Libros Michel Houellebecq

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Ayer terminé Sumisión.
Me ha gustado, si. Es un soplo de aire fresco que alguien se atreva a hablar sin pelos en la lengua.
Hay que tomarlo como un libro de ciencia ficción y por tanto cualquier situación ha de aceptarse pero he visto algo precipitado, por así decirlo, el cambio de sociedad que se da en el libro. La facilidad y rapidez con la que un país pasa a aceptar cambiar sus estructuras y vira al islam me parece bastante improbable.
Pero bien, es un muy buen libro y quizá me haya abierto la puerta a Huysmans.
 
Empezé "Serotonina" ayer in the night, leí poco pero ya estuve paladeando las opiniones del Sr.Houllebecq, como si fueran propias, además de algo de LOL (llevo poco). Promete, y lo he cogido con ganas después de haber re-leído "Cartero" de Bukowski, que en su día me pareció la hostia y ahora me ha parecido gñé, a pesar de algún buen momento...Deben ser los años, bye bye Bukowski, welcome Houllebecq!
 
Me he pulido "Serotonina" en tres días. Creo que me gustó más "Sumisión", pero sigue siendo muy recomendable. Me da la sensación de que le pasa un poco como a Lars Von Trier, que está muy cómodo en su papel de enfant terrible (aunque ya sean viejunos), y que se contenta con provocar y soltar su rollo en vez de currarse las historias.

De todas maneras, no sé de ningún otro autor que refleje tan bien el hartazgo del hombre europeo del siglo XXI. Me ha llamado la atención (para bien) la preocupación del protagonista sobre temas ecológicos y laborales, y detrás de esa apariencia misógina se esconde un romántico empedernido para el que la vida sin amor no tiene sentido.
 
Macrón leyó su anterior post, mi querido patito
 
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Este párrafo de "Las partículas elementales" lo busco de manera recurrente cada vez que paso frente a las estanterías y me decido por la siguiente lectura.
Esta obra, releida por mí hasta la saciedad, fue la primera en caer en mis manos de este autor y tras la cual siguió todo lo que ha publicado hasta la fecha.
Junto con "Plataforma", quizás sea su mejor novela.
 
Última edición:
Lo mejor que tiene el viejo putero este es el poder de volver locas a las feministas... y hasta consigue que la Betty (ahora Paul) Preciado lo cite: "...
sabido dibujar una fabulación distópica de este nuevo poder del capitalismo global para fabricar la megafurcia y el megapollón: en este contexto, el nuevo sujeto hegemónico es un cuerpo (a menudo codificado como masculino, blanco, heterosexual) farmacopornográficamente suplementado (por el Viagra, la cocaína, la pornografía, etc.), consumidor de servicios sexuales pauperizados (a menudo ejercidos por cuerpos codificados como femeninos, infantiles, racializados):
[...] "Cuando puede, el occidental trabaja; su trabajo suele aburrirle o exasperarle, pero él finge que le interesa. A los cincuenta años, cansado de la enseñanza, de las matemáticas y de todo lo demás, decidí descubrir el mundo. Acababa de divorciarme por tercera vez; a nivel sexual, no esperaba nada de particular. Primero viajé a Tailandia; inmediatamente después fui a Madagascar. Desde entonces no he vuelto a follar con una blanca; ni siquiera he vuelto a tener ganas de hacerlo. Créame —dijo, poniendo una mano firme en el antebrazo de Lionel—, ya no encontrará en una blanca el coño suave, dócil, flexible y musculoso, todo eso ha desaparecido por completo"
 
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Este párrafo de "Las partículas elementales" lo busco de manera recurrente cada vez que paso frente a las estanterías y me decido por la siguiente lectura.
Esta obra, releida por mí hasta la saciedad, fue la primera en caer en mis manos de este autor y tras la cual siguió todo lo que ha publicado hasta la fecha.
Junto con "Plataforma", quizás sea su mejor novela.
Hermoso, sobrecogedor!
 
