Fucked de la vida
Muerto por dentro
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Tuve que desinstalar el tik tok ese porque noté que enfermaba por dentro. Me despertaba de madrugada, las dos o las tres, y me liaba a ver vídeos a oscuras en la cama. Tremendas pajas me hacía, esas putas me sacaban hasta la última gota de semen y yo bramaba como un toro al escupir. No paraba de mirar, no podía dejar de mirar, me decía a mí mismo: un vídeo más y lo dejo que llevo toda la mañana con esta mierda sin hacer nada. Pero que va, eso era droga pura, me tiraba horas y horas mirando, enfermando, en mi cabeza empezaban a germinar la semilla del mal. Empecé a desear con más fuerza que nunca el objeto que veía, malos pensamientos oscurecieron mi mente y en el horizonte aparecieron nubarrones de presidio en celda incomunicada. Empecé a merodear institutos a la hora del recreo y colegios a la hora de salida. Todo de forma inconsciente, porque yo de natural lo evito porque sé cómo me pongo luego.
El tik tok es lo más parecido a mirar por un agujero a una adolescente encerrada en su cuarto. Me desarrolló hasta niveles extraordinarios mi poder de sinestesia, en mi delirio creía oler sus perfumes, sentía el tanto divino de su piel de seda, en la yema de mis dedos percibía el finísimo y aromático vello púbico cuando les acaricia la entrepierna, husmeaba y observaba sus compresas que rebuscaba en el cubo de la basura después de que ellas las dejasen furtivamente y avergonzadas. Interioricé que era una especie de espíritu que las seguía a todas partes y que las velaba mientras dormía. No que quería perder nada de sus vidas, les acompañaba al baño para oír el sonido que hacía su chorro al chocar con la porcelana del retrete, me tiraba horas y horas mirando cómo se miraban al espejo. No me quería perder nada, sus miradas disimuladas a los jóvenes mayores que ellas, sus miradas a los amigos del padre, sus miradas a su propio padre el día que estaban con el celo en todo lo alto y las miradas de odio a la madre por follarse al macho alfa de la casa. A toda esta locura y mucho más me llevó el consumo compulsivo del tik tok. Llegué a mirar a tantas, a estar tantas horas observando, que incluso llegué a comprender el mecanismo de ese ser tan maravilloso. La poesía que encierra ese despertar, esa eclosión de niña a mujer. Puedo decir con total certeza que llegué a enamorarme de alguna de ellas, bueno, yo creo que eso era amor, porque dicen que el amor es como un torrente que cuando tienes al ser que lo provoca delante se te acelera el corazón, se hace un nudo en el estómago, comienzas a respirar más rápido, las pupilas se dilatan y un calor súbito quema el cuerpo.
Dicho esto, si que pediría a los moderadores que me baneasen de este hilo, soy como un fumador que no puedo estar donde otros fumen, como un alcohólico que no puede quedarse solo. Tik Tok me trae recuerdos obsesivos de una etapa medio superada pero ahora estoy limpio. No me citéis, no me mencionéis, y por favor, si me queréis, baneadme.
El tik tok es lo más parecido a mirar por un agujero a una adolescente encerrada en su cuarto. Me desarrolló hasta niveles extraordinarios mi poder de sinestesia, en mi delirio creía oler sus perfumes, sentía el tanto divino de su piel de seda, en la yema de mis dedos percibía el finísimo y aromático vello púbico cuando les acaricia la entrepierna, husmeaba y observaba sus compresas que rebuscaba en el cubo de la basura después de que ellas las dejasen furtivamente y avergonzadas. Interioricé que era una especie de espíritu que las seguía a todas partes y que las velaba mientras dormía. No que quería perder nada de sus vidas, les acompañaba al baño para oír el sonido que hacía su chorro al chocar con la porcelana del retrete, me tiraba horas y horas mirando cómo se miraban al espejo. No me quería perder nada, sus miradas disimuladas a los jóvenes mayores que ellas, sus miradas a los amigos del padre, sus miradas a su propio padre el día que estaban con el celo en todo lo alto y las miradas de odio a la madre por follarse al macho alfa de la casa. A toda esta locura y mucho más me llevó el consumo compulsivo del tik tok. Llegué a mirar a tantas, a estar tantas horas observando, que incluso llegué a comprender el mecanismo de ese ser tan maravilloso. La poesía que encierra ese despertar, esa eclosión de niña a mujer. Puedo decir con total certeza que llegué a enamorarme de alguna de ellas, bueno, yo creo que eso era amor, porque dicen que el amor es como un torrente que cuando tienes al ser que lo provoca delante se te acelera el corazón, se hace un nudo en el estómago, comienzas a respirar más rápido, las pupilas se dilatan y un calor súbito quema el cuerpo.
Dicho esto, si que pediría a los moderadores que me baneasen de este hilo, soy como un fumador que no puedo estar donde otros fumen, como un alcohólico que no puede quedarse solo. Tik Tok me trae recuerdos obsesivos de una etapa medio superada pero ahora estoy limpio. No me citéis, no me mencionéis, y por favor, si me queréis, baneadme.
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