Undertaker rebuznó:
¿Sabes qué pasa?, que me pongo nervioso si llego a las treinta páginas de un libro y todavía no he extraído ninguna frase o fragmento para guardar.
Soy un esclavo de la estética, qué le voy a hacer.
Es por eso que tú prefieres a Fante y yo a Miller.
Pero lo leeré, ya te digo.
On the road es literatura sobre ruedas. Pura música. No hablo de música líricamente, hablo del bop de la novela, del ritmo:
La generación más joven del jazz, sobre todo Parker y Gillespie, optaron por reírse abiertamente de las normas. La respuesta de Gillespie al aburrimiento de la rutina del
swing fue tocar a un
ritmo furioso y llenar el breve solo que se le concedía en la
orquesta con tantas ideas
armónicas y
melódicas como podía.
Por eso no hay fragmentos memorables, porque es pura improvisación, son sentimientos atropellados.
A mí no hay ningún autor que me haya hecho sentir más vivo que Kerouac. Eso sí, igual que cuando te pegas la fiesta de tu vida luego te pasas tres días de bajón, cuando terminé de leer En el camino caí -para variar- en un estado melancólico terrible. Pero es que eso también se refleja en muchos fragmentos de la historia, sin ir más lejos en el mismo final. Kerouac es el bourbon, el jazz, las drogas, la bisexualidad; una orgía ciclotímica al compás del motor de un viejo coche. Sin detenerse. No hay lados oscuros, no hay escritores malditos. Kerouac pone su ego al servicio de la historia, por eso me gusta mucho más que Buks, por eso mismo creo que Buks no quería que le compararan con él.
Kerouac es un escritor de la vida, como Boris Vian, un existencialista moderno:
“La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos coches amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un “¡Ahhh!”. ¿Cómo se llamaban estos jóvenes en la Alemania de Goethe?”
“¿Qué se siente cuando uno se aleja de la gente y ésta retrocede en el llano hasta que se convierte en motitas que se desvanecen? Es que el mundo que nos rodea es demasiado grande, y es el adiós. Pero nos lanzamos hacia delante en busca de la próxima aventura disparatada bajo los cielos.”
Comimos un poco y tomamos mucho té y preparamos las mochilas con todas nuestras cosas. Nunca había pasado momentos más felices en mi vida que aquellos solitarios instantes en los que bajaba por el sendero de venados, y cuando cargamos las mochilas, me volví y lancé una última mirada en aquella dirección. Ya había oscurecido y tuve la esperanza de ver alguno de los venados, pero no había nada a la vista y sentí una gran gratitud por todo aquello. Había sido como cuando uno es niño y ha pasado el día entero correteando por bosques y prados y vuelve a casa al atardecer con los ojos clavados en el suelo, arrastrando los pies, pensando y silbando, tal y como debían de sentirse los niños indios cuando seguían a sus padres, las huellas de sus padres; era un sonsonete de gozosa soledad, sorbiéndome los mocos como una niña llevando a casa a su hermanito en el trineo y los dos van cantando aires imaginarios y hacen muecas al suelo y son ellos mismos antes de entrar en la cocina y poner la cara seria del mundo de los mayores. Pero ¿puede haber algo más serio que seguir el rastro de unos venados hasta encontrar el agua?
A mí el libro me arrancó de la cama y me elevó por los aires, hace cuatro años, no tanto tiempo. Y lo he leído desde entonces mil y una veces, porque me bastan con abrirlo por una hoja cualquiera y poner en marcha el motor del coche.
Dejo el enlace de uno de los mejores hilos del subforo, por si alguien gusta:
https://foropl.com/foro-libros-comics/34362-generacion-beat.html