Es que no hay por donde cogerlo. Si eres el agraviado con el décimo de lotería, y te tocan una rubia y una morena, eso es entendible. Es decir, tu harén particular y digamos que de la rubia te gusta como hace las croquetas y de la morena como hace el cachopo (y si no jijiji). Eso mola, eso está bien y cualquiera firmaríamos.
Ahora bien, quien aceptaría estar en la otra parte? Estar con una persona que se supone que amas, por ejemplo, viendo el sálvame un sábado por la noche. Y viene el malote que le hace dar vueltas a los ojos en las cuencas cada vez que le da mandanga, de tomar unas birras y unos canutillos con los amigotes. Y mientras está sentada contigo, abrazada y acaramelada, se pone delante para acto seguido sacarse la chorra y metersela en la boca a tu churri. Ella, sin decir nada, se atraganta y empieza a probar si le cabe entera. Y enun momento dado, ante tu cara de sorpresa, se la saca y te dice "cari, es que a él también le quiero".
Que no lo veo, hombre. Que no hay quien aguante eso.