Reina Roja. 568 páginas. Publicado el 8 de noviembre de 2018.
Antonia Scott es especial. Muy especial.
No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes.
Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.
Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso.
Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla.
Y eso le gusta aún menos.
El libro es entretenido, sobre todo en la última parte de la trama, no tanto al principio. Se deja leer, entretiene, pero no es lo que esperaba. Te lo venden como si fuera la rehostia, y no lo es.
Y muy, pero que muy inverosímil el personaje de Antonia Scott. Y eso le resta al libro. Además, siendo, como es, el principal personaje, nunca llegas a entenderla, ni a comprenderla, ni llegas a empatizar con ella. No sé. Que el libro no está mal, pero no es lo que te venden.