La película tiene un poco de todo, lo que siempre va bien para que cada uno se quede con lo que más quiera resaltar o se monte su propia interpretación buscando simbolismos, estén o no estén en la película.
Yo estaba preparado para dejar de verla en cualquier momento porque no me atraía mucho la idea de dedicarle dos horas a la historia de Noé y el arca, pero la verdad es que es más entretenida de lo que pensaba.
La primera parte, mucho efecto especial y mucho milagro. En la segunda todo más lento y peor, comprensiblemente, pero toda esa parte está más o menos bien aguantada por los actores. En primer lugar, porque son rostros reconocibles, que parece tontería pero todo cuenta. Toda esa parte, con actores mucho menos conocidos, sería infumable, como las escenas de humanos en la última de los simios. Telita.
Y sobre todo, se aguanta bien porque el fantasma del incesto no solo revolotea en el ambiente, sino que la película lo abraza y se apoya en eso.
Quizá hasta demasiado.
Porque por parte masculina, tenemos al sudado y musculado Crowe en su papel de cabeza de familia. Tenemos al hijo mayor guapete en su rol de buenazo y defensor de su esposa y churumbeles a cualquier precio. Tenemos al hijo mediano en su papel de rebelde malote. Y esta el joven y sumiso querubín, el hijo pequeño, que apenas dice una palabra en toda la película. Todos mojando braga de espectadora, desde las más jóvenes a las más mayores.
Por parte femenina, la Conelly y la Watson, no hace falta decir mucho más.
Pues eso, que la segunda parte de la película es mayormente tensión familiar sexual entre actores de portada del Vogue. Ni escrituras, ni voluntad de Dios, ni milongas. El espectador está centrado más que nada en adivinar cuantos años se va a respetar a esas gemelas y quien de los hermanastros será el primero en darles candela.
Por cierto, cuando terminó la película me noté extraño. Como si me faltase algo. Luego me di cuenta: Morgan Freeman no sale en esta película. Es algo que pasa tan pocas veces últimamente que merece la pena comentarlo.
Clásico