La verdad sobre el caso Savolta ganó en 1975 el Premio de la Crítica, no el Planeta. Llevo mucho tiempo tras
La banda negra de Manuel Casal Gómez, crónica del pistolerismo barcelonés del primer tercio del s. XX en la que se basó Mendoza.
Poco a poco me voy desengañando pero todavía le doy un voto de confianza a Mendoza.
Antígona rebuznó:
Estoy deseando ponerme con Houellebecq, me lo han recomendado encarecidamente.
¿Qué crítica me da usted, señor Juvenal?
De Michel Houllebecq sólo había sabía que era un escritor francés
vivo políticamente incorrecto de gran éxito y al que se le acusaba de incitar al odio racial a causa de sus críticas al islam. No le di mayor interés, estaba muy alejado de mis gustos.
A priori, jamás le hubiera leído de no ser por la reciente recomendación de una persona tan especial como sorprendente. Y me enganchó,
no por cómo escribía (ya que su estilo me parece pedestre, poco cuidado y se aleja mucho de lo que estoy acostumbrado a considerar buen estilo al escribir) sino
por lo que escribía: pajas mentales*.
Uno tiene la sensación al leerlo de que siempre escribe lo mismo una y otra vez. Pero esas pajas mentales me retratan certeramente (al menos así lo entendió la persona que me sugirió su lectura). En todo caso pone de manifiesto ciertas situaciones y personajes y plasma estados de ánimo e inquietudes plenamente actuales en mi opinión**. Posiblemente cuando dejen de estarlo, acabe su éxito. Por ahora, tiene bastantes lectores. Quizá ven en él un retratista de la
sociedad actual y de sus
personajes.
Y aunque reconozco que no es un virtuoso de la pluma, que se repite y leída una, leídas todas, cómo me interesa lo que escribe, lo sigo leyendo en su siguiente novela. No puedo evitar leerlo con cierta simpatía y supongo que también lo sobrevaloro por las circunstancias en las que vine a dar con él.
De sus cuatro novelas, la más floja en mi opinión es "Las partículas elementales". "Plataforma" y "Ampliación del campo de batalla" me resultan muy evocadoras. "La posibilidad de una isla" es más de lo mismo... y precisamente por eso me gusta. Está ambientada parcialmente en España (país al que se ha mudado Houellebecq) y hace referencias a David Bisbal, ¿qué más se puede pedir?
*Bueno, no sólo mentales. En todas sus novelas, siempre hay alguien al que acaban pajeando mientras le acarician los cojones.
** Estados de ánimo y un retrato de una sociedad desencantada de la misma manera, salvando las distancias y las formas y sin querer subirlo al mismo pedestal, que hicieron Juvenal, Luciano y Apuleyo de otra sociedad, la romana, y de otro siglo de prosperidad, bienestar superficial y crisis estructural: el suyo, el II d.C.
https://es.wikipedia.org/wiki/Michel_Houellebecq
https://www.bibliopolis.org/resenas/rese0116.htm
https://www.santafebooks.com/libros/2/843396972.asp
https://www.literaturas.com/v010/sec0604/libros_resenas/resena-03.htm
Cuando acabe con Houellebecq, empezaré con un libro que me acaban de regalar hoy y del que no tenía la menor idea:
Seda, de un tal Alessandro Baricco (Turín, 1958), autor italiano
vivo completamente desconocido para mí.
Si saben algo de los mismos, ilústrenme. Ya les diré qué tal está. A priori, jamás lo hubiera leído.