Torquemada2.0
El calzonazos del Xanadú
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Algo rancio, a qué huele?Lo vendían al lado de el del Madriz. Como los estuches de los niños.
Pues a puro.
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Algo rancio, a qué huele?Lo vendían al lado de el del Madriz. Como los estuches de los niños.
Aparte de eso, puedo ver el futuro, pero no el mío. Tres páginas mínimo. Hilo de tabaco. No falla.
Hijo de puta.
Si te consideras una buena persona has de fumar, es lo que a Bravestarr y a Solid Snake les gustaría.
Que a Marshall Bravestsarr le gustaría fumar?! Eso no te lo crees ni tú.
En todo caso Tex Hex y para de contar.
Cualquier cowboy que mangoneé con tótems indios se mete hasta el polvillo que dejan caer los sacos de porlan, protip: el caballo era en realidad un sidekick de Oregón y humano, para más señas.
Al pobre Bravestarr le pasó desde un primer día lo que le ha acabado pasando a Lobezno con el paso del tiempo, que le borran los puros hasta en las portadas viejas de Marvel Comics Presents cuando eres un producto destinado a venderse entre el espectro más joven de la sociedac.
Jodidos yanquis de mierda.
DEL TODO ERRONEO y no es porque no entienda lo que dices, pero si entramos con este tema aquí igual nos apagan un cigarro en el ojo.
Bravestarr es un tipo que entre los "tips" que tu dices uno de ellos seria decirle "norl a las drojas", que es de "Filmation" el amigo, no de "Subterfuge Comix"
Si te vas a poner a debatir en serio sobre Bravestarr, los Superamigos y su filosofía misterrogersiana, me vas a disculpar pero no pienso hacerlo en un hilo sobre el cáncer de pulmón. Era una simple coletilla sobre la asociación subliminal entre virilidad-fumar, con estructura de discurso de Revolver Ocelot.
Y me pareció oportuno añadir a Bravestarr ya que estoy seguro que entre bambalinas cuando los niños no seguían la serie se ponía fino a tabaco, alcohol, peyote y furcias tuberculosas.
Además, yo era más de la división adolescente de Hanna-Barbera y sus Herculoides, como buen seguidor de Alex Toth.
Y una puta mierda, chaval. Un buen porrete de índica te pone el pito duro y te hace hipersensible. Una gozada follar todo marihuano.
No es cuestión de fuertecito, todavía de una hostia de puedo doblar el cuello. Pero si que hay algo que no funciona bien. Es como si me intoxicase, como si me metiera veneno, y me pongo a sudar como un pollo. Y mi estomago tiene poco aguante, lo cual ha hecho que nunca haya llegado a beber de forma que no me acordase de lo que hice aquel día.
Yo también lo dejé por ansiedad. Echo mucho de menos ver una buena película tronchado, que te atravesasen sus ideas e imágenes como puro placer cósmico, hacerme una manola de un placer comparable a los de las poluciones nocturnas, saborear la comida basura y los palotes de chuchería como si tuviera un puto orgasmo en la boca...
No he fumado jamás, me parece una putísima mierda de vicio encontrar placer en tragar humo y destrozarme los pulmones con esa basura. Sin embargo, tengo una buena anécdota al respecto. Resulta que tengo un vecino que es un subnormal, además de maricón confeso, de unos 50-60 años que vivía en mi escalera, en un piso de arriba, y al que siempre he odiado por su voz cervecera y su figura oronda, además de porque es un comepollas que va con moros jovencitos a que lo porculicen.
Resulta que este infraser tenía la costumbre de fumar en el ascensor alegremente, pese a una pegatina de advertencia que prohíbe hacerlo allí, y que este cabrón se pasa por el forro. En una ocasión que yo iba a subir este pedazo de hez salió con el cigarro tranquilamente del ascensor, y cuando lo vi ante mi una ira homicida me invadió y le solté a gritos que quién cojones se creía fumando en el ascensor y tal, a lo que este mierdo me respondió que fumaba donde le daba la gana y que le denunciase si tenía valor. Me cagué en sus putos muertos mientras se alejaba hasta la puerta de salida sin responder a ninguno de los improperios que le lancé, entre ellos viejo maricón de mierda.
