Presentación y tema: desengaños

Kali Yuga

RangoForero del todo a cien
Registro
20 Ago 2009
Mensajes
133
Reacciones
0
Saludos a todos los foreros de esta insigne ágora (uso genérico aunque también va dirigido a las féminas y a los aspirantes a hembra). Prefiero una correcta presentación a una prosaica intromisión, pues si en la dimensión física es de mala educación no veo por qué iba a ser de otra manera en esta red. No creo relevante una extensa descripción de mi persona. Con el tiempo me conocerá quien quiera hacerlo y me prejuzgarán muchos; en su derecho están.

Tan solo decir que soy extrañamente sociable cuando no sufro ataques de misantropía, y nadie se arrepentirá si me abre las puertas de su corazón, las ventanas de su morada o las piernas de su mujer.
La motivación de mi participación en el foro es pareja de una de las máximas de mi vida: acumular experiencia. Aunque la experiencia ajena no tiene el multiplicador x5 de una enriquecedora frustración, y ni mucho menos el x10 de un owned como dictan los cánones, tampoco cae en saco roto. Por eso he elegido este subforo para introducirme, pues lo considero el más afín a mi propósito, y a colación del tema que expongo a continuación: el desengaño.

Autoengañarse es innato en el ser humano. Una especie de defensa mental ante una realidad que por temor o desidia no se quiere afrontar. Si combinamos autoengaño con engaño (por parte de otra persona) obtenemos una combinación que bien puede acabar pronta y trágicamente o mantener en la feliz ignorancia al ciego que pudiendo ver se niega a hacerlo, a riesgo de corromper su subconsciente (o de cosas mejores, como criar prole de genética ajena).

No todos han protagonizado situaciones de comedia o hazañas memorables, pero seguro que no hay alma que se salve del desengaño. Os invito a que los compartáis, no solo para el regocijo de vuestros foroespectadores, sino también para analizarlos. ¿Desde cuándo te olías el asunto? ¿Durante cuánto tiempo estuviste autoengañándote? ¿Preparaste un plan maestro para compensar tu desdicha o reaccionaste según tus impulsos primarios? ¿Dejó huella indeleble? ¿Qué harías hoy día ante la misma situación? ¿Crees que ya eres inmune al desengaño? ¿Todas las mujeres son unas putas, incluidas tu mamá, tu pareja y tu hija?

La historia con la que ilustro e inicio el tema (como debe ser, coño) ocurrió hace eones de tiempo. La criatura angelical que conocí, estando de viaje, provenía de América meridional (eufemismo, ese arma para quitarle lo feo a la realidad). Se llamaba Ángela, tenía el cuerpo de una mestiza de 19 años, la inteligencia de una arpía de treinta y pico y la maldad de una momia de 5.000. Morena, delgada y con las suficientes curvas y belleza como para que el percutómetro marcara hasta el 8 largo. No sólo ponía cara de no haber roto un plato, de niña desvalida que uno quiere proteger y mimar, sino que tenía una capacidad de actuación como para obtener la amnistía de un ayatolá.

Me conquistó en una época de sequía (todos sabemos lo bajas que están las defensas en esos momentos), y su toque exótico alimentó las fantasías de alguien sin reparos en globalizar su verga. Ya sabía que uno no debe nunca enamorarse por la polla, y aunque no llegó a ocurrir del todo, si es cierto que inicié una relación seria con ella sin conocerla lo suficiente. Para amenizar el relato entraré en todo lujo de detalles, cosa que la mayoría de subcriaturas suelen agradecer.

El sexo con ella era de película. De película gonzo vamos. En cuanto a frecuencia diré que había bronca el día que no fornicábamos más de una vez. No importaba la hora ni el lugar. La de comidas que ingerí recalentadas por impulsos desbocados. Un día fuimos a un sexchop a comprar un gel anal (decía que era la primera vez, es lo que tiene ser mentirosa compulsiva), y lo probamos allí mismo. Entramos en una cabina individual, echamos unas perras y a culear tan profundo desde la primera embestida que casi le meto los huevos. De hecho el anal se convirtió en práctica diaria, pues el modus operandi era su polvo con sus previos guarretes (nunca conseguí orinar dentro de su matriz, como ella pretendía), para, con posterioridad al orgasmo(s) suyo, introducírsela en su mágico esfínter y acabar, a mi bola, como dios manda. Esto ocurría en un 60% de las cópulas, salvo las excepciones (ahí surgieron las primeras voces de alarma ignoradas) que al sentir ella que yo iba a acabar y, en vez de proceder a bajar al pilón para obsequiarla con mi ambrosía como era de costumbre, aferraba sus piernas alrededor mía como una mantis y me obligaba a descargar en sus entrañas (ninguno usaba anticonceptivos). Aparte de esto, lo hicimos en probadores de comercio, en los baños de un museo, en un par de autobuses y en casa de sus padres con su hermana pequeña durmiendo en la misma cama que nosotros (cuestiones de espacio), además de que más de una vez desperté de madrugada insertado en ella.

No cuento esto por otro motivo que el de que os hagáis una idea del por qué permanecía con ella cuando empezó a mostrar su verdadera cara. No era un “te aguanto por sexo” sino más bien un “algo huele a podrido en Dinam… oh wait, que agradable succión siento, ya reflexionaré luego”.

Al tiempo de estar juntos, comencé a experimentar sus primeros brotes. Eran unos ataques de celos injustificados a más no poder, pues yo tenía amigas y de ellas no me decía ni mu, pero me montaba berenjenales auténticos cuando veía fotos de alguna ex por ahí extraviada. Exes de hacía lustros le parecían intolerables, por no hablar del día que descubrió unas fotos subidas de tono que tenían cosa de una década. Las broncas y argumentos eran desquiciantes como ver una película de David Lynch con sobredosis de mescalina. Al tiempo descubrí que no eran solo las cuestiones de las fotos lo que la encendían, pues después de un viaje de trabajo había desaparecido de un plumazo la mitad de una década de recuerdos fotográficos pasto de las llamas, llamas que aún se reflejaban en sus ojos de loca. Sufría de una especie de bipolaridad no descrita, unida a una obsesiva tendencia a mentir (le regalé un móvil y como no le gustaba el modelo se deshizo de él al dia siguiente, con excusas de que lo había perdido obviamente), aficionada también a deshacerse en lágrimas para llamar la atención cuando me cabreaba, aparte de dos cobardes intentos de suicidio.

