Peajes

Pilimindingui rebuznó:
¿Cómo que si el polvo sólo merece la pena si hay sentimiento de por medio?...

¿PERO QUÉ MIERDA ES ÉSTA?

No merece la pena el polvo por el polvo si hay que convertirse en un hijoputa para conseguirlo o si hay que dejar de ser el que uno es. Eso es lo que yo digo; los demás no sé.
 
saca-al-tarado rebuznó:
Frases rompedoras, situaciones a crear o a aprovechar, cursos de seducción, preparación y ejecución de citas alocadas, notas, cartas, mps, actitudes de attention whore, salidas gregarias o en solitario, ...

Hilo tras hilo y a fuerza de acumular post, todo gira en torno a la eterna cuestión de sentirse con triunfos en la mano, alcanzar la divina suerte de matar en el catre o fuera de él y, sin embargo, ¿reparamos en lo que cuesta alcanzarlo?¿la recompensa tiene relación equilibrada con el esfuerzo invertido?
Aunque no se consumara el empiltramiento seguiría mereciendo la pena si contemplamos la ceremonia de cortejo como un hobby, una afición más tan inútil como la mayoría. Una manera como otra cualquiera de ocupar tu tiempo.
Yo en el colegio jugaba al baloncesto y recuerdo haberme tenido que despertar sábados y más sábados a las 7 de la mañana más contenta que unas castañuelas, totalmente embargada por la emoción. Y en otras circunstancias, cuando madrugaba deseaba con todas mis fuerzas morirme en ese momento para no abandonar la horinzotal.
Pues el ligoteo tiene mucho de eso. Es un hobby que engancha, que absorbe, te lo pasas realmente bien.

Lo que no merece la pena es mantener follamigos fijos que den lata porque inevitablemente vas a sentir algo. Cariño (saca-altara-do ¿has querido a alguna, aunque no te hayas enamorado?), remordimientos, hastío, desolación, lástima, más cariño.
Esto sí es demasiado caro aunque la "recompensa" sea segura.
 
(...) (saca-altara-do ¿has querido a alguna, aunque no te hayas enamorado?), (...)


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saca-al-tarado rebuznó:
Inicio el asunto a cuenta de la terrible sensación de agotamiento que me ha asaltado siempre cuando, tras un polvo más o menos febril y furibundo y muchas veces ansiado desde un cierto tiempo, uno se ve en la tesitura de permanecer junto a alguien por el simple motivo de no resultar descortés y se da cuenta de que no tiene absolutamente nada de lo que conversar con esa persona.
Hombre, después de follar no es necesario conversar obligatoriamente, se pueden hacer muchas otras cosas placenteras como acariciarse, besarse, abrazarse, masajearse o simplemente disfrutar de la piel o mirar el techo mientras hueles el pelo o el sudor de tu amante. Este tipo de cosas son muy placenteras también y siendo franco, pocas veces me han dado ganas de salir pitando después de haber echado un casquete, aunque hay que reconocer que en alguna ocasíón por supuesto que sí, como todo hijo de vecino, pero las menos.
De lo que se trata, creo yo, es de disfrutar todo el proceso y no simplemente centrarse en el simple mete-saca, que está genial, pero que las otras cosas también tienen su punto. Lo que hay que hacer es disfrutar el momento y luego al día siguiente ya veremos...
 
mister4 rebuznó:
No merece la pena en términos de que probablemente los esfuerzos que hagas para llegar a sentirte feliz con alguien no serán justamente recompensados con la felicidad que extraerás de ellos (la hostiaputa que frase, me la tengo que volver a leer para ver si tiene sentido). Pero es que esa felicidad, esa satisfacción, es la única importante. Todo lo demás es accesorio, se lo llevará el viento del otoño cuando nuestra primavera haya pasado. Al fin y al cabo, lo máximo que podemos aspirar a ser es adolescentes jugando a aprender a amarse, cuando dejamos de serlo, todo decae. ¿Merece la pena? ¿Merecen la pena todas esas hostias que nos hemos dado por el camino, para al final estar medio bien con alguién? Pues yo creo que sí, es más, creo que no merece la pena plantearse si merece la pena, porque como digo no hay más felicidad que la del amor y no hay más tristeza que la de la soledad.

Y esa felicidad es lo único que da sentido a nuestra existencia, sobrevivir sólo es aguantar vivo hasta que te mueres, vivir es sentir ese placer y luchar por conseguirlo, y herirte en el camino, y llegar a tu objetivo lleno de cicatrices pero con una sonrisa en el rostro. Y sonries pese a que luego no parezca para tanto, que igual podías haberte quedado en casa y haberte ahorrado todas esas malas experiencias por tan frágil bienestar, sonries porque estás vivo y porque todo de este experimento sin sentido has conseguido lo mejor a lo que podías aspirar.

