entonces Internet estaba en sus albores y no existían páginas de lumis, al menos no que supiera. Encontré un anuncio, que por el número era por mi barrio. Llamé, me dijeron los precios, los horarios y me dijeron que no tenían problema en atender a menores. El único incoveniente era que se trataba de una zona un poco pesada del barrio. Mucho chorizo, dronjas, casas okupadas y habitadas por los ultras del equipo del barrio que en ese entonces militaba en tercera.

Fuimos, en taxi para evitar inconvenientes, un viernes por la noche mi amigo y yo. El resto de amiguetes sabían que ibamos y ellos se quedaron haciendo el mongo por ahí. Bebiendo birra en una esquina, como siempre.

Entramos a la casa, un lugar oscuro, con luces muy diáfanas y nos presentan a la única chica que atendía en ese momento. A saber si era verdad o era la única que no tenía inconvenientes en follar con dos niñatos. Pasé primero y la tía tenía problemas con el vhs, quería meter una película porno para hacer ambiente, pero me daba igual. Estaba nervioso como si me hubiera bebido tres jarras enteras de café. No era una tía fea, pero tampoco una hembra infernal. No recuerdo ni su nombre, ni su cara. De hecho poco recuerdo del polvo exactamente. Lo que sí recuerdo es pensar: ¿Y al final era esto?

Pasó mi amigo y me quedé en un salón esperando mientras reflexionaba lo que acababa de ocurrir, un poco decepcionado. La otra puta, madame o lo que fuera, me ofreció una birra que acepté gustoso.

Cuando volvimos con nuestros amigos, fuimos recibidos como aútenticos héroes de guerra. Veteranos de Vietnam que habían regresado de una cruenta batalla. Estuvimos dandole al bebercio hasta que a todos nos dio hambre y por suerte en mi barrio habían pizzerías 24 horas. Así que decidí tirar la casa por la ventana e invitar a todo el mundo, que para algo era un héroe y tenía una extensión de la tarjeta de crédito de mi padre. Recuerdo más la parafernalia, la planificación, el festejo y la pizza que el polvo. Creo que disfruté más de la pizza que del polvo en sí.

Por suerte con los años mejora la cosa, recuerdo con mucho más cariño y excitación el segundo polvo con una cría de 13 en una pista de paddle abandonada. Si tercia, cuento dicha experiencia.
 
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Con una puta, como tantos otros. Con la misma sensación de incredulidad y pasotismo de la que aquí se habla al darte cuenta de que por fin estás follando.

Nada especial que aportar. Sí recuerdo de manera especial a las dos mujeres a las que quité el precinto. Las dos buenas chicas, recatadas, enamoradas hasta las trancas: las renuencias, los gritos de dolor, la sangre, la elasticidad y lubricación del canal recién desentupido, la desinhibicion de sus primeras corridas, su mirada fija a la polla antes de atreverse a llevarla a la boca. Aun me pajeo a veces al recordarlo, aunque hayan pasado 20 años.

Por el culo también estrené a algunas, pero para confirmar la primicia tuve que fiarme de su palabra. Y eran mucho más vulgares.
 
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En putas.recuerdo que me le mande poner dos condones porque me daba cosilla de pillar la sidra...era una brasileña guapísima....de misionero aguante un rato largo e incluso diría que no me daba demasiado gusto ..entre los dos condones y los nervios casi bombeaba por bombear...

Después cuando se me puso encima fue otra cosa ....ver esa preciosidad desnuda encima mía botando,sobar esas tetas....15 años tenía yo o por ahí...me corrí como un jabato al quinto bote y seguí follando eso no se bajaba...la tía se dio cuenta de que me había corrido y me echo la bronca porque dijo que era peligroso seguir follando cuando ya te corres porque se puede joder el condón ..
Le regalé una pulsera que llevaba de viceroy que me había regalado mi madre por un cumple porque medio me enamoré de ella y me comió la cabeza....
 
Joder que jóvenes todos, mi caso es para mear y no echar gota. Soy un tímido de manual y hasta que no fui muy mayorcito, 22 años, no me operé la fimosis que padecía, me sobró tanto pellejo que lo utilizaron para confeccionar el vestuario de una película de bárbaros. Por culpa de ese problema no podía usar condones, añadido que a principio de los noventa finales de los ochenta las tías se volvieron un poco gilipollas con lo del sexo. Al menos en mi entorno. Resumiendo, aprovechando que curé mi afección me fui a celebrarlo al puticlub más caro que entendí. La chica un encanto, una colombiana guapísima que sólo recuerdo el cariño y la dulzura con la que me trató, su piel era suave, la recuerdo susurrándome al oído, suave bebé, suave...es acordarme y todavía me pongo fatal.
Fue un gran polvo y lo que me hizo darme cuenta de una cosa, que mis prejuicios me habían nublado un juicio que gracias a esta SEÑORA, había despejado dudas, que la famosa frase "el que folla pagando termina ahorrando" es una verdad como un templo. VIVAN LAS PUTAS.
 