Todo esto, recuerdo, era intermitente. Un día amanecía con la suite no.1 de Peer Gynt y al otro con Cannibal Corpse. Suficiente para desquiciar a una gárgola, hasta que ella empezó a notar mi desencanto, y su táctica fue increíble. Mientras por un lado me regaló un ordenador portátil (esto es de chiste porque yo no sabia que la mitad lo había pagado yo; “no contaban con mi astucia” pensaría ella), por otro lado empezó a cubrirse las espaldas, por si me atrevía a dejarla. Día a día empecé a notar miradas desaprobatorias en conocidos comunes, comentarios de soslayo y cosas así. Como el que dirán es algo que ya en aquella época no me importaba, pasaba bastante de todo. Hasta que averigüé que estaba diciendo por ahí que la maltrataba. Yo que estaba descubriendo nuevos límites en la psique humana ya no podía aguantar más y le dije que lo dejábamos (por aquél entonces compartíamos un pisito). Casualmente tenía médico al día siguiente. Al volver del trabajo me esperaba llorando y me dijo que tenía cáncer. El trabajo me mantenía ocupado como para seguirle la pista a todas sus tretas y quedé realmente shockeado durante una semana, en la que ella se portó como la pareja que todo el mundo desearía tener. Además, ¿qué clase de loca puede inventarse algo así? Simplemente me dio cuerda para un buen rato más.

Cuando confesó su falacia, después de una buena racha sin discusiones, y entre lágrimas de lagarta por supuesto, no reaccioné de inmediato. Me tomé mi tiempo y con sangre fría preparé mi escapada. Cuando ya encontró trabajo estuvo ahorrando, cosa que aproveché para sonsacarle una colaboración para pagar la entrada de un coche (a pesar de su procedencia no miraba mucho el dinero, leit motiv del 99% de hembras occidentales). Un epílogo suficiente de sexo (me sentía exprimiendo un limón que ya no daba más de sí) y absoluta frialdad por mi parte al momento de sus paranoias, y en un día extraño metí todo lo que cupo en el coche y partí hacia mejores puertos. Ya no quedaba nada de esos comienzos ilusionantes, de esas noches de oxitocina a puntapala ni de los deseos de explorar tierras al sur del mundo y de la demencia.

Perdón por el ladrillo, aun así está bastante resumido.
Anímense hijos de puta e hijas de puto.
 
Cuando en el texto de cumplimiento de normas de este foro escribieron algo así como que había que ser educado, y no obsceno o vulgar, bromeaban.

Eso, y que no deberías haber abierto un hilo en Rapiñas para contarnos tu vida porque puedes ser automáticamente baneado, es todo cuánto debes saber.
 
Las mujeres en general, en muchas ocasiones no justificadas, se comportan como un cumulo de complejos, traumas y deseos no satisfechos mientras proyectan hacia ti rayos de "culpabilidad", pero esto en las bipolares ya es un canteo de los de irte a por tabaco como el autor del hilo.

El tema del sexo con esta gente es recurrente, lo hacen como maquinas, de manera obsesiva e incluso a veces como pago por aguantarles.

La chiflada que me lie yo, era una chica resultona, aunque ciertamente, tenia un "algo" en la mirada que decia "WARNING" pero las tetas descomunales que tenia decian "WARRING" y claro, el cerebro de uno es mas sensible a segun que estimulos.

Bien, pues esta, despues de liarnos unas cuantas veces, se presento en mi casa practicamente arrastrando los pies, en camison, chanclas y como desorientada. Entre lagrimas me empezo a contar que un familiar suyo habia intentado abusar de ella y que estaba muy acojonada. Yo, como buen pringao, me lo crei everything, y le dije que pasara la noche en mi casa a ver si descansaba y se tranquilizaba.

Antes de que pasaran, me agarro las manos, se cogio con ellas la cabeza, y "se forzo" ella sola a chuparmela mientras las lagrimas corrian por su nariz y acababan en mi barriga, una situacion escalofriante, siempre y cuando no tengas la polla en la garganta de otro ser vivo.

Otro dia me tiro un cubata a la cara porque le mire las tetas a una que paso, otra vez me dio una ostia con el enves de la mano porque la llame "puta"(en broma) fuera de la cama y finalmente, el FAINAL NUMERITO que me monto un dia que la acompañe al carrefour a mirar un disco para su hermana. Cuando pasabamos por la zona de menaje para el hogar le dije "si luego te da el ansia nos metemos en los probadores y me la comes un poco o que?" con cara de ----> :lol: tras lo cual, ella se gira, coje un destornillador y me intenta meter una mojada.

No me explico ni yo como podia correr y gritar "hijadeputahijadeputahijadeputa" mirando hacia atras sin estrellarme con nadie. Por suerte se canso de perseguirme, y alli que la deje, a kilometros de la civilizacion, cuando sali picando rueda del garaje del centro comercial.

Cambie el movil, el telefono de casa, la cerradura y me deje perilla y aun asi me siguio dando la coña lo menos 6 meses mas.
 
Cuando en el texto de cumplimiento de normas de este foro escribieron algo así como que había que ser educado, y no obsceno o vulgar, bromeaban.

Eso, y que no deberías haber abierto un hilo en Rapiñas para contarnos tu vida porque puedes ser automáticamente baneado, es todo cuánto debes saber.

Nadie nace sabiendo, y hasta yo lo hice de pena el día que perdí mi flor. No veo la falta de educación por más que releo el texto, y si en PL no se puede ser obsceno en determinados momentos (tampoco gratuitamente) apaga y vámonos.