Aquí otra feminazi se indigna y cita las 20 mejores frases de MH en Serotonina.
Las 20 reflexiones más machistas de 'Serotonina', el nuevo libro de Houellebecq
Es una novela escrita con el pene que elabora un retrato robot íntegro, despiadado y útil del macho occidental y heterosexual derrotado.
Serotonina (Anagrama), el nuevo trabajo de Michel Houellebecq, es un libro cruel, obsesivo, descuajado, errante, misógino y empapado de prejuicios, encabezado por un protagonista miserable pero honesto en el análisis de su decadencia y, por ello, desternillante a ratos y tierno cuando se descuida.
Aquí Florent-Claude Labrouste, 46 años, empleado del ministerio de Agricultura, adicto al antidepresivo Captorix y renqueante por sus efectos: impotencia, náuseas y desaparición de la libido. Se trata de un hombre fundamentalmente solo y gobernado por su falo, un descreído de la civilización occidental -un lugar donde ya no es posible ser feliz, donde quizás nunca lo fue-, un animal que deambula y difama, un tipo ácido y oscuro condenado a elegir entre dos destinos: convertirse en larva si se medica o morirse de pena si no lo hace.
Florent-Claude vive con el ojo de la nuca activado porque el presente es infértil: pasea con angustia por su pasado, por sus viejos errores, por las mujeres que despreció, por las que abandonó, por las que dejó ir. A veces se culpa a sí mismo y otras veces las minimiza a ellas, probablemente para salvar su conciencia -cuando desvaría, menta a Dios-. Siempre desliza, sin chanzas, que sus antiguos amores hubiesen tenido un buen futuro en la prostitución o en la pornografía. No vislumbra mucho más porvenir para las hembras que dieron relieve a su existencia.
Florent cree que el lenguaje separa y que la inteligencia no es una cualidad provechosa para el enamoramiento. La única manera de amar es encontrar a una pura de corazón, o eso dice en algunas de sus reflexiones, cuando consigue huir del peso mortal de su propia testosterona y acaba desbarrando insólitamente en la cursilería. Pide a la providencia “un coño”, pero antes, mucho antes, necesita un abrazo.

