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Y los serenos qué, el puto amo del barrio.
Curioso personaje que deambulaba las calles por las noches.
Y el peón caminero. Siempre me ha fascinado cómo podría ser ese oficio y la gente que lo desempeñaba. Vivir solo, en la cuneta de una carretera perdida, sin vecinos ni nadie alrededor, a tu puta bola, aislado del bullicio. Arreglando los baches del camino echando tierra de la cuneta, desbrozando los ribazos con una guadaña, quitando ramas de los arboles, comprometiendo a viudas y mocitas que viajasen solas aprovechando la soledad del camino y la autoridad que pudiesen tener por su cargo, etc
Es ver una caseta de peón caminero abandonada y entrarme un regustillo, me reconforta ese estilo de vida. Tengo en mi mente un mapa con cientos de casetas de peón caminero ya derruidas que he ido viendo a lo largo de mi vida, por lo que sea se me graban a fuego en la memoria y no se me van.
La verdad es que hay ciertos oficios ya desaparecidos que tienen un encanto especial. El de sereno es uno; el de peón caminero es sin duda otro. Comparto contigo al cien por cien esta fascinación. Daría hasta para tema de hilo: fascinantes oficios del pasado
Un oficio que siempre me pareció fascinante fue el de farero (que no forero ).
Llegué a tener el temario para preparar las oposiciones. En algún cambio de casa debí perderlo.
Cierto, otro oficio de putísima madre. Cuéntanos más de tu conocimiento de esa profesión. No sabía que iba por oposición, suponía que el ayuntamiento de la localidad del faro contrataba directamente.
Verdugo. Apestados cual forerors, también. El brazo ejecutor proporcionador de gore antiguo para solaz del populacho.
Para ser farero tenías que aprobar oposiciones que convocaba el Ministerio de Obras Públicas y adquirías rango de funcionario perteneciente al ilustre Cuerpo de fareros. Aprobadas, podías pedir destino pero tocaba donde tocaba.
Eso sí, el empleo (mal pagado como cualquier otro funcionario) llevaba aparejada la casa al lado de la torre.
Un empleo que acarree casa con gastos pagados es, aunque esté mal pagado, un empleo que sale a cuenta. No tener que pagar hipoteca o recibos es como si tuvieras mil euros extra al mes, y si está en un pueblo de, por ejemplo, la Costa da Morte, con lo que ganas y lo que debes gastar allí te da para vivir como un puto marajá. La verdad es que me imagino siendo el farero de Finisterre y me dan ganas de liar el petate e ir para allá ipsofácticamente. Entiendo perfectísimamente que te arrepientas de no haberte metido a ello.
Hoy día supongo que se encargaría de leerles el foro a los trabajadores, y espero que fuera miserablemente apedreado cada vez que reprodujera un post de Herbman.- El lector de fábricas (aún existe en algunos países): ni más ni menos que eso, un señor (casi siempre pagado por la empresa, a veces pagado por los propios empleados) que leía a los trabajadores el periódico o alguna novela candente en la época.
Yo recuerdo el afilador...Hace muchos años que no veo ninguno, supongo que habrán ido muriendo de viejos en los 80 y 90.
Yo recuerdo el afilador, un tipo que iba, primero en bici, más tarde con una moto vieja y una piedra de afilar detrás, con una correa que accionaba la piedra con el propio motor.
Lo que más se te quedaba en la cabeza era que usaba un flautín para tocar un soniquete característico, que era distinto para cada afilador, y que anunciaba su llegada al barrio.
Hace muchos años que no veo ninguno, supongo que habrán ido muriendo de viejos en los 80 y 90.
La verdad es que en el sector bodeguero había y hay oficios curiosos,Venenciadores, Expertos en catas, incluso algun Ciclo de FP relacionado con el mundillo han empezado a sacar
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