Comparto experiencias para recibirlas de buen grado, como también he recibido su respuesta, a pesar del intento de invocación de moderador por tocar un tema de una forma que le habrá asqueado seguramente, y aunque no era mi intención, si no hay alusión a usted y se ofende es porque quiere, ¿o acaso es usted la paladina de las hembras terrícolas, que se permite incluso dictar cuánto debo saber?

Por otra parte, es la primera que me ha contestado en el foro, y guardaré ese recuerdo en un oscuro rincón de mi corazón.

Cambie el movil, el telefono de casa, la cerradura y me deje perilla y aun asi me siguio dando la coña lo menos 6 meses mas.


Encantado de quotearle, y ya que lo menciona, tal vez haya patrones dentro de la demencia, puesto que mi loca me estuvo acosando varios meses, incluso a través de lacayos que reclutaba para torpedearme el teléfono y amenazarme (bostezo).

La cuestión es que suele notarse ese “algo” mosqueante, pero quién se para a recapacitar mientras uno está pensando cuántos agujeros se dejará tapar la criaturita.
 
Una loca ha estado a punto de arruinarte la vida, amigo Kali Yuga (sabrás lo que significa, ¿verdad?, yo también). De todos modos, en cierto modo ya te la ha jodido, esa gente que desconfió de ti en su momento, siempre albergará una sombra de duda en el fondo ¿será Kali Yuga un maltratador? el "calumnia que algo queda" que emplean las locas en general, las bipolares, las anoréxicas, las obsesivo compulsivas, y en general casi toda mujer que se vea frustrada por algo y/o esté tocada de la azotea. Huir de las :53 antes de que sea demasiado tarde. Han arruinado más de una vida. Que no os engañe su fragilidad física, la mujer es un lobo con piel de cordero y su arma son todas menos la violencia física y la nobleza.
 
Veamos, se impone un enfoque medianamente científico sobre este asunto.

Por estadística: ¿Cuántos de quienes pululan por este foro y hayan salido al menos con media docena de hembras durante un cierto tiempo a lo largo de su vida no se han encontrado con, digamos, un tercio de chifladas peligrosas de ese pelaje?

Eso sí, si uno tiene el cerebro blindado, los cojones de titanio y una envidiable capacidad para el sprint hay que reconocer que salpimentan un poco la vida.

Edito: Y, como sabiamente y prolijamente se ha analizado en otro hilo, menudo empeño le ponen a la jodienda.
 
Una loca ha estado a punto de arruinarte la vida, amigo Kali Yuga (...)

Estuvo; hace tiempo ya de aquello. Se de buena tinta que lo del maltrato no caló porque a quienes les contó aquello la acabaron catando también, pero también es cierto que con otros me dejó por los suelos con toda una suerte de injurias, aunque ni me planteé acciones legales, no sólo porque no suele importarme el criterio de ciertos protozoos, sino porque llegados a cierto punto uno solo quiere escapar sin mirar atrás. De todas formas el mayor riesgo lo corrí al quasi preñarla, pero LOL me dió una segunda oportunidad.

Respecto a mi nick, solo decir que, cuanto menos, tiempos interesantes nos han tocado vivir. ¿No cree?
 
Bienvenido Kali Yuga. Para desentrañar el meollo de la cuestión que planteas habría que diferenciar entre los conceptos autoengaño y desengaño.
Cuando te sucede el primero, tu instinto te dice que algo no funciona bien, pero atrapas al vuelo para consolarte cualquier excusa que justifique lo contrario.
Por contra, para sufrir un desengaño, de forma previa debes haber creído ciegamente en alguien, sin fisuras, y haber depositado en esa persona todas tus esperanzas.

Tu relato es la historia de un autoengaño, bien te convenía tener los ojos cerrados para poder seguir guarreando a lo bestia con esa tarada, ¿eh?

Me intrigan los porqués. Me gustaría saber la razón del comportamiento maníaco de tu novia. Si lo que cuentas hubiese sucedido en la actualidad y en España, el diagnóstico sería muy claro: la chica ve a diario "Sálvame". Pero no es el caso.
 
De un novato recién salido de la academia de la Vida a un experto resabiado que se las sabe todas hay un camino de aprendezaje a oxtias como las que usted ha recibido.

Seguro que mañana le pillarán en otra pero tendrá algo más de experiencia.

Lo malo que hay una psicopata suelta por el mundo que también ha aprendido lo suyo y la siguiente víctima puede que ya no escape sin sufrir grandes daños (que se llamarán Evaristo Junior y Julietta Edelweiss)

En mi caso hay un intento de tomarse media farmacia en los tiempos de la Universidad tras no entender que no, no , no quiero nada contigo, por favor dejame en paz, no entres en medio de mi clase, no llames a mi residencia de madrugada por amor de dios no es decir entre líneas hahaha qué insistente. cásate conmigo inmediatamente, loca de mi corazón :roll:
 
M.Dashwood rebuznó:
Bienvenido Kali Yuga. Para desentrañar el meollo de la cuestión que planteas habría que diferenciar entre los conceptos autoengaño y desengaño.
Cuando te sucede el primero, tu instinto te dice que algo no funciona bien, pero atrapas al vuelo para consolarte cualquier excusa que justifique lo contrario.
Por contra, para sufrir un desengaño, de forma previa debes haber creído ciegamente en alguien, sin fisuras, y haber depositado en esa persona todas tus esperanzas.

Tu relato es la historia de un autoengaño, bien te convenía tener los ojos cerrados para poder seguir guarreando a lo bestia con esa tarada, ¿eh?

Me intrigan los porqués. Me gustaría saber la razón del comportamiento maníaco de tu novia. Si lo que cuentas hubiese sucedido en la actualidad y en España, el diagnóstico sería muy claro: la chica ve a diario "Sálvame". Pero no es el caso.