En realidad, ésta es una novela escrita con el pene que, con todo, elabora un retrato robot íntegro, despiadado y útil del macho blanco y heterosexual derrotado -por su torpeza emocional, claro, aunque él prefiere achacarlo al sistema: quizás sea lo mismo-. Houellebecq lo dibuja con tanta justicia que el lector llega a entenderle -casi a exculparle-, del mismo modo que el espectador empatiza por instantes con Travis Bickle en Taxi Driver. Hay piedad para los marginados, para los juguetes rotos de la socialdemocracia. El narrador, pese a su pretendida incorrección política -una pose agotadora-, no ha dejado de ser brillante.
Es conveniente, ante la lectura de Serotonina, no caer en la clásica pregunta de "¿piensa Houellebecq todo esto; lo piensa personalmente?", sobre todo porque no importa: su literatura va del mundo que es, no del que nos gustaría que fuera. El autor trabaja en la crónica y dispara con honestidad brutal, especialmente a sus enemigas íntimas -las mujeres-, que -qué profecía autocumplida- hoy causan estragos en la sociedad moderna por sus reivindicaciones feministas. Aquí algunos de los extractos más machistas del libro: con todo, un buen recordatorio de que esta mirada aún existe y hay que combatirla.
1. “Iba a mentir sobre mis obligaciones profesionales, la muy puta no podría objetar nada al respecto, dependía por completo de mi pasta, lo cual al fin y al cabo me daba ciertos derechos”.
2. “Ella se habría desvestido en la playa sin rencor ni desprecio, como una chica obediente de Israel, a ella no le molestarían los michelines de las gordas jubiladas alemanas: tal era el destino de las mujeres, ella lo sabía, hasta la llegada de Cristo en su gloria”.
3. “Tropecé con ella en la cocina y se me escapó un ‘apártate, putón’”.
4. [Piensa en matar a su pareja]: “Una búsqueda rápida en internet me informó de que la pena media por un crimen pasional cometido en un marco conyugal era de diecisiete años de prisión; algunas feministas desearían ir más lejos, permitir la imposición de penas más severas introduciendo el concepto de “feminicidio” en el Código Penal, lo que a mí me parecía bastante divertido, me sonaba a insecticida o raticida”.
5. “Era realmente alucinante la cantidad de objetos para ella indispensables para mantener su condición femenina, las mujeres suelen ignorarlo pero es algo que desagrada a los hombres, que los asquea incluso, que acaba por darles la sensación de que han adquirido un producto adulteradocuya belleza sólo consigue mantenerse gracias a artificios infinitos, artificios que pronto (sea cual sea la indulgencia inicial que pueda manifestar un macho por las catalogadas imperfecciones femeninas) acaban considerando inmorales”.
6. “Yuzu se vería condenada a volver a Japón, a no ser, quizá, que decidiera prostituirse, tenía algunas de las facultades necesarias, sus prestaciones sexuales eran de muy buena calidad, en especial en el capítulo crucial de la mamada, chupaba el glande con esmero, sin perder nunca de vista la existencia de los cojones, sólo había alguna laguna en lo referente a la garganta profunda”.
7. “Si quieres que la polla esté rodeada de carne pues, bueno, ahí tienes el chocho, está hecho para eso”.
8. “Ella podría pedir mucho más que una simple puta con anal, yo situaba su tarifa probable alrededor de los 700 euros la hora y 5.000 la noche (…) No fueron las cualidades de escort de alta gama de Yuzu las que me sedujeron de ella, sino realmente sus aptitudes de puta ordinaria”.
9. “Yuzu carecía de la cualidad de ese maravilloso oficio [la prostitución]: la generosidad. Una puta no elige a sus clientes, ese es el principio, el axioma, proporciona placer a todos sin distinción, es la vía por la que llega a la grandeza”.
10. “Lo mejor, si me ponía a pensarlo, era su culo, la permanente disponibilidad de su culo en apariencia estrecho pero en realidad tan tratable, te encontrabas continuamente en la situación de elegir entre los tres orificios, ¿cuántas mujeres pueden decir lo mismo? Y, al mismo tiempo, ¿cómo considerar mujeres a las que no pueden decir lo mismo?”.
11. “Bastaba con que gustara para que a mí también me gustara, esa era mi actitud con respecto a mi polla”.
12. “Paradójicamente, quizá en el porno es donde más oportunidades habría tenido: obviamente, sin desestimar a las latinas o negras explosivas, este sector se esforzaba en mantener a actrices de una gran diversidad de físicos y etnias”.
13. [Tras un episodio de disfunción eréctil con una ex]: “Evidentemente siempre se prefiere culpar a los antidepresivos [que toma el hombre] en vez de a la grasa de tus michelines”.
14. “Lo que ella necesitaba era una ternura conyugal normal y antes que eso,una polla en el coño, pero precisamente eso era lo que ya no era posible, la ternura marital ordinaria solo habría podido sobrevenir como acompañamiento de una sexualidad satisfecha, habría tenido que pasar forzosamente por la casilla ‘sexo’, que en adelante y para siempre le estaba vedada”.
15. “Yo estaba convencido de que su chumino se había conservado humidificable durante largo tiempo, vaya: la vida no la había tratado tan mal”.
16. “A los cuarenta y seis años caía en la cuenta de que había tenido razón en aquella época, las chicas son unas putas si se quiere, se puede ver de esta manera, pero la vida profesional es una puta mucho más grande y no te da ningún placer”.
17. “La idea de follar me parecía ya disparatada, inaplicable, y ni siquiera lo arreglarían dos putillas tailandesas de dieciséis años, estaba seguro”.
18. “Necesitaba un coño, había muchos, miles de millones en la superficie del planeta a pesar de su tamaño moderado, si te paras a pensarlo es alucinante el número de coños que hay, te da mareo pensarlo, creo que todos los hombres han podido experimentar ese vértigo, por otra parte los coños tenían necesidad de pollas, bueno, al menos eso es lo que los coños se habían imaginado (feliz desprecio sobre el que descansa el placer del hombre, la perpetuación de la especie y quizá incluso la de la socialdemocracia), en principio la cuestión es solucionable pero en la práctica ya no lo es, y así es como muere una civilización, sin trastornos, sin peligros y sin dramas y con muy escasa carnicería, una civilización muere simplemente por hastío, por asco de sí misma”.
19. “No había previsto que ella desearía comprar algunas telas, desplazar algunos muebles, en fin, que se comportaría tan pronto como una mujer (en el sentido prefeminista del término), a pesar de que sólo tenía diecinueve años”.
20. “Era encantadora aquella negrita, sobre todo su culito, en fin, tenía un precioso culito de negra, con eso lo digo todo, por lo demás mi método de seducción se inspiró directamente en él (…) Añado que la mamaba como una reina, como dicen extrañamente en ciertos ambientes, y desde luego mucho mejor que la reina de Inglaterra”.
 
