draugar rebuznó:
estuve ayer en el chalet de la calle cerro de la carrasqueta nº 156, estuve con una chinita delgada joven simpatica, que hace un frances de lujo, recomendable. el tel. es 662502794
Pasé por allí hace un par de semanas, y la experiencia fue un poco friki, por no decir cosas peores.
Aparecí por allí sobre las 10 y media de la mañana y, a pesar de que la grabación del teléfono dice que a partir de las 10, allí estaban todas durmiendo. Gran cortada de rollo.
La que dormía en el salón, que fue la que me abrió, me sube a la planta de arriba y levanta de la cama a dos chinitas, una tal Lisa y otra que me dio un nombre chino con el que no me quedé. Pasé con esta última. 50 media hora, 80 una.
Las instalaciones muy bien, para lo que suelen ser los locales de chinas. Nade que envidiar a Ambrós, aunque está un poco desordenado. Eso sí, hay un vecino dando el coñazo con el piano una cosa mala.
Bueno, la chica muy jovencita y muy delgadita, con mucho sueño y frio. Cuerpo bonito y unas tetas que no cuadran con su delgadez. Sin duda operadas, aunque muy bien.
Aunque tiene baño en la habitación me manda al del rellano a lavarme. Cuando vuelvo, ella se está lavando en el suyo y vuelve con el chocho untado de lubricante. Mierda, es la primera vez que me lo hacen. Se jodió el cunilingus, y la chica se lo merecía.
Nos metemos en la cama, sensación que me gustó, eso de meterme en la cama en la que estaba durmiendo un momento antes. Parece como que da más intimidad. Es su cama, no una cama pa follar. Bueno, tonterías mías.
Nos hacemos cariñitos y le meto mano hasta que se anima y despierta un poco. Naturalmente, ni papa de español, pero decir "¿chupa?" si saben. Se pone a chupar a pelo. Pero bastante raro y mal, como de lejos, casi parece que sólo le da besitos.
Al poco, con la cosa en posición de ataque dice "¿follal?" y yo le digo que chupe un poco más. Pero como si se lo dijera en chino (bueno, no). Me pone la goma y se sube. Folla mejor que chupa, poniéndose en cuclillas y subiendo y bajando bien, no sólo palante y patrás.
Al poco la pongo A4 y ahí me quedo hasta el final. Muy rico polvete.
En el relax post-coito, mientras intento charlar un poco (uff, qué duro) la voy acariciando y tal, hasta que mi mano se detiene en una pequeña cicatriz en el vientre. Sitio raro para el apéndice, pienso. Y ella me hace gestos de clavar cuchillo en el vientre. Ja, ja. Muy bueno. Hala-kili. Pero eso es japonés.
Pero a continuación me muestra las muñecas. Horror. Cicatrices obvias de intento de suicidio.
Como no sabe español, no me entero de qué me quiere contar. Que si un novio, que si dinero, dinero. No consigo enterarme de si esa es la situación actual o de la que ha huido. Hombre, las cicatrices se ve que no son recientes, pero el mal rollo, tremendo. La duda de si la están apretando ahora mismo o de si está ahí porque ha escapado de ello.
No sé si seré capaz de volver para intentar averiguarlo. La chica me gusta y quisiera saber que están ahí por voluntad propia, que lo parece, y si no, denunciarlo. Aunque no sé si con eso se les hace un favor a ellas.
En fin, si alguno sabéis algo o podéis ampliar información, gracias.
Por cierto, me fui ya pasadas las 11 y allí seguía sobando todo quisqui. Era un martes, creo.