Estábamos una noche en los soportales de la plaza del pueblo fumando unos canutos cuando llegó mi colega Thecnotroni precedido por el chunda-chunda de la caja de potencia de su buga de segunda mano.
-Eh, chavales, ¿os venís a comer un cordero?
-No jodas Thecno, ¿de dónde lo has sacado?
-He visto que le ha pariho una oveja a tío Gervasio y la tiene en la parcela.
-Dabuten.
No habíamos cenado aún y ya había gusa por la hora y los canutos, así que nos apuntamos al festín. Unos pocos fuimos a un pabellón abandonado a preparar la lumbre para el asado, mientras Thecno, Tartaja y Pichasanta fueron a por el cordero a la parcela del tío Gervasio. Al cabo de una media hora oímos unos pitidos y vimos los destellos en la noche cerrada de las luces de un coche. ¿Qué cojones pasará? Nos preguntábamos. Al rato llega mi colega Thecno y se baja del coche azorado.
-¡Hostia, qué suerte!¿No habéis oího los pitihos? Pues era yo que me ha saliho ahí mismo una liebre y la he daho las largas a ráfagas y la he corriho hasta que la tenía debajo del coche y he pitaho para que se espante y salte y se desnuque con el bajo del coche.
-Sí, lo hemos oído y no sabíamos de qué iba la cosa.
-Buff, pues menudo bicho. La he desollaho y todo allí mismo para que no me manchara el coche y no me deje olor. Mirad, la traigo en una bolsa.
-Sí, sí, menuda bicha. Era grande.
-Pues sí, hemos teniho suerte porque menuda movida. Al final no hemos podiho coger el cordero, nos hemos encontrado por el camino con la guardia civil y nos han dado el alto. Nos han pediho los papeles y han registrado el coche. Nos han dicho que están buscando a los cuatreros que se llevan los corderos. Bufff, menos mal que no llevábamos ná.
-¡Hostia, primo, que suerte, menuda movida más chunga, ¿no?!
-Pos sí, pero al final hemos teniho suerte al volvernos y hemos mataho esta liebre. ¿Tenéis ya lista la lumbre con brasas? Nos la comemos y ya está.
-Sí, está todo listo.
-Pues venga, a falta del cordero bueno es esta liebre ¿no?
Preparamos la parrilla y asamos la liebre con ajo, sal y un chorrito del vino del tetrabirk que nos estábamos bebiendo a galgo entre todos. Cuando aquello ya estaba listo le hincamos el diente, sólo unos pocos, los otros estaban más retirados de la candela con la escusa de prepararse unos petas y que no eran muy buenos cocinillas.
-Venga, que os quedáis sin ná, nos lo comemos todo nosotros como no os espabiléis.
-jejeje
-jajajja
-jojoojj
-¿Qué tal os ha saliho, está buena o qué?
-Sí, está cojonuda, algo dura.
-Es que era un poco vieja.
-Ah, será eso entonces.
-jajajajja
-jijijiji
-Muahaahahah
Después de ya comida media liebre veo a uno escupir el bocado del suculento manjar. Las risas ya eran escandalosas, no las disimulaban y el excesivo interés en saber qué tal estaba, sin que ellos probasen bocado, nos hizo mosquearnos. Atamos cabos y nos empezamos a cagar en toda la puta madre del copón bendito. HIJOS DE PUTA.