Bien hallado. Mi subconsciente admite que no te falta razón respecto al autoengaño. A veces uno sólo puede psicoanalizarse con la cabeza fría, y para ello es necesario el paso del tiempo.

Ocurió en España, aunque ella no fuera de aquí. Si creemos en la determinación posterior de los traumas infantiles, añado al relato que la desvirgaron con 9 años mediante colocón de pegamento y que estuvo metida en asuntos de bandas (tenía un par de cicatrices antiguas de arma blanca). En mi opinión no lo justifica porque era suficientemente inteligente como para manipular a todo diox, al menos en primera instancia, incluyendo a la jueza que no la condenó por sustraer 600 eurazos de la cuenta de un colega mío que se lió con ella (se lo advertí enfáticamente).

Titulé el post con desengaño porque en un primer momento creí amarla con algo más que mi pene, y además aún espero referencias a vuestras vivencias, que no quiero venir aquí a contar mi vida únicamente a ver si Lasciva se va a molestar.

También sufrí un fuerte desengaño el día que descubrí casualmente en el ordenador de mi padre felizmente casado las fotos y correos de su amante. A su edad.

Cantad, malditoas, cantad.
 
Estuvo; hace tiempo ya de aquello. Se de buena tinta que lo del maltrato no caló porque a quienes les contó aquello la acabaron catando también, pero también es cierto que con otros me dejó por los suelos con toda una suerte de injurias, aunque ni me planteé acciones legales, no sólo porque no suele importarme el criterio de ciertos protozoos, sino porque llegados a cierto punto uno solo quiere escapar sin mirar atrás. De todas formas el mayor riesgo lo corrí al quasi preñarla, pero LOL me dió una segunda oportunidad.

Respecto a mi nick, solo decir que, cuanto menos, tiempos interesantes nos han tocado vivir. ¿No cree?

Buff, ahi me has pillado. Tengo que reconocer que sí. Pero no puedo cerrar los ojos ante la locura y la barbarie humana, en eso no me gusta el Kali Yuga. Ni en eso ni en otras cosas como la ausencia de espiritualidad. Pero bueno, ya tengo callo en el corazón de la mayoria de cosas :lol:

Volviendo al tema del hilo, como los anuncios de la droga:

DECIR NO A LAS LOCAS.
 
En mi caso hay un intento de tomarse media farmacia (...)

Son más que curiosos esos intentos temerarios para llamar la atención. Y manda huevos cuando en la mayoría de los casos sólo queremos retozar.

¿Cuántos de quienes pululan por este foro y hayan salido al menos con media docena de hembras durante un cierto tiempo a lo largo de su vida no se han encontrado con, digamos, un tercio de chifladas peligrosas de ese pelaje?

Este mismo año un amigo se lió con una (otra) papito, cuya relación se extendió más de lo previsto por eso del frío que se pasa en invierno y tal. Fué llamativa la progresión del asunto, que pude seguir cual telebodrio porque mi hembra era amiga suya, la cual también se inició en el sexo poco después de cumplir dos dígitos y tenía un arsenal de píldoras entre antidepresivos y ansiolíticos que casi la llaman de Bayer para patrocinarla.

Al principio todo iba bien, sexo esporádico, ebriedades compartidas y poco más.
Mas adelante ella comenzó a quejarse de que la estaba agobiando, pero por otra parte no paraba de hablar de él EN TODO EL PUTO DÍA.
Luego él, captado el asunto, comenzó a pasar un poco, y para qué; ahí empezaron las primeras broncas (con gestos feos en público y demás).
Posteriormente volvieron a cambiar las tornas y mi colega sin saber qué hacer y amargado perdido por las exigencias volubles de la loca en cuestión. Hasta que al final, el roce hizo el cariño y se acabó encaprichando para que ella, justo en una etapa que el tenía problemas personales, cortara con él, lo cual le dejó bastante chafado después de los dolores de cabeza y las dosis industriales de mano izquierda que había tenido que emplear.

Atrás quedaron esas mezclas de cannabis y drogas de farmacia que desenbocaba en congoja por asuntos sobrenaturales y más deprimida que Heidi en Teherán. Por suerte no era loca de remate, simplemente una amargada (de las amargadas que amargan) y la persona que sacaba las conclusiones más descabelladas que he oido jamás: donde acaba la lógica, empieza su cerebro.
 
Bienvenido Kali Yuga, me gusta tu forma de escribir.

Concordaréis conmigo en que las mujeres maníacas son gente peligrosa y a evitar, pero también en que sólo con ellas se siento uno vivo de verdad. La pasión que le ponen a todo, no sólo al sexo (que también), es algo que realmente te revitaliza el alma. Te sientes joven con alguién así, mientras puedes seguirle el ritmo, claro. Yo creo que es algo de lo que te acabas arrepintiendo, pero que nadie debería morir sin probarlo, algo así como el LSD. Yo he sido intensamente feliz e intensamente desgraciado al lado de mi desequilibrada, y la palabra que resume mi argumento es "intensamente". Porque todo en ellas lo percibo intenso, todo es agotador y excesivo. Están llenas de una vitalidad extenuante, totalmente contagiosa. Son una hipérbole la juventud, de la vida.

Y sí, cada día hay más, pero también hay cada vez más una demanda de vivir sin limites, de flexibilizar los tabúes y de gozar del momento, durante todos los momentos de la vida. Una juventud irresponsable, sí. ¿Autodestructiva? Sin duda. ¿Podrán pagar nuestras pensiones? Probablemente no. Pero qué cojones, cuando nos encontremos todos en el Más Allá se reirán de nosotros, se reirán de haber roto todos los limites que nosotros respetamos por miedo, y por estar locos, por ser alegres dementes que bailan música de mierda anestesiados por el alcohol cuando nosotros ya trabajabamos. Los locos son sólo gente que no sabe cuando parar de bailar, y están siempre bailando.
 
mister4 rebuznó:
Bienvenido Kali Yuga, me gusta tu forma de escribir.