Pasaron bastantes días hasta que volví a coincidir con el citado infraser, que otra vez iba fumando, como de costumbre, en el interior del edificio. En ese momento no lo dudé y me fui para él quitándole el cigarro de las manos y dándole un empujón que casi le hizo caerse. Luego solamente hubo un cruce de insultos y poco más. Al cabo de unos días me llega una carta certificada por correos de los juzgados, el saco de SIDA ese me había denunciado. Seguidamente yo lo denuncié por el tema de que fumaba en el edificio cuando está prohibido por ley. Al final nadie pudo demostrar nada más allá de las acusaciones hechas y las costas corrieron a medias.
Eso sí, no volví a verlo fumar por el ascensor o la escalera. Ai güin.
buah, eso no es nada. Yo tengo una anécdota mejor. Hace tiempo, en otro trabajo, me levanté y fui al despacho de una compañera que llevaba un tema de redes sociales para pedirle una factura y poder contabilizarla. Llamo a la puerta, entro, y la veo fumando. Una humareda... Y le digo que no se puede fumar en la oficina, y va y me dice que ya lo sabe y que por eso cierra la puerta, y que sólo fuma al final, cuando se queda sola y se han ido los demás. Pues bien, aquí viene lo fuerte, atento. Acto seguido me dice: "y tú no tienes otra cosa que hacer que mirar lo que hacen los demás, bonita?". Se me puso un nudo en el estómago. No es mi estilo, pero me puse nerviosa y sacó lo peor de mí: "es que yo no estoy mirando nada, vine a por un documento que necesitaba para mi trabajo, PRECIOSA!!!. Qué tensión! Tenías que haber estado allí, el corazón me iba a mil. No me enorgullezco, pero si me buscan me encuentran...
buah, eso no es nada. Yo tengo una anécdota mejor. Hace tiempo, en otro trabajo, me levanté y fui al despacho de una compañera que llevaba un tema de redes sociales para pedirle una factura y poder contabilizarla. Llamo a la puerta, entro, y la veo fumando. Una humareda... Y le digo que no se puede fumar en la oficina, y va y me dice que ya lo sabe y que por eso cierra la puerta, y que sólo fuma al final, cuando se queda sola y se han ido los demás. Pues bien, aquí viene lo fuerte, atento. Acto seguido me dice: "y tú no tienes otra cosa que hacer que mirar lo que hacen los demás, bonita?". Se me puso un nudo en el estómago. No es mi estilo, pero me puse nerviosa y sacó lo peor de mí: "es que yo no estoy mirando nada, vine a por un documento que necesitaba para mi trabajo, PRECIOSA!!!. Qué tensión! Tenías que haber estado allí, el corazón me iba a mil. No me enorgullezco, pero si me buscan me encuentran...
Pero no has terminado, qué pasó finalmente?
buah, eso no es nada. Yo tengo una anécdota mejor. Hace tiempo, en otro trabajo, me levanté y fui al despacho de una compañera que llevaba un tema de redes sociales para pedirle una factura y poder contabilizarla. Llamo a la puerta, entro, y la veo fumando. Una humareda... Y le digo que no se puede fumar en la oficina, y va y me dice que ya lo sabe y que por eso cierra la puerta, y que sólo fuma al final, cuando se queda sola y se han ido los demás. Pues bien, aquí viene lo fuerte, atento. Acto seguido me dice: "y tú no tienes otra cosa que hacer que mirar lo que hacen los demás, bonita?". Se me puso un nudo en el estómago. No es mi estilo, pero me puse nerviosa y sacó lo peor de mí: "es que yo no estoy mirando nada, vine a por un documento que necesitaba para mi trabajo, PRECIOSA!!!. Qué tensión! Tenías que haber estado allí, el corazón me iba a mil. No me enorgullezco, pero si me buscan me encuentran...
Eres como Cimmerio entonces, vienes de los agujeros más profundos del abismo de tu miseria.
Pues os podríais ganar la vida dando charlas en institutos a la chavalería y no hacerlo gratuitamente a unos almas podridas del foro de un gordo asqueroso acusado de follarse niñas pequeñas.
nada, eso.
no me gusta tomar esas medidas tan drásticas, pero conmigo quien la hace, la paga. Soy malota.
Resulta que este infraser tenía la costumbre de fumar en el ascensor alegremente, pese a una pegatina de advertencia que prohíbe hacerlo allí, y que este cabrón se pasa por el forro. En una ocasión que yo iba a subir este pedazo de hez salió con el cigarro tranquilamente del ascensor, y cuando lo vi ante mi una ira homicida me invadió y le solté a gritos que quién cojones se creía fumando en el ascensor y tal, a lo que este mierdo me respondió que fumaba donde le daba la gana y que le denunciase si tenía valor. Me cagué en sus putos muertos mientras se alejaba hasta la puerta de salida sin responder a ninguno de los improperios que le lancé, entre ellos viejo maricón de mierda.
