Tenia 18 años y un amigo de la familia le dijo a mis padres que necesitaban a alguien par trabajar durante el mes de Julio en su empresa.
Mi padre, harto de verme vagear por casa, me dijo que si me apetecía trabajar durante ese mes y sacarme unas pelillas para mis cosas.
Acepté, aunque no es que me apasionara el tema.
El trabajo no era nada especial. Simplemente hacer unas estadísticas de ventas, para lo cual tenia que buscar y fotocopiar unos albaranes y hacer una serie de cálculos. Cada día unos pocos.
En las oficinas de la empresa (de la cual omitiré el nombre, pero que es muy conocida), habría unos 500 trabajadores (en Julio), la mayoría tías. Casi todas ellas eran administrativas.
Una de ellas era Marisa. Su trabajo, también temporal, era el de entrar datos en un ordenador.
Marisa trabajaba en una de las salas de informática y yo... bueno, a mi me ubicaron en la cocina porque no tenían una puta mesa para mi

Ya se sabe, era el pardillo y sólo iba a estar un mes, así que me tocaba apechugar con lo que fuera.
El caso es que, por estar en la cocina, conocí a casi todo el mundo, pues la mayoría iban a desayunar ahí.
Como os decía, Marisa también venía cada dia. Poco a poco fuimos entablando amistad.
Al cabo de unos 15 dias de estar ahí, me dijeron que hacía falta alguien para entrar datos, ya que la chica que estaba haciéndolo (Marisa) no daba por el culo a mi madre todo lo que a ella le gustaría.
Como ya estaba hasta el gorro de hacer fotocopias, me ofrecí para ayudar. Además, estaría con alguien, podría estar acompañado y en una mesa y una silla en condiciones, ya que la cocina no era exactamente el mejor sitio de todos.
No pasaron ni dos dias que Marisa me confesó ser ninfómana. Tenia novio, pero éste estaba trabajando en Madrid (en TVE) y lo veía muy poco, así que ella estaba bastante quemada.
Yo le confesé que era virgen y que estaba buscando perder la virginidad.
Nuestras conversaciones fueron subiendo de tono y fantaseábamos con la posibilidad de enrollarnos.
Hasta el momento todo era coña, pero un dia me armé de valor y le deje una nota en el monitor. "Si quieres follar conmigo, sonríe."
Ella lo vió y se rió, más movida por lo que ponía la nota que porque quisiera hacer algo conmigo.
La miré y le dije: "Te has reído! Quiere decir que tengo posibilidades?"
Ella me dijo que si. Que cuando quisiera.
Quedamos para esa misma tarde. Ni ella ni yo teníamos nada mejor que hacer así que.... porqué no?
Marisa era una chica del montón. 31 años, 1.70, de cuerpo normalito, buenas peras y de cara simpática. Ni guapa ni fea.
Llamé a un amigo cuyo padre tenía un pub. Le conté la situación y me dijo que me dejaba las llaves del local entre las 7 y las 9, antes de que llegara su padre para abrir.
No me lo pensé dos veces y me fuí corriendo a su casa a buscar las llaves. Luego me fuí al sitio donde había quedado con Marisa y nos fuimos al Pub.
Pillé un par de cervezas y nos sentamos en un sofá. Charlamos un rato y luego empezó la fiesta.
No os voy a dar muchos detalles, ya que fué ella la que lo hizo todo. Yo sólo me tumbé y, aunque me costó relajarme, al final acabé lanzándome.
Después de esto quedamos 3 veces más, una vez ya había acabado mi trabajo en esa empresa y estaba dedicado de lleno con los estudios.
Las otras 3 veces lo hicimos en su coche, en el parque y en un local habilitado para estos meneteres, de esos que pasas, te traen una copa y corren unas cortinitas para que hagas lo que quieras.
No la volví a ver más.
De eso hace ya 17 años.
Y vosotros? Cómo fue vuestra primera experiencia?