Concordaréis conmigo en que las mujeres maníacas son gente peligrosa y a evitar, pero también en que sólo con ellas se siento uno vivo de verdad. La pasión que le ponen a todo, no sólo al sexo (que también), es algo que realmente te revitaliza el alma. Te sientes joven con alguién así, mientras puedes seguirle el ritmo, claro. Yo creo que es algo de lo que te acabas arrepintiendo, pero que nadie debería morir sin probarlo, algo así como el LSD. Yo he sido intensamente feliz e intensamente desgraciado al lado de mi desequilibrada, y la palabra que resume mi argumento es "intensamente". Porque todo en ellas lo percibo intenso, todo es agotador y excesivo. Están llenas de una vitalidad extenuante, totalmente contagiosa. Son una hipérbole la juventud, de la vida.

No sé qué clase de trastorno afectaba a la locuela que recuerdas con tanta ilusión, pero cuanto menos tu visión de una persona trastornada es idílica y divertida, percepción que no comparto en absoluto.

Veamos, se impone un enfoque medianamente científico sobre este asunto.

Por estadística: ¿Cuántos de quienes pululan por este foro y hayan salido al menos con media docena de hembras durante un cierto tiempo a lo largo de su vida no se han encontrado con, digamos, un tercio de chifladas peligrosas de ese pelaje?

Por favor, no olvide mencionar a los chalados también. No he podido encontrar una estadística que muestre el porcentaje de enfermos mentales según el sexo y la dolencia en cuestión. Estoy casi segura de que la depresión es una enfermedad eminentemente femenina, al igual que el trastorno bipolar, pero creo que si hablamos de sociópatas o esquizofrénicos el número de varones afectados es mayor.

Me muestro más democrática que usted en este sentido, la locura no es exclusivamente femenina. Quizá sea porque me ha tocado lidiar con una pareja de dementes. Él era compañero mío de la universidad, y "mi pobre corazón, mi virtud y mi defecto, mi barranco y mi camino", me hizo acercarme a él, puesto que casi siempre estaba solo. En buena hora lo hice. Comenzó a contarme su vida, sus problemas con su novia y poco a poco fue acoplándose a mi grupillo. La jodienda era que comenzó a ponerme ojos tiernos, y por las tardes no cesaban los mensajes de corte romántico y las llamaditas perdidas.

Nunca jamás le seguí el juego, yo tenía pareja en aquel momento y en vista de que me iba a buscar un problema con la puñeta de los sms, le pedí amablemente que me dejase en paz. No lo hizo ni siquiera cuando dejé de estudiar allí. Su novia debió interceptar alguno de los mensajes que me enviaba, y en vez de tomarla con él, comenzó a su vez a acosarme telefónicamente. Recibía llamadas insultándome a horas intempestivas. Me negué a cambiar de número y esta situación duró hasta que se cansaron ambos.

Lo peor del asunto es que, tras cuatro años de no saber nada de ellos, vete tu a saber por qué, hace unos meses él comenzó el bombardeo de mensajes de nuevo. Me contaba que durante este tiempo su novia y él me habían estado buscando mano a mano en tuenti, facebook:shock::shock::shock::shock:, para saludarme y saber de mí :2:2:2:2 (¡viva el trabajo en equipo!), que no habían podido encontrarme, y que ya no estaban juntos. Le llamé y le pedí por el amor de dios que no volviese a contactar conmigo, que le iba a denunciar. Y por suerte, hasta hoy no he sabido nada más.

Perdón por el súper ladrillo.
 
Espero no ofender a Kali Yuga si le digo que sobre su relato planean, a mi modo de ver, los fantasmas de la mixtificación, de la fábulación, y cuando menos, de la exageración. La mulata desquiciada del esfínter acogedor no se me hace tan tangible como, pongamos por caso, la chiflada que pretendía apuñalar al entrañable Benito en el Carrefour.

Su prosa, señor Kali, aunque extraordinariamente rica y descriptiva, no me permite formarme una imagen cabal de su personaje, que se me antoja una entelequia; su narración carece de los tintes de verismo, del hálito bronco y vital que debería desprenderse de una historia de ésta naturaleza.

El cono sur nos proporciona mujeres en gran número, tantas que dejan indecisa a la preferencia. Unas son dulces y cariñosas, aunque simples, y con ellas nos solazamos y pasamos el ratito sin más pretensiones. Otras, embusteras y gorrinas, acaban en la trena por traficar con drogainas.
Algunas le roban las halajas a la abuelita que cuidan, otras engañan a un señor mayor y le quitan el piso y el apartamento o la paga de militar retirado. Otras paren un retoño y lo tiran a un contenedor, pero yo con esas no me hablo. Son hechos por todos conocidos.

Pero yo no me termino de creer lo de la mulatita, hoiga. Qué quiere que le diga.


Respecto al desengaño, y sobre todo al autoengaño, pues sí. Todos nos hemos autoengañado alguna vez, yo más de una. Cuando fornicamos con alguna chiflada preferimos pensar que nos ha encontrado irresistiblemente seductores antes que caer en la cuenta de que sus ansias de fornicio se deben simplemente a una tara en su cerebro. Uno tiene su orgullo.

Otro ejemplo de autoengaño: hace unos años me "ligué" (eso creía yo) a una milfa mediante un anuncio en el periódico. Sus trazas, comportamiento, y sobre todo su rapidez en quitarse las bragas, realmente no vaticinaban nada bueno, me olía a cuerno quemao. Nos vimos unos cuantos días, y una tarde un amigo mío me encontró con ella en una cafetería, ejerciendo el pagafantismo.
Cuando me encontré a mi amiguete, días más tarde, le faltó tiempo para decirme:
-Cuidao con esa que es mú conocia en el barrio. La semana pasada iba con un cachitas y a mí también me se insinuó.
Estaba claro que era una fulastrona, pero cuando mi hamijo tuvo a bien el prevenirme, lo primero que pensé fué que si tuviese a mano un boñigo de vaca en ese momento, se lo hubiera metido en la boca.
-Pues oye, a mí no me ha pedido dinero. Y me ha dicho que le gusto.
En fín...
 
mister4 rebuznó:
Bienvenido Kali Yuga (...)

