Con la ocurrencia de la realidad fuera del tiempo en una especie de purgatorio-antesala de la muerte eterna (¿vamos a llamarla cielo, que es una idea cristiana, cuando en las vidrieras de la iglesia estaba hasta el singo del ying y el yang?) en que los personajes, cuando mueren, han de expiar sus maldades para poder marchar al supuesto "cielo", eso sí, todos juntitos que si no no vale, los astutos guionistas han conseguido desviar la atención de los frikis de la total incoherencia de toda la ficción relativa a la isla. Que sí: nadie se esperaba que los aparentes flash-forwards fueran en realidad imágenes de un puto purgatorio. Pero la teoría del purgatorio resuelve exclusivamente el problema de la segunda trama de la sexta temporada. ¡Ah -dicen algunos-, ahora se entiende por qué Ben no quiere entrar en la iglesia, por qué Locke lo perdona, porque la madre de Faraday le pregunta a Desmond si se lo va a llevar! Enhorabuena: habéis resuelto una trama anecdótica que está fuera de lo que ocurre en la vida real, y que ya de por sí no es que tenga mucho sentido. ¿Purgatorio, qué purgatorio? ¿De qué dios? ¿Por qué cojones tienen que ir juntos? ¿Qué es eso de que tengan que recordar los momentos "más felices" de sus vidas en flashes? ¿Quién coño hizo esas vidrieras? No me jodáis, que esto todo es religioserío barato. Es injustificablemente absurdo y pueril. Muy emotivo todo, muy lacrimógeno y mucho morreo. Pero no es suficiente.
Toda ficción bien hecha tiene que ser verosímil. Jurassik Park es verosímil. Evidentemente si te pones a hilar fino y a hacer fórmulas, el argumento es absolutamente irrealista. Pero es, como digo, verosímil. En Lost los guionistas se han dejado cabos sueltos sangrantes. ¿Por qué Anti-Jacob no puede matar a Jacob? ¿En qué afecta esa prohibición a Anti-Jacob respecto de Jack, quien sucede al hermano en el puesto? La escena en que Jack, al cederle el puesto a Hugo, se limita a coger un poco de agua del riachuelo con una botella de plástico y se la da a beber sin conjuros que valgan, parece incluso una parodia. Es como si Jack le estuviese diciendo implícitamente que el cargo de guardián de la isla es un puñetero placebo. Lo cual, por otra parte, no explica la inmortalidad -el no envejecimiento natural- de Jacob. Señores, con Lost pasa como con las misas en latín. Como no nos enteramos de nada, es misterioso y místico. Del mismo modo que cuando tradujeron las misas la gente dejó de ir a la iglesia, cualquier teoría coherente que lograra explicar todos los hechos relacionados con la isla que la serie da a conocer, sería tan absurda que movería a la risa. La ficción de la isla es inexplicable.
Y esto lo digo a pesar de que es de las mejores series que he visto. Hay personajes magníficos e inolvidables, y el verdadero disfrute está en el recorrido de la serie y el desarrollo de los caracteres. Pero Lost TAMBIÉN es una serie de ficción, y en este capítulo han demostrado que mediocre y coja.