Fucking genio. Ahora mismo las editoriales están sacando tiradas (incluso las grandes) de 30.000 ejemplares


Flipante. "Sus detractores son feroces y en muchos de ellos se detecta un asco sincero"

Buah, es que me la voy a comprar de mano, me encanta que a la beautiful people parisina se les atragante el jodido Houllebeq. Es como Bukowski si tuviera talento, Houllebeq es su Chinasky y sin necesidad de emborracharse. Es increíble que en el mundo comercial literario de hoy aún haya sitio para el talento crudo.

Es que imaginad que eres escritor en París, un plumilla estilo Reverte que va de divo y que piensa que todo lo que caga es oro. Y publicas libro el mismo mes que Houellebecq... Te deja humillado. Es como si el centrocampista de turno del Cádiz se quiere comparar con Luka Modric. Te aplasta como un tren de cercanías con una obra donde elogia al eructo y los rodillazos a mendigos musulmanes.

Es muy bueno y es un tío absolutamente libre, y eso que se casó (con una chavala que debe tener 20 años menos; grande) Parece una china de esas que salen en videos porno con el coño pixelado pero metiéndose pulpos por el culo y vomitandose encima

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Le gustan las asiáticas, pero la pobre lo que debe aguantar. Se le quema el arroz y ya me imagino al tío desgranando la decadencia del alma humana y el silencio de Dios.

Aunque va bastante aseado ahí, parece Bilbo Bolsón. Joder, me dan a elegir irme hoy a pasar un finde en la aldea con Mbapé, Carla Bruni o Houllebeq y me voy con Michel de calle.

A los hijos de puta de El País les enviaron un ejemplar, este lo leyó:


Pufff, madre mía. Expectativas altas. Podíamos leerlo juntos cuando salga, os hace? Y emborracharnos con mistela.

Houllebeq, como Celine, acaba con la tontería esa que decía Kapucinski de que para ser un buen escritor hay que ser una buena persona. Que ojo, hay a quien se le nota -como a Machado- que es un buen tipo. Pero no es vital para ser buen escritor, ni buen nada.

Os digo una cosa, esta será su novela con un ya conocimiento profundo de la vida en matrimonio. Se va a desgarrar, va a abrirse las tripas y derramar toda entraña en las hojas. Esto va a ser demasiado Houllebeq hasta para Houllebeq, que puto hype tengo.
 
Última edición:

Lo he empezado hace unos días. Me da la impresión de que Houellebecq lleva años escribiendo lo mismo, pero se lo puede permitir, y cada pocas páginas te encuentras con alguna frase que te deja en shock. Esta vez parece que juega con la ciencia ficción, pero más o menos igual que en Sumisión. Ya veremos. Lo que está claro es que nadie como él retrata de manera tan certera la decadencia y el hastío de occidente.

Un detallito sobre la traducción: me ha despistado y luego me ha dado rabia que hayan traducido "efectos numéricos" por "efectos digitales". Ya sé que en francés se dice así, pero al principio no entendía nada.
 
