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albertzale costras rebuznó:voy a hacerme un mei
Arisgo rebuznó:albertzale costras rebuznó:voy a hacerme un mei
Luego puedes barrer la casa con tu peinado.
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tengo mas mieda en la kresta que la que voy a limpiar, kasi mejor que no
¡VIVA!Sapo pollialegre rebuznó:...
¡¡¡VIVASPAÑA!!!
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MarXito rebuznó:¡VIVA!Sapo pollialegre rebuznó:...
¡¡¡VIVASPAÑA!!!
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¡VIVA EL REY! ¡VIVA CRISTO REY!
¡MUELTE!Sapo pollialegre rebuznó:Al rey que le den por culo.![]()
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¿Por? ¿Por ser monárquico?chevicentet rebuznó:Marxito eres un fumao nano.
casher rebuznó:si se dice que es porque los reyes catolicos invadieron el reino de cataluña
Corona de Aragón, no catalano-aragonesa, ya que Fernando I tenía como título Rey de Aragón y Conde de Barcelona y no Rey de Aragón y Cataluña. Nunca ha existido nada como Corona de Cataluña.Frikatxu rebuznó:Cuándo invadieron los reyes católicos cataluña? se casaron y unieron el reino de castilla con la corona catalano-aragonesa.
Así pues, en el siglo XVI la nobleza navarra se dividía en dos bandos: agramonteses partidarios de la dinastía Foix, y beaumonteses partidarios de Fernándo el Católico, hermanastro del Príncipe de Viana, como rey de Navarra. La guerra civil alimentó la inestabilidad del reino hasta convertirlo en un virtual protectorado castellano en las décadas finales del XV y primeros años del XVI, hasta que Fernando el Católico consiguió terminar el conflicto entre las distintas facciones en 1512. En ese año un ejército entra en Navarra por el oeste al mando de Fadrique Álvarez de Toledo, II duque de Alba. Esta acción fue debida a que los reyes de Navarra habían firmando el tratado de Blois que convertía a Navarra en un estado beligerante y alejado de la neutralidad.Debido a la necesidad de los reyes de navarra de tener aliados a los aliados franceses para intentar conseguir estabilidad.
El hecho de que Pamplona, la capital (dominada por el bando beaumontés, más proclive a Castilla que el agramontés), se rindiera en tres días determinó una operación total en el reino. Tudela, que fue el mayor bastion agromontés, mantuvo una resistencia hasta septiembre de ese año, donde para tomarlo tuvieron que venir fuerzas de Cataluña. Los reyes navarros Juan y Catalina se refugiaron en la parte del reino situada tras los Pirineos, donde siguieron reinando.
Después de eso, las cortes navarras nombran a Fernando el Católico rey de Navarra. Después mediante el tratado de Burgos, el nuevo rey se comprometió a respetar los fueros del reino (como así queda de manifiesto en la reunión cortesana de Burgos donde se trata el asunto de la anexión de Navarra). Los reyes posteriores continuaron jurando las leyes propias navarras. Sin embargo, a partir del siglo XVIII, los fueros comenzarán a ser definitivamente atacados hasta ser abolidos en el siglo XIX. Como justificación ideológica adicional, aparte del tratado de Blois (que convertía a Navarra en un estado enemigo y por lo tanto con riesgo de ser atacado) Fernando el Católico tuvo a su favor el hecho de que el papa Julio II excomulgara a los reyes de Navarra y les desposeyera del reino alegando connivencias de la casa real navarra con el protestantismo que se estaba extendiendo por el sur de Francia y su alianza con el monarca francés.
Los antiguos reyes de Navarra realizaron varios intentos de recuperar el reino desde sus posesiones en Gascuña y Bearn en 1516 y en 1521, siendo destacadas la batalla de Noain en junio de 1521 y la resistencia en el castilo de Amaiur, pero fracasando (en parte por la inexistencia de un ejército propio de la dinastía Albret-Foix, y también debido a estrategias erradas y al hecho de que la población no se alzara de manera generalizada en favor de sus antiguos reyes más que en áreas determinadas y en otras partes con mayor población diera apoyo al ejército de la monarquía hispánica).
En 1516, el cardenal Cisneros, ordena eliminar todos los signos defensivos de Navarra, ya que existía el peligro de que quedaran resquicios de la facción agromontesa enemiga de la beamontesa(la partidaria de la monarquía hispánica). Algunas quedaron en pie, y otras fueron reconstruidas más tarde (como es el caso del castillo de Javier).
Tras una breve ocupación de las inmediaciones de San Juan de Pie de Puerto por parte de Castilla, en 1530 Carlos I decide abandonar Ultrapuertos por su difícil defensa desde la península, y la Baja Navarra es tomada por la dinastía Albret-Foix cuyos posteriores avatares dinásticos harán incorporar esta tierra a la monarquía francesa.
Desde ese momento la actual Navarra peninsular quedará integrada en la Monarquía Hispánica no presentando inestabilidad de calado y permaneciendo leal a la corona castellana cuando hacia 1640 el sistema territorial de la monarquía Habsburgo entra en crisis con la separación de Portugal y la revuelta de Cataluña. Pese a todo, y de manera paulatina, conforme la rivalidad francoespañola se traslade a otros ámbitos Navarra se convertirá en un reino olvidado y cada vez más marginado de los focos de poder político y económico. La dinastía Habsburgo establecerá en Pamplona (como en Valencia, Zaragoza, Nápoles, Ciudad de México, Lima...) la figura de un virrey, permaneciendo con gran actividad las cortes autóctonas del reino.
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