La anécdota es que sus soldados indios (fundamentalmente sikh) le tenían tanto respeto que creían que era un dios, concretamente un avatar (en el sentido hinduista de reencarnación) de Brahma. Gracias a esta teoría, se creó el culto del Nickal Seyn - ismo (por la pronunciación autóctona de su apellido), de corta duración tras su muerte.
Debía ser un tipo de trato poco exquisito con sus enemigos, pese a ser como un ídolo ya que, en una carta, escribió:
Let us propose a Bill for the flaying alive impalement, or burning of
the murderers of the women and children at Delhi. ... I would inflict
the most excriutiating tortures I could think of on them with a
perfectly easy conscience.
-- Brigadier John Nicholson, in a letter to Herbert Edwardes,
Commissioner at Peshawar.
(Propongamos una ley para empalar y desollar vivos, o quemar a los asesinos de mujeres y niños en Delhi...Les infligiría las más dolorosas torturas que se me ocurriesen sin el más mínimo remordimiento.
Traducción a bote pronto)
P.D. Su turno.