Es que no soy catalán, no hablo catalán, ni me interesa.
Estoy aquí de rebote, me crié en Huesca, con parte de mi familia de la zona de Benasque. Cuando era chavalillo hablaba bastante bien francés incluso, pero se me ha olvidado prácticamente todo.
Lo que se habla en este pueblo no es catalán ni español, es algo muy mezclado, que mayormente hablan los viejos. Lo único en catalán son las señalizaciones públicas, pero cada uno habla lo que le da la real gana y nadie te mira mal, hay mucho jubilado francés por la zona.
Te contestan en un castellano muy cerrado y lo entiendes enseguida.
Donde se nota el catalanismo ya es en Lérida, pero ahí estás de paso y no te van a tocar los cojones en un Ikea o Decathlon.
Siempre es mejor ser el borracho del pueblo, que ser un borracho en una ciudad donde nadie te conoce y acabar con un navajazo.
Por aquí hay algún borracho y sí, se le conoce, pero con cariño. Lo único malo es si andas con prisas porque te cierran el estanco y te tienes que deshacer de su chapa mañanera, que son muy cansinos.
Te sentará mejor, serás un borracho, pero sin toda la polución social de la ciudad, sin ese "dónde coño estoy" o "quién esta gente que me vacila", juntándote con otros de tu estilo en el bar de la plaza del pueblo. Y además te dará el aire.