Yo creo que es algo de lo que te acabas arrepintiendo, pero que nadie debería morir sin probarlo, algo así como el LSD. Yo he sido intensamente feliz e intensamente desgraciado al lado de mi desequilibrada, y la palabra que resume mi argumento es "intensamente" (...)

... cuando nos encontremos todos en el Más Allá se reirán de nosotros, se reirán de haber roto todos los limites que nosotros respetamos por miedo, y por estar locos, por ser alegres dementes que bailan música de mierda anestesiados por el alcohol cuando nosotros ya trabajabamos. Los locos son sólo gente que no sabe cuando parar de bailar, y están siempre bailando.

Le sigo desde hace un tiempo mister4, y he de decir que en más de una ocasión he sentido profunda empatía con usted por temas que, aunque ahora no vengan al caso, espero debatir llegado el momento.

Hay recuerdos que se trazan en la arena, otros se escriben con tinta y sin duda son otros, los más intensos, los que se retienen en la memoria como auténticos fósiles incrustados en neuronas de piedra.

Elmer Batters rebuznó:
Espero no ofender a Kali Yuga si le digo (...)

Pero yo no me termino de creer lo de la mulatita, hoiga. Qué quiere que le diga.

En absoluto caballero, con educación me puede decir de perro judío para arriba. Y sin ella también.

Me parece respetable su postura, y comprensible. Yo también le daría más credibilidad a Benito, por su trayectoria como forero, que a un desconocido que no cuenta nada de sí mismo mas que experiencias incompletas.

No soy una persona sincera al 100% pues tengo que asegurar mi propia supervivencia, pero eso es en la dimensión física. Aquí no tengo orgullo que alimentar patéticamente con las aventuras que siempre quise vivir, ni ninguna plaza imaginaria en la que erigirme una estatua de bronce de 4 metros (Jesulin style), ni persigo un grupo de anónimos aduladores. Puede que éste sea el lugar en el que más sinceramente pueda expresarme, precisamente por encontrar a gente de mi calaña y otros engendros, y que nadie pueda señalarme con el dedo porque se acuerdan que en el instituto o trabajo hice o dije tal.

De hecho, y aunque no tengo la inquietud de convencerle, sí he de reconocer que mi relato está tan resumido que no da para formarse una idea congruente de la personalidad de una criatura como la que tuve la desdicha de soportar. Consideré innecesarios más detalles, que aunque aportarían más credibilidad y un perfil psicológico aproximado para poder juzgar con mayor objetividad a la interfecta, no harían sino saturar un primer post que ni siquiera sabía si alguien iba a molestarse en leer.
Soy muy celoso de mi intimidad pero como me siento ingenuamente anónimo en la red y en el foro, me doy a compartir experiencias sin mayor pretensión, al menos en aquél mi primer post, que motivar a alguien para responder y que mi presentación no bajara directamente a la página 2 del subforo. Y tendría un espíritu muy pobre si para ello tuviera que mentir.

Es evidente que en casi un año de relación cabe mucho más, y la susodicha aún da más de sí, pero ni quería remover tanto archivo mental ni consideraba necesario asomar la patita por debajo de la puerta para que alguien se asegurara de que no soy el lobo.

Perdón por el súper ladrillo.
No hay nada que perdonar, ya está la veda de ladrillos abierta y el que se corte será considerado homosecsual. De hecho espero que ningún padawan de rusas-macizas venga a emularle.
 
Todo esto me ha traído a la memoria una chica que conocí años ha. Fue cómodo, fácil y rápido. Estimuló mi polla a velocidad de vértigo y eso me perdió. Me explico:

Andaba yo chateando en Inforchat (creo recordar, aunque no podría jurarlo) y me abre una ventanita una señorita que me dice que me quiere conocer (como en la canción de Café Quijano). Bien; empezamos las presentaciones, las alturas, los pesos, el color de los ojillos, y todas esas cosas que se dice uno para ir cogiendo confianza durante los primeros cinco minutos, pero fíjense ustedes, hijos de fruta, que al sexto minuto de conversación inicial, me espeta, tal que así, sin rodeos:

- "Me gustaría quedar ahora para follar contigo."

Pensé inmediatamente... "Dios nooo, otro maricón.", pero total, uno ya está inmunizado a toda clase de bichos y plumas y como tenía tiempo y quería divertirme, le sigo el juego y mira tú por donde me encuentro que no sólo es una tía, sino que es una tía que está mu maciza físicamente (manda fotos) y que me repite cada 5 minutos la misma cantinela de que la folle o de que me quiere follar. Yo, que soy prosuicida nato y que nunca le hago ascos a una hembra ardiente (como el 99% de los hijosdeputa de este foro), tras tomar las precauciones de pedirle el teléfono y algunas preguntas más íntimas y personales con el fin de averiguar un poco más sobre ella (soltera, domicilio, vive lejos, en otra provincia, a qué se dedica y esas pamplinas) y pillarla en una mentira, resulta que accedo a quedar con ella en un hotelito (nada de preámbulos) porque, ¿a qué desquiciada hembra se le ocurriría hacer 250 km. para verme si no es por un afán fornicatorio supremo? Pensé: "¡Viva la ninfomanía y su puta madre!"

De todas formas, son las dos de la madrugada y sé que es mejor esperar al día siguiente por la mañana, por eso de si me degüellan salir mejor con luz de día en las fotos de los periódicos (el tono de flash o de tungsteno nunca quedan bien). Ella quiere hacer los 250, pero consigo convencerla de que por unas horitas su humedad vaginal no va a decaer y que podemos estar mejor si amanecemos descansados y pletóricos.

