A usted le tebgo mucho aprecio,al igual que a Lucio,no se si le explique que yo a Lucio jamás le puedo faltar el respeto por esta anecdota que vivi en Madrid
Yo soy de Palencia, iba con mis amigos del pueblo, estábamos muertos de los nervios por ir a casa Lucio ya que queríamos comer donde comen las estrellas (jugadores del Madrid, gente que sale en TVE... y encima huevos!) nos pusimos nuestras mejores galas, mejores camisas largas (y era verano) y fuimos a casa Lucio
Cuando llegamos nos dijeron que si teníamos reserva, un compañero le dijo que llegamos bien de combustible el muy cateto pero nada, yo le dije que no, que no teníamos como mirar el numero ya que nadie del pueblo lo sabia, nos dijo el camarero de malas maneras "Pues ustedes no pueden comer aquí"
Mi primo Ceferino se puso a lagrimear, era el que mas ilusionado estaba, se había comprado una Kodak y todo para hacerle fotos a los huevos a lo que salió Lucio y nos vio y dijo "Ustedes saben quien soy yo?"
Ceferino gritó "ES LUCIO, LUCIO EL CREADOR, DON LUCIO"
Lucio: efectivamente, quieren una mesa? yo se la daré, pero se la tienen que ganar
A lo que nos llevó a un cuarto de escobas y nos dijo "en la gran ciudad las cosas funcionan de forma distinta". Se bajó los pantalones y dijo "el entrante se toma en privado" se agarró los cojones y dijo "esto son los huevos de lucio, si me los comeis os dejo una mesa donde comió Sergio Ramos"
Ceferino bajó eufórico, como un águila que había visionado un conejo a lo que al rato Lucio empezó a gritar "CATETO PERO NO MUERDAS COÑO" y Ceferino decia "mandfe maeftro"
Al final nos echaron y nos pillamos el primer bus de Alsa a Palencia, pero Ceferino pudo comer felizmente los huevos de Lucio
Grande maestro
ahora en serio...en forocoches hay cada prosista que seria un gran fichaje para esta casa....este es otro
A mí me gusta la cultura. Me gusta la música, la literatura, el teatro. Con criterio de buen padre, coherente con lo que pienso y con mis valores, apunté a mi hijo el mayor al Conservatorio hace ya 7años. Mi mujer eligió para él la flauta, un instrumento que, con ese timbrito… ha sido un desafío de soportar, to be honest. En realidad no ha sido para tanto: le imaginaba interpretando un solo de Daphnis et Chloe de Ravel con la Sinfónica de Berlín y se me pasaban las ganas de estamparle la flauta en la sien. La cultura cuesta, es un camino tortuoso, de mucho sacrificio y esfuerzo intelectual… la cultura es de alfas.
Anoche me despertó un ruido en la cocina. Pensé que sería algún insecto, atraído por los gofres veganos que mi mujer hace DIA tras DIA con taaanto cariño y que nunca se come porque saben a criadilla de homeless. Me acerqué en mitad de la noche, y lo que vi me golpeó cual puño de Poseidón en cojón desprevenido: Mi hijo, comiéndose una lata de atún de las grandes del Mercadona, a las 3 de la mañana, con una cuchara sopera. Encendí la luz y allí le sorprendí, como “Saturno devorando a sus hijos”, escondiendo la lata: con una expresión entre avergonzado, demente y provocado.
“No pienso estar catabólico…”, respondió a mi silencio de decepción. “…Y la flauta es de maricones”, sentenció desafiante. Y se fue a su cuarto, andando como sobre zancos, con esas piernas de cuerpo-escoria que heredó de mí y de las que no le salvará ni el equipo médico de Lance Armstrong. De maricones es la flauta, dice el niño, qué será entonces ponerse de cuclillas en el gimnasio. La sentadilla: el twerking masculino. Los gimnasios: basílicas del amaneramiento, templos de somoditas. Me cago en mi puta vida de maricones dice el soplaflautas.
Mi mujer se ríe y dice que el niño está ya más fuerte que yo, que “va a sacar musculito". Y me estruja el brazo con una mueca. Y a mi me dan ganas de remangarme el pijama y soltar un rebaño de hostias a la pared de salir en los sismógrafos con epicentro en mis nudillos. “Tú si estás más fuerte ahora”, le contesté yo a mi mujer, con un hilillo de voz pero audible. Sin miedo. A dormir al sofá. Pues me voy al sofá con dos cojones. Con mis libros, con mi discografía completa de sonatas para flauta, con mi Xiaomi y envuelto en la manta cual alfa en su crisálida. Se viene pajote.
El niño me dice que quiere unos batidos, de esos placebo, con botes grandes y etiquetas chillonas en plan “MAXIMUM VOLUME GOLIAT” de Vainilla. Y sé que aquí hay mucho acróbata de mancuerna que me puede ayudar. Venga decidme algo barato y que no funcione. Y decidme cremas para los cayos también, no se cuánto me queda de sofá y a mi edad tengo la polla como una escofina.