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Qué tonterías.
 
Pero a ver....¿Qué hay en la vida que no cueste un peaje? ¿Que no pase factura?

Como esto va de ligar, pues evidentemente tiene sentido volcarse en ese aspecto, pero llegar a tener un buen trabajo, te da pasta a cambio, incluso buenas experiencias, pero hoy en día eso puede suponer acabar una carrera, añadir algo de informática, inlgés y mejor otro idioma -alemán, zum Beispiel- currar 12h para que te miren con buenos ojos, pasar estrés y depresiones hasta quizá, sólo quizá, tener un puesto cómodo y bien remunerado que básicamente consiste en putear a los que ahora son como tú al entrar.

Y esculpir un buen cuerpo? Ejercicio, dieta,...

Y tener hijos? No comment. Para que con 13 años empiecen a pasar de ti y acabar en una residencia.

And so on.

C'est la vie!
 
Pero a ver....¿Qué hay en la vida que no cueste un peaje? ¿Que no pase factura?(...)

Por supuesto, del mismo modo que ya en la Edad Media si uno quería trasladarse del punto A al punto B se encontraba con muchos hitos intermedios en los que debía abonar portazgos y pontazgos.

Por eso se trata de concluir si existe gente para la que pagar el correspondiente precio le compensa o por el contrario prefiere autoexcluirse de ese juego. ¿Merece la pena una satisfacción temporal o incluso obtener una relación medianamente duradera y satisfactoria todo esa inversión?
 
Yo lo que empiezo a notar (pero yo vengo de mucho, primer beso, primera novia, corazón roto, rolletes, conocer a mi ex, implicarse, boda, divorcio, follamigas a edad madura,...) es un hastío, que no me compensa, no los peajes iniciales (el ligoteo, el esfuerzo,...), pues de hecho me producen bastante placer siempre que la conquista tenga éxito.

Por no hablar del primer polvo, de descubrir un nuevo cuerpo, costumbres, enseñar y aprender. Pero cuando le veo las orejas al lobo de la relación estable, me asalta una enorme pereza. pienso en como empiezan a elegir y/o regalar la ropa, a quejarse si no podemos vernos, ese tipo de cosas. Por no hablar de que si se trata de alguna más joven que yo, y la mayoría lo son en una década aprox, antes o después saldrán con lo de la maternidad, comprensible, pero agobiante e irreversible como pocas cosas en esta vida.

Ahí empieza para mí el verdadero peaje y, la verdad, aunque si la hembra en cuestión vale la pena sería hipócrita decir que no se me pasa por la cabeza volver a tener pareja estable, es que me da un palo!!
 
saca-al-tarado rebuznó:
Por supuesto, del mismo modo que ya en la Edad Media si uno quería trasladarse del punto A al punto B se encontraba con muchos hitos intermedios en los que debía abonar portazgos y pontazgos.

Por eso se trata de concluir si existe gente para la que pagar el correspondiente precio le compensa o por el contrario prefiere autoexcluirse de ese juego. ¿Merece la pena una satisfacción temporal o incluso obtener una relación medianamente duradera y satisfactoria todo esa inversión?

Parto de la base de que nada en esta vida vale la pena, tanto esfuerzo (trabajo, cuidarse, estar en forma, etc...) pa' que? Para acabar en la caja de pino? Pues vaya estafa, la verdad. Y respecto al tema que nos ocupa, lo mismo. No creo que valga la pena. Últimamente, como ya dije en un post abierto por mí y cerrado por la autoridad competente, follo menos que el chofer del Papa. He llegado a la conclusión que es por mi falta de paciencia. Me falta paciencia para hacer todo el ceremonial que gusta a las féminas: charla, conquista, seducción, etc... Buuf, que pereza! No sería más fácil preguntar si apetece sexo y ya está? Según ellas, no, y según muchos tampoco, a muchos tios tambien les gusta el jueguito del estira y afloja. A mi me cansa cada vez más, entre otras cosas por que uno nunca sabe que cojones quiere una tia, si realmente quiere ligar o solo pasar el rato, satisfacer su ego, fardar ante las amigas, etc... No, no merece la pena. Aunque el autoexcluirme del juego me ha hecho más triste, negativo y depresivo, si cabe, de lo que lo era antes. Puta mierda.
 
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