Bien, esa misma mañana me envía el primer Sms a las 7 y algo, y quedamos en encontramos en un lugar público muy concurrido (una estación de tren), porque según sus propias palabras, es el único lugar hasta el que sabe llegar en mi propia ciudad. No es mi estilo, que soy capaz de entrar en el infierno si veo que una me guiña el ojo, pero dado el caso, esperar 10 minutos más por mojar en caliente merece la pena.

Me hace una llamada al móvil diciéndome que ha llegado, la localizo, me paso la lengua por los labios (una TB 8 u 8,5), mis ojos azules deslumbran como faros, nos miramos, le doy los besitos de rigor y nos metemos en la cafetería de la estación a tomar una cervecita antes de conducirla a donde el destino nos ha arrastrado inmisericordes. Se la ve tranquila, sosegada y confiada y ni siquiera se corta un pelo ni se retrae un centímetro cuando la beso en los labios o pongo mi mano en su muslo y deslizo mis palpos por su pierna hasta debajo de la mini mientras sostengo la cerveza en la mano y la miro sonriente a los ojos. ¡Qué piernas, por hamol de LOL!

Como no quiero que me fiche, le digo, mientiéndole, que he venido en un cercanías y que tenemos que ir al hotel en taxi, porque sin coche el trayecto es largo. Ella accede y durante el trayecto hablamos simplezas y nos damos piquitos cada vez más ardientes, mientras el conductor sonríe y me envidia. A la llegada al hotel, ni preliminares ni demonios: se me echa encima, se sienta en mis rodillas, se quita el jersey y me pone un par de tetas preciosas en los labios, me tira a la cama y sin consultar ni decir ni preguntar pa dentro, tal cual, a pelo, como a mí me pone verraco, esgrimiendo el argumento de que está operada de ligadura de trompas por un problema del útero o algo de por ahí. Me lo voy a creer igual, así que rozo el cielo de placer. Así de 11:00 a.m. a 19:00 p.m. Sólo interrumpimos la culminación del proceso de matarnos mutuamente para ir al bar de abajo a tomarnos unas tapitas a las 16:00 y proseguir en la lucha cuerpo a cuerpo. Se viste, se arregla, se pinta, cogemos otro taxi y de vuelta a la estación. Un par de besos a tornillo y se va de regreso con sus 250 km. por delante sin ni siquiera decirme si me volverá a ver o llamar... Tampoco hizo falta mucha paciencia. Esa misma noche me da un telefonazo y me dice que le ha gustado tanto que quiere volver a verme al día siguiente...
:shock: :1

¿Para qué engañarnos? Me digo a mí mismo: "Esto es lo que yo quiero ser de mayor.", así que le digo que no hay problema, que se venga, que estoy disponible. Con la confianza, sin preámbulos ni gaitas, cuando llega al día siguiente, aquello no era una mujer: era una exprimidora profesional, una mákina de matar. Qué manejos, qué tactos, qué palpos, qué lengua, que de todo. Pensé que la Felicidad en vida era esto que me estaba ocurriendo... pero, siempre hay un pero, ¿no? Terminamos el primer polvo y se me pone a llorar desconsolada... Sé que han sido muchas emociones juntas en poco más de 24 horas, yo tengo mi corazoncito, soy humano a veces, suelo ser cariñoso con hembras por encima de 6 (recuérdese que ella pasa de 8) y trato de consolarla, de darle todo tipo de caricias y de comprenderla, pero hay un gran enigma oculto en su vida. :2

Paseamos, hablamos y empiezo a pillarla en contradiciones raras. Ayer estaba soltera, pero hoy tiene novio, aunque se ha peleado con él. Bueno, mejor para mí, ¿no? 8-) Luego al día siguiente que ayer estaba soltera y hoy tiene novio y además tiene un hijo pequeño. Bueno, normal, si folla así habitualmente lo raro es que no lo tenga, aunque recuerdo de pronto algo alterado que ayer me dijo que se había hecho la ligadura de trompas hacia varios años por un problema interno. ¿Ligadura de trompas, problema ginecológico y ahora tiene un hijo? Ya estaba yo empezando a escamarme un pelo, pero cuando la polla arde el cerebro está poco irrigado y presto escasa atención a raciocinios o lógicas aristotélicas. Mamada hasta el final y nuevos besitos de despedida.

A la noche siguiente, me llama de madrugada, que quiere verme, que me necesita, que flipa con lo buen amante que soy... :roll: Y quedamos. Se ve que mis gónadas no están todavía suficientemente vacías y algún resto queda como para no temblar con esa afirmación. Bien, al cadalso: accedo.

Nuevo polvo, nueva dilapidación de copitas, hotel y de desplazamiento, pero todo sea por el goce carnal. Esto es una hembra y lo demás son tonterías.

Al final, nuevos llantos a lágrima viva, más besitos, más caricias. Hoy me empieza a contar que no está operada de ligaduras :shock:, que está casada hace años, que cree que su marido le pone los cuernos con la secretaria de la empresa que llevan los dos juntos pero que no puede afirmarlo, y que pese a los antidepresivos que está tomando, la vida le resulta estéril, vacía, huera, hueca, futil y falta de estímulos y que realmente no vive donde dice vivir, ni trabajar donde me dijo que trabajaba.

Bien, me digo, mejor para mí, que dure, que dure... pero señores, no, no dura. A partir de esas declaraciones, empieza a tratarme con cierta frialdad y displicencia, a darme largas para que no le meta mano como la furcia que es y a mantenerme a raya, aunque finalmente accede a que tenga posibilidades de volver a dejarla embarazada si hay bingo. Lo hacemos, pero su actitud es de una esquizoide que mira a lo lejos, que no se mueve, que balbucea a veces, que parece estar en estado comatoso y que no goza ni deja gozar. ¿Dónde está mi chica perversa de días atrás???

Sin ganitas de nada, salimos del hotel, nos damos los besitos de rigor sin mucho entusiasmo y me promete volver a vernos pronto y darnos el lote, porque "yo la comprendo, se siente bien conmigo, he sido la salvación de su tristeza en horas bajas y, además, follas de vicio".

