Estrasburgo es una ciudad bellísima. Estrasburgo, hoy Francia, fue en su día alemana, y conserva un fuerte carácter alemán en sus barrios antiguos, como el muy pintoresco La petit France. La catedral es impresionante, además. A mí, desde luego, me sorprendió y encantó a partes iguales. Merece mucho la pena su visita, y también merece muchísimo la pena la no muy lejana Heidelberg, ya en Alemania, que es una pequeña maravilla. Además el entorno de la Selva Negra también es muy bonito, si te gusta la naturaleza.