Momentos sibaritas del forero.

En esta vida hay que moverse en la sencillez, nada de grandes lujos, las pequeñas cosas son lo que llamáis momentos sibaritas. Yo, que me doy cuenta enseguida de esos momentos me encanta fotografiarlos. Por ejemplo, esas cositas.

Hacer reír a mi pareja.

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Empiezas mal, es un bicho palo y no se ven los huevos colgando.
 
Empiezas mal, es un bicho palo y no se ven los huevos colgando.
Ya te digo que soy una persona enormemente sencilla, no pongo pegas a casi nada y vivo de manera casi espartana, amigo @serdo.

La chica vino así de serie.
 
Nunca se debería revelar el momento sibarita del forero porque en la mayoría de los casos deja patente la inmensa pobreza espiritual de la que adolecemos todos.
El mío es cuando la faraona me echa frus frus en la cuca.
 
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Otro momento premium es abrirse el zip de fotos de foreros h sacudirse al compás del paso doble montañés y dejar caer la leña en el suelo mientras músitas...mira zorra el sabo que me hace extraer de mis cojones,cual néctar de zumosol.lle das un sorbo al frangelico y te alegras de no ser el. Odio de esa PUTA
 
y su sentido del humor altamente elegante y punzante.


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Alojarse en un buen hotel en Panama con pocas habitaciones y trasiego donde cada vez que entrabas al lobby te recibían con una copa de champagne.
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¿Plantaste un limonero en el cagadero? No lo veo útil.
 
Pues algo muy sencillo. Me gusta salir de la cama habiendo dejado bien servida a mi señora y aprovechando que se ha quedado frita como una papa salir al baño y darme una ducha y encerrarme en el despacho mientras me rodeo de mis colecciones, mis trabajos y escucho mi música y audiolibros de fondo.
 
Añadid a mis momentos de sibaritismo una buena horchata marca Chufi fresquita, servida en vaso y con hielo. En esta ocasión no, pero casi siempre sí. Tiene que ser de esta marca, a mí me da igual que valga unos céntimos más que las otras, las del Día% y el Lidl no me acaban de convencer y yo tengo el paladar muy refinado, tiene que ser esta y punto, como si tengo que pagar lo que gana cenobita en un mes por ella.
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La movida de la horchata a mí me viene de un trauma, cómo no, de pequeño. Recuerdo cuando veía Barrio Sésamo y los chavales eran obsequiados con horchatas cuando hacían algo bien o simplemente porque sí. Creo que los padres de unos, que eran hermanos, tenían una horchatería en el barrio. Bien, pues a mí esto me marcó porque en mi casa no había gilipolleces, solo agua de un cántaro o del botijo. Y ese brebaje que llamaban horchata a mí me parecía el puto maná, sin yo haberlo probado nunca. Y desde entonces asocio la horchata fresquita a la felicidad, a la felicidad que yo veía por la tele, claro, no a recuerdos propios. Los recuerdos míos propios están guardados en el cajón de los traumas y son sustituidos por las vivencias de los niños de la tv, que yo veía en programas, pelis, series o incluso los anuncios.

A aquellos niños de barrio sésamo sus padres les recompensaban por ser buenos con horchatas, y a mí mis padres nunca me dieron nada que pudiera parecerse a un dulce o un refresco, por lo tanto yo asumía que no era bueno y por eso no merecía el brebaje de los dioses que bebían ellos y solo era digno del agua del grifo.

Pero miradme ahora, bebo horchata y rememoro aquella infancia fallida que hizo de mí el hombre que soy.
 
Diosssssssssss, cómo deseaba yo aquellas putas horchatas. Supongo que en el fondo lo que quería era que mis padres o alguien me las ofreciese como muestra de aprecio, pero en fin. Soy de esos que se hacen a sí mismos, y mi primera horchata me la tuve que comprar cuando ya tenía los huevos bien renegros. Aquel aprecio juvenil nunca surgió, pero gracias a que tengo manos y piernas y puedo trabajar me puedo permitir el objeto del deseo. Como con las putas mujeres, nunca me dieron un beso, pero gracias al dinero se los he podido sacar de sus impuros labios de harpías. ¿Quién ríe ahora, destino ingrato? Hahahahahaaha
 
Diosssssssssss, cómo deseaba yo aquellas putas horchatas. Supongo que en el fondo lo que quería era que mis padres o alguien me las ofreciese como muestra de aprecio, pero en fin. Soy de esos que se hacen a sí mismos, y mi primera horchata me la tuve que comprar cuando ya tenía los huevos bien renegros. Aquel aprecio juvenil nunca surgió, pero gracias a que tengo manos y piernas y puedo trabajar me puedo permitir el objeto del deseo. Como con las putas mujeres, nunca me dieron un beso, pero gracias al dinero se los he podido sacar de sus impuros labios de harpías. ¿Quién ríe ahora, destino ingrato? Hahahahahaaha
Luna en Capricornio de calle
 
Momento sibarita de @Cenobita

Sábado noche en su opulenta habitación madrileña. Tras tres días de no salir de su cuarto, esta noche toca momento sibarita. Se enchufa sus auriculares de MIL SEISCIENTOS MACHACANTES y le da al play en el último vídeo que, no sin culpa, se ha descargado de Cyn. En él la puta esa habla suavemente al micrófono sobre las guarreridas que le gusta hacer, momento en el cual nuestro hamijo aprovecha para meter dos dedos de una mano en un bote de crema Deliplus y con la otra hacerse tremendo pajote, imaginando que es Cyn la que le masturba y es en su chocho donde tiene los dedos. El sonido de sus ariculares de MIL SEISCIENTOS MACHACANTES es tan vívido y nítido y su monitor 4K UHD tiene tal definición que, por un momento, siente que realmente está ahí, con ella, y se deleita en ese notorio placer que luego dice no necesitar.

El momento mágico se rompe cuando pisa sin querer un trozo de pizza Tarradellas que había en el suelo desde marzo.
 
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