En ese sentido el amor es un sentimiento que no va a cambiar, porque es algo biológico que siempre nos ha acompañado, pero no estará enraizado ya en la institución familiar, sino en aventuras y romances que se tendrán a lo largo de la vida, sin ninguna atadura.
La gente se enrrollará follarán se volverán a enrrollar con otros, de una manera mucho más natural, sin el sentimiento de culpa ni la reprobación general porque están utilizando o traicionando a otros.
La mujer, en ese sentido, está siendo egoísta, porque aún quiere apegarse a aspectos de la relación tradicional que la beneficen. Como que los hombres la mantengan, la inviten, la aporten seguridad afectiva y económica mientras folla con otros, y entonces es una zorra, pero no una zorra por follar con muchos, sino por engañar a uno haciéndole creer que es su pareja fiel mientras sale con otros.
Cuando ya no exista ese utilitarismo de la mujer, sino que se entienda el sexo como algo natural, necesario y generalizado, ocurrirá no que todos follemos, como he dicho, sino que muchas mujeres follen con pocos hombres, que es lo que está sucediendo ahora entre la juventud, que no se casa ni se ennovia en muchos casos, o esos noviazgos no son los tradicionales sino un nombre que se pone al tío con el que se está saliendo en ese momento sin que eso quite que se enrrolle una o uno con otros.
Incluso muchas y muchos ya no quieren casarse ni vivir en pareja, cada uno vive en su casa y no quieren ya volver a convivir con alguien, salen follan, no pueden exigir fidelidad porque tampoco cuidan a esa persona ni la mantienen ni están pendientes de ella las 24 horas. Pero disfrutan como en un romance, como dos amantes, de los momentos que pasan juntos.
El matrimonio como institución está en vías de extinción, os lo digo ya, así como la familia tradicional.