Vaya, pues al final parece que acerté con mi parodia midicloriana...
https://foropl.com/foro-deportivo/79878-perdidos-lost-272.html#post3458186
He tenido tiempo de tomarme un respiro, ver por segunda vez el episodio, leer bastantes comentarios en todas partes y... mi conclusión sigue siendo la misma que expresé unas cuantas páginas atrás.
https://foropl.com/foro-deportivo/79878-perdidos-lost-268.html#post3456760
Podría quotear y detallar muchas cosas pero... seguiría siendo inútil porque las únicas valoraciones realmente válidas serán las que hagamos después de que la serie esté completa. Esta vez más que nunca.
Es cierto que la tónica general es que el episodio ha decepcionado. Y no es menos cierto que gran parte de culpa al respecto lo tiene el desmesurado HYPE, el hambre de spoilers, las ideas preconcebidas, la ansiedad y la proximidad del final. Aparte de algunos aspectos mejorables en el propio capítulo que parecen incuestionables. Pero mucho cuidado con lo que se dice, porque no sabemos si estamos acusando a algo o a su imagen en el espejo.
En particular me llaman la atención los airados comentarios (a todas luces desmesurados e injustos) que han tenido lugar en el siguiente enlace como reacción a la entrevista con Darlton, y que si bien son especialmente crueles, reproducen en gran medida el ambiente generalizado en internet:
https://www.hitfix.com/blogs/whats-...lindelof-and-carlton-cuse-talk-across-the-sea
La página impresa no puede transmitir el tono de las declaraciones y creo que, esta vez más que nunca, Darlton debieron haberse mantenido siendo dueños de sus silencios para no acabar siendo esclavos de sus palabras.
Hernan Casciari, otro creyente declarado escribe en su blog Spoiler con respecto a Across The Sea "Se nos rompió el amor de tanto usarlo":
https://blogs.elpais.com/espoiler/2010/05/se-nos-rompió-el-amor-de-tanto-usarlo.html
Y creo que aunque, como tantos, se equivoca al renegar categóricamente de la religión lostiana con cierta premeditación impelido por ese cruento vacío en el estómago que todos sentimos en mayor o menor medida desde el miércoles, acierta de pleno con la analogía que sugiere en el titular: del amor al odio sólo hay un paso.
Y es que, lo de esta semana entre los escritores de la serie y su base de fans no es otra cosa que una tremebunda pelea de enamorados en el seno de una relación apasionada y tempestuosa. Tras seis años y cuando el final está próximo, corre el peligro de cumplirse el axioma de que uno se acaba desenamorando de lo mismo que se enamora, porque al igual que el drama puede devenir en comedia con el tiempo, las pequeñas manías encantadoras pueden convertirse en algo aborrecible.
Un dia ocurre algo que ya había ocurrido antes. Pero lo hace de un modo particularmente desastroso por el momento y el modo en el que se produce. E inopinadamente se convierte en la gota que colma el vaso. Y entonces todo sale. TODO. Sin venir a cuento en cuanto a causalidad y sin proporción aparente con lo sucedido de pronto estallan en tu cara como una erupción volcánica todos los temores, todas las dudas, todos los desencuentros, todas las sospechas, todos los deseos insatisfechos, todos los reproches, todas las expectativas no cumplidas. El lado oscuro del corazón se desborda y el amor incondicional comienza su veloz oxidación y conversión en simple y puro resentimiento. Y uno se queda sin entender nada, porque, en realidad, no tiene sentido y no es justo. Lo que quisiste decir era otra cosa pero la comunicación se ha distorsionado de un modo fatal.
Esta semana muchos esperaban la gran respuesta a todas las cosas. Y sin embargo nos han espetado una vez más a la cara que "cada respuesta sólo conducirá a más preguntas" después de desmitificar y reducir de nuevo y como a todos los demás a meras víctimas de las circunstancias a aquellos personajes que nos habían presentado como portadores del santo grial de la fe, la ciencia y la verdad absoluta. Y para algunos, este tirabuzón, dentro de un triple salto mortal en esta gran montaña rusa, ha sido demasiado. Y puedo comprenderlo. Otro Mc Guffin sobre Mc Guffin y la cuenta atrás continúa inexorable mientras esta serie, esta relación, se empeña en ser lo que es y no lo que los amantes esperaban que fuera.
Pero es que de eso se trata precisamente. De hecho vengo sosteniendo desde "The Incident" que probablemente nos la colarían tras presentarnos a estos dos personajes en un contexto divinizador. En lo que me equivoqué como suele suceder es en COMO lo harían.
Y yo creo que ahí reside la lectura positiva que podemos hacer dentro de la incertidumbre que nos atenaza a todos. Con un episodio maniqueo, simplista, infantil, deslabazado, extraño y que no parece encajar con lo que nos habían inducido a pensar esta última temporada en particular ni con las sensaciones que nos ha transmitido la serie en general, de algún modo nos han saturado de un misticismo bíblico que roza lo risible y que cabe leer entre líneas porque sospecho que en el fondo no pretende sino ser "an inside joke" en un último ejercicio de prestidigitación narrativa. En el fondo, nos han contado un montón de cosas que encajan íntegramente con la historia total, que son coherentes. El problema ha sido la presentación, el tono. Pero es que hay muchas posibilidades de que esto sea perfectamente intencional, porque a menudo el tono se adapta al personaje y la narración no fiable suele campar por sus fueros en esta serie. Y puede llegar a cansar, ni que decir tiene. PERO ES LO MISMO QUE TANTAS VECES HEMOS AMADO.
Este no es el último episodio de la serie, no es la respuesta final, así que no nos apresuremos tanto en tirarlo todo por la borda y en poner a los pies de los caballos a los que nos han hecho soñar durante más de un lustro. Porque las decisiones en caliente suelen conducir a errores fatales.
Como ya dije, los Darlton parecen tenernos justo donde quieren: reunidos, confundidos y sin posibilidad de escape. Debatiéndonos entre la ciencia y la fe, entre dejar que el contador de la bomba llegue a cero confiando en que no pasará nada o tirar de los cables arriesgándonos a hacerlo saltar todo por los aires, entre pulsar la tecla o no (que es justo lo mismo pero al revés), entre consagrar nuestras vidas a ciegas por algo que se nos ha dicho es importante pero que no nos han explicado o salir disparados hacia prados que creemos más verdes en aras de un sobrevenido desamor emponzoñado de hastío.
Ayer alguien me dijo por el MSN "Te lo dije". Y qué queréis que os diga,
YO NO TOLERO QUE NADIE ME DIGA LO QUE NO PUEDO HACER.
Así que no pienso echar por la borda todo por lo que hemos transcurrido, ni rendirme en el último recodo del camino antes de la meta, ni maldecir todo lo que hemos pasado, ni odiar por una mala noche lo que he amado durante cientos de días. Y si hay que perder, que no sea por miedo, sino por haber querido. A veces no te entiendo, pero te creo.
Todo lo que hemos vivido nos ha conducido a este momento.
YO CREO