Pasaron bastantes días hasta que volví a coincidir con el citado infraser, que otra vez iba fumando, como de costumbre, en el interior del edificio. En ese momento no lo dudé y me fui para él quitándole el cigarro de las manos y dándole un empujón que casi le hizo caerse. Luego solamente hubo un cruce de insultos y poco más. Al cabo de unos días me llega una carta certificada por correos de los juzgados, el saco de SIDA ese me había denunciado. Seguidamente yo lo denuncié por el tema de que fumaba en el edificio cuando está prohibido por ley. Al final nadie pudo demostrar nada más allá de las acusaciones hechas y las costas corrieron a medias.
Eso sí, no volví a verlo fumar por el ascensor o la escalera. Ai güin.
Lo que no entiendo es cómo se engancha la gente a esta puta basura de droga que ni siquiera te coloca y huele y sabe a mierda. Lo probé con quince años y primera y última. El regusto a humo lo tuve en la lengua toda la noche, joder, qué putísimo asco. ¿Cómo te metes eso en la boca, compruebas que es repugnante, y aún así sigues y sigues hasta engancharte? No me entra en la cabeza.
La cara de la menda debió ser antológica. Qué figura. Muy top. Granada.
PD: de traca.
Respect. Supongo que tendrá todo el merchandising de Telepicsa de la última década. Hijo de puta.Superé mi momento más chungo a base de maría (cosecha propia), cajas de donuts con leche, telepizza (llegaron a darme un número de cliente preferente, con un descuento personal) y pajerío. inicial dejó paso a la simple y frustrante autodestrucción en busca del Dragón. Afortunadamente, por entonces, la vida me dejó escapar. No sin cobrarse cierto precio.
Eres como Cimmerio entonces, vienes de los agujeros más profundos del abismo de tu miseria.
Pues os podríais ganar la vida dando charlas en institutos a la chavalería y no hacerlo gratuitamente a unos almas podridas del foro de un gordo asqueroso acusado de follarse niñas pequeñas.
No he fumado jamás, me parece una putísima mierda de vicio encontrar placer en tragar humo y destrozarme los pulmones con esa basura. Sin embargo, tengo una buena anécdota al respecto. Resulta que tengo un vecino que es un subnormal, además de maricón confeso, de unos 50-60 años que vivía en mi escalera, en un piso de arriba, y al que siempre he odiado por su voz cervecera y su figura oronda, además de porque es un comepollas que va con moros jovencitos a que lo porculicen.
Resulta que este infraser tenía la costumbre de fumar en el ascensor alegremente, pese a una pegatina de advertencia que prohíbe hacerlo allí, y que este cabrón se pasa por el forro. En una ocasión que yo iba a subir este pedazo de hez salió con el cigarro tranquilamente del ascensor, y cuando lo vi ante mi una ira homicida me invadió y le solté a gritos que quién cojones se creía fumando en el ascensor y tal, a lo que este mierdo me respondió que fumaba donde le daba la gana y que denunciase si tenía valor. Me cagué en sus putos muertos mientras se alejaba hasta la puerta de salida sin responder a ninguno de los improperios que le lancé, entre ellos viejo maricón de mierda.
Pasaron bastantes días hasta que volví a coincidir con el citado infraser, que otra vez iba fumando, como de costumbre, en el interior del edificio. En ese momento no lo dudé y me fui para él quitándole el cigarro de las manos y dándole un empujón que casi le hizo caerse. Luego solamente hubo un cruce de insultos y poco más. Al cabo de unos días me llega una carta certificada por correos de los juzgados, el saco de SIDA ese me había denunciado. Seguidamente yo lo denuncié por el tema de que fumaba en el edificio cuando está prohibido por ley. Al final nadie pudo demostrar nada más allá de las acusaciones hechas y las costas corrieron a medias.
Eso sí, no volví a verlo fumar por el ascensor o la escalera. Ai güin.
Yo solo fumo si puedo molestar a alguien, es decir, si estoy solo no fumo pero cuando veo que puedo molestar a alguien me enciendo mi cigarrillo y disfruto
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