De eso hace ya varios años y ni una sola noticia suya desde entonces. Laura (no se llamaba así, pero queda bonito) no volvió a llamar, ni a mandarme un Sms, ni a responder a alguna llamada que le hice. No quiero ni pensar qué hubiera ocurrido si llego a seguir viéndola. En poco más de 4 días cambió de estado civil, de maternidad, de estado físico, de profesión, de domicilio y de ropa y yo me quedé más seco que una mojama en el Sahara en el mes de julio.

Creo que no es por perturbadas, pero me parece que abundan mucho más de lo que nos podemos imaginar. Cualquier mujer podría serlo en cualquier momento. No busquen muy lejos, seguro que tienen alguna al lado, muy cerca.
 
Mis experiencias con locatis han sido muchas, más que las ramas del níspero, y a veces aún me recorre un estremecimiento cuando traigo memoria de alguna de ellas. Contaré una de las más recientes, por no decir la última, para que no decaiga.
Conocí a una tímida señorita, soberbiamente tetuda y algo entrada en carnes haciendo uso de mi método directo. No era española, con lo que el éxito estaba prácticamente asegurado.
Respondía con gran pacatería a mis requerimientos, pero poquito a poco, sin pausa pero sin prisa, se fué "abriendo" en todos los sentidos. Pronto ocurrió lo que nunca debía haber ocurrido: empezaron las visitas frecuentes a mi trabajo, las llamadas compulsivas a altas horas de la noche, los aspavientos, los desvaríos y las llantinas. Al parecer yo lo era todo para ella; colmábame de presentes casi semanalmente, alguno de ellos bastante caros, lo que me llenaba de incomodidad y de remordimientos, pero era imposible no aceptarlos sin tener que enfrentarse a las más penosas escenas.

Presentábase en mi trabajo, como digo, día sí y día también. Pero como estaba yo sólo y no tenía inconveniente en posponer mis obligaciones, cerraba la puerta con llave, sacaba una esterilla de gomaespuma que compré en los chinos a tal efecto, y practicábamos estimulantes coitos en horario laborable, de 10 a 2 y de 5 a 8.30.. lo que suponía un agradable aliciente, una especie de descanso del guerrero que aliviaba la monotonía en el currelo.

-Ya sabes a lo que vengo ¡A que me folles, pero bien follada!
-Pues mira, es que ahora estaba terminando de hacer ésto y...
-Quiero que me la metas por el culo!

Al principio vale. Cuando pasó una temporadita, ya me empezaba a cansar, la verdad sea dicha.

-Eso sí es una polla! Qué bien me la metes! Machote! AAAAAyyyy

Aquí no había autoengaño, ya digo que la experiencia es reciente, y uno a estas alturas tiene los guevos pelaos y está henchido de experiencia. Sabía perfectamente que estaba zumbada desde los primeros días. Su presencia me producía sentimientos contradictorios, pero sin duda primaba la incomodidad.
Las ciclotímicas aparecen y desaparecen de la vida de uno de una manera tan radical que produce pasmo.
LLevaba ya unas semanas sin verla, y la verdad que a esas alturas de nuestro idilio, me suponía un alivio. Y una mañana, se presentó con los ojos hinchados, desgreñada y con una cara de loca que daba grima verla.
Entró al despacho, se despelotó y tiró la ropa al suelo. Yo estaba sentado en la silla del ordenador. Me desabrochó el cinturón y me bajó los pantalones con sin par violencia, y sin comérmela ni nada (qué falta de consideración), se puso encima mío y empezó a dar botes chillando a grito pelao. La verdad es que ese día andaba yo calentorro y no me parecía mal la cosa.
-¿Te has corrido, te has corrido?
Siempre lo haciamos a pelo, a veces con marcha atrás y otras a la buena de dios.
-¿Te has corrido?
Yo no me había corrido ni estaba cerca de ello y así se lo hice saber de las mejores maneras que pude, dado lo impertinente de la pregunta.
En éstas que me descabalga, se pone en pié, se mete el dedo corazón el el chumino, me lo enseña y dice:
-Te has corrido!! me has metido toda la leche! Y si no, ésto qué es?
Empezó a soltar improperios, tan enrevesados y a tal velocidad que mucho tuve que contenerme para no arrearle un buen sopapo, que de momento es cosa que nunca he hecho.
Se secó un poco el coño con un kleenex, se vistió de mala manera y desapareció. Luego de un par de meses o tres, vino y me presentó a su nuevo amor, un chico delgadito con gafas.
De vez en cuando me pongo alguna corbata de las que me regaló o reviso un glorioso vídeo que le hice, con striptease, mamada y lefada facial que guardo como un tesoro y que es muy tonificante y bonito de verse.


Y les voy a decir una cosa, queridos hijos de puta: me molesta que ya no folle conmigo. Me molesta encontrarla por la calle con su nuevo sufridor, que por la pinta que tiene no dudo en que aguantará carros y carretas ante la posibilidad de meterla en caliente.
Y me pregunto si es normal sentir algo tan sospechosamente parecido a los celos (soy un gilipollas, lo sé) por alguien que en realidad nunca te importó lo más mínimo y de la que solo has apreciado sus mamadas y folladas, y que además tienes la certeza de que está como un cencerro.
Siempre siento esa necesidad de exclusividad y puede que de posesión por las mocitas que me paso por la piedra, por superficiales y esporádicos que hayan sido nuestros encuentros, y ésto me trae más de un dolor de cabeza. ¿A vosotros no?
 
Volviendo al tema del hilo, como los anuncios de la droga:

DECIR NO A LAS LOCAS.


Que facil es decir esto cuando no tienes a una tia con dos tetas como cabezas de rodillas sacandote la polla mientras de dice que quiere que le folles la garganta hasta que se le irrite la barbilla, no te jode...
 
mister4 rebuznó:
Los locos son sólo gente que no sabe cuando parar de bailar, y están siempre bailando.

Pedazo de frase. ¡Está ustec que lo tira, hoyga!
 
Atrás
Arriba Pie