Me da la impresión de que Houellebecq lleva años escribiendo lo mismo,
Yo creo que también, la verdad. Como Woody Allen lleva años haciendo las mismas pelis.

Esto no es necesariamente malo. En cada obra nueva siempre te encuentras algo nuevo, una variación sobre el tema; al final resulta que lo que está es enriqueciendo el tema constantemente.
 
Lleva años no, siempre fue la misma, lo que sucede es que las primeras tenían veneno y hace tiempo se conforma con generar expectativas más que cumplirlas. Bueno eso y que estará forrado.

El problema no es que Michel haya perdido capacidad corrosiva, que también era muy generacional contra el rollo 68, el tema es que apenas hay gente que escriba con la mala hostia y propósito disgregador que gastaba. Michel ahora es un señor mayor que se conforma con que se le ponga dura de Pascuas a ramos.
 
A mí me parece que si cambia de registro echa a perder su talento. Como cuando a Arnold le dio por hacer comedias como Junior. Coño, si eres bueno haciendo una cosa sigue haciéndola. Os imagináis a los AC/DC haciendo bachata ahora? Pues no, rockanrol de toda la vida; zapatero a tus zapatos.

Estuve viendo el otro día una entrevista de una argentina con el genio francés, miña pobre, le contestó todo con monosílabos. Eso es actitud.

Aparte de Houellebecq ya no quedan intelectuales en Europa. Y seguramente sea lo más perfecto que ha dado Francia en los últimos 50 años si obviamos a Zinedine Zidane.
 
Última edición:
Hombre, yo no te digo que escriba a lo Coelho, digo que el primer Houellebeq es un forero misántropo renegado de la sociedad, y el de ahora un tipo satisfecho, así que su personaje principal no tiene el mismo punch, es como un gintonic sin alcohol.

El que sacó con un moro ganando las elecciones en Francia era una puta bomba y tenía a medio gobierno en vilo por su se liaba parda, pero lo lees y dices, Michel tío, te has hecho caquita, que ojo, si yo estuviera en su pellejo, forrado y a sus años a que coño voy a arriesgarme a que me degüellen tres chalados, pero bueno, no te metas tu.
 
El que sacó con un moro ganando las elecciones en Francia era una puta bomba y tenía a medio gobierno en vilo por su se liaba parda, pero lo lees y dices, Michel tío, te has hecho caquita, que ojo, si yo estuviera en su pellejo, forrado y a sus años a que coño voy a arriesgarme a que me degüellen tres chalados, pero bueno, no te metas tu.
Sumisión. Yo me lo bajé y me lo leí y me pareció un poquito descafeinado. A ratos tenía la impresión de que me había bajado una versión light de lo que de verdad era el libro. Además me pareció corto, como si le hubieran quitado algunos capítulos, naturalmente los más chungos.
 
Esta vez parece que juega con la ciencia ficción, pero más o menos igual que en Sumisión. Ya veremos.

Ya lo he terminado. Hay momentos que parece que es un thriller político, pero luego no sabe o no quiere rematar las tramas. La mayor parte de las 600 páginas transcurren en hospitales. Es un libro largo, aburrido y deprimente. No sé si el gabacho ha perdido mordiente y ya se prepara a morir, o es que ya estamos todos hartos de todo. Al final triunfa el amor, o una especie de rollo místico que no me acaba de cuadrar. No lo recomiendo.
 
Leído el último hay que reconocer que nadie es perfecto, ni Houellebecq.

Y encima es que suelta cosas como estas:


Le parecerá poco, dos de las cosas más importantes de la vida.
Se nota que no entra en este foro; descubriría que el porno de aquí y nuestros insultos son evidencias claras de que formamos parte de una facción superior de la humanidad.
 
Hablando de Houellebecq y de porno...


Siendo un poco malpensado diría que es todo una campaña de marketing, para vender el corto, y no sé si también algún libro, pero bueno. Ver al abuelo gabacho haciendo guarreridas me da repelús, pero la putilla del final tiene buen fenotipo.

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