Me desvirgué a la tierna edad de 25 años en la Casa de Campo mientras despuntaba el alba en el horizonte como si de una premonición se tratase. Había estado toda la noche de comebolsas con un camello de poca monta que me invitaba a las rayas con la condición de que llevase yo encima la mierda y me las currase mientras él conducía. Borrachos como cubas y enzarpahos como perros nos presentamos allí.
En un Opel Vectra marronero a tope, se montaron dos rumanas a cuál más simpática y dulce. Yo me quedé en los asientos delanteros y el otro calavera se pasó a los traseros con su churri de alquiler. No recuerdo muy bien si me hizo una mamada previa, supongo que me pondría la goma porque después de toda la noche bebiendo y meando aquello tenía que oler a requesón calentado al microondas. Además que yo por aquel entonces no estaba descapullado y mi glande no había visto la luz del sol jamás. Ni tampoco lo vio aquella madrugada porque al ser mi primera vez quise que fuese algo especial y no una simple fornicación, por lo que le hice el amor a la rumana con delicadeza. Toqué teta por primera vez en mi vida, aparte de las de mi hermana en la infancia, claro. Me gustó, tenían un tacto suave y una consistencia como nunca antes había percibido. Se echó el tanga a un lado y me dijo que a qué esperaba, fue ella quien la cogió y la introdujo en su agujero, yo quería hablar antes, conocernos, e intenté besarla para romper el hielo, pero me hizo la cobra y refunfuñó.
Vi un chocho por primera vez, era bonito, muy bonito. Y lo que más me impactó y más me puso cachondo fue verla abierta de patas ante mí. Ahí me sentí un jodido triunfador, por fin se me abría una mujer de patas, cosa que a esa edad ya tenía asumido que jamás lograría porque en mi mente no contemplaba la posibilidad de las putas ni de ser un putero de mierda, a los cuales odiaba y despreciaba con todas mis ganas. Y lo de ligar por mis propios medios simplemente sabía que me era imposible, cosa que ha quedado demostrado con el trascurrir de los años.
No duré más de 3 minutos, creo que me dijo algo de que no la echase el aliento, y también algo de que me diese prisa que se clavaba no sé qué del asiento. Resopló una vez disgustada y torcía la cabeza mirando a la tapicería de la puerta con tal de no verme. En tres minutos se quejó dos o tres veces. Era un encanto. Creo que gracias a ella y a esa primera vez, ahora asocio el amor con una cara avinagrada y cuando las putas que frecuento me ponen caras rancias me retrotraen a esa primera vez que conocí el amor a mi manera.

Al derramar el polen caí rendido sobre ella, en una búsqueda desesperada de contacto carnal que me conectase a la humanidad. Pero me apartó quejándose de que pesaba mucho. Antes de darme cuenta ya se la había sacado ella sola y se había vuelto a colocar el tanga en su sitio con un sutil y femenino movimiento del dedo índice. Se subió el sujetador que tenía un poco por debajo de las tetas y se abrochó una chaqueta que llevaba. Se cerró el chiringuito. Bajé la ventanilla y tiré el condón al suelo justo cuando pasaba un señor paseando al perro de buena mañana a un metro del coche.
El otro seguía aún con los preliminares en el asiento trasero, por lo que me quedé en el coche esperando y vigilando que mi chica no cogiese las monedas sueltas que había en el salpicadero o el medio pollo que guardaba en los huevos y que dejé por allí aparcado, o cualquier otra cosa, ya que se puso a registra las guanteras y todos los recovecos en busca de algo de valor. No hablamos mucho mientras los otros terminaban, solo recuerdo que me dijo que tenía los ojos rojos, y yo le contesté que era de los porros y de llevar toda la noche bebiendo. Tenía ganas de expresar mis sentimientos, de decirle que me parecía una chica guapísima y que me había prendado de la suavidad de su piel, lo poco que toqué. Pero tuve miedo de haber el ridículo y me lo callé.

El otro no se corría o no sé que hostias, no estaba muy atento a lo que pasaba en los asientos traseros porque estaba en una nube colmado de satisfacción por haber logrado meter mi polla en la raja de una mujer. Sentía que mi niñez había quedado atrás y una nueva vida como hombre hecho y derecho se me presentaba, el telón de fondo era bucólico, con los pinos del parque, las putas a lo lejos parando coches, y la luz mortecina del amanecer destacando la boina sobre los edificios de la mastodóntica urbe.
 
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