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¿Desde cuándo el recibir paguitas es un derecho humano? ¿Desde cuándo estar ilegalmente en un país es un derecho humano? ¿Desde cuándo los convenios internacionales suscritos dicen que te tienes que comer con patatas a cualquiera que pone un pie en tu territorio y no puedes expulsarle? ¿Desde cuándo el hecho de que esto sea el primer mundo te obliga a acoger a todo el que se presente por la puta cara?
¿Qué sentido común te dice que es mejor meter a una horda de indocumentados en tu país que no hacerlo y desde cuándo un tío que está trabajando ilegalmente es bueno para la economía o contribuye al pago de las pensiones futuras? ¿Desde cuándo si un país tiene un 20% de paro necesita mano de obra foránea?
Y, sobre todo, ¿desde cuándo no se puede cambiar una legislación si esta se ve que es claramente insuficiente?
¿Me puedes responder a alguna de esas preguntas?
Tergiversas muchas cosas, y otras o no las entiendes o no las quieres ver. Las paguita, como tú lo llamas, no son un derecho humano, desde luego. Son un mecanismo para otras cosas, y tienen su razón de ser. Y la razón de ser es algo con lo que se define el primer mundo y Europa en concreto. Se garantizan esos derechos humanos y en determinadas situaciones es mediante eso, dinero. Pero como se hace en toda Europa eh, no solo aquí. Amén de cumplir otras funciones, tanto sociológicas como económicas y que no voy a extender aquí al estar ya muy manidas.
Y no hablamos de meter por la puta cara, que es otro debate diferente. Hay un procedimiento basado en derechos humanos, respeto a la vida y se ha de cumplir, entiendo. Y a partir de ahí, lo que toque hacer. Pero no se puede ni se debe dejar morir a nadie de hambre, entiendo, en tu territorio. Menos cuando está en el artículo 43 de tu Constitución y en Tratados relativos suscritos.
El problema cuál es, el abuso? De acuerdo, como no podía ser de otra manera. Aquí y en Alemania, imagino. Retirada de ayuda, sanción y lo que haga falta.
Pero criminalizar a un colectivo porque uno sea un mangante? No me parece, y además que no es.
Te voy a poner un ejemplo, vivido en persona. Un conocido árabe, musulmán. Marroquí, para más señas. Cuando vino no sabía apenas hablar. Con mujer y un hijo, de aquella. En su momento compañero de trabajo, haciendo muelles para automoción en una cadena de montaje, uno de esos trabajos del pelo del tema de dos hilos más abajo. Alienante y como para meter aposta la jodida cabeza en la prensa de al lado.
De aquella besaba por donde pisaba su mujer. Decía que no sabía cómo hacía ella, para llegar él a casa y tener un plato de comida siempre en la mesa, con lo que ganaban. Que era una mierda, claro. Y oír hablar así a un muslim, con una sonrisa en la cara y sin malicia, es una hostia bastante grande.
A día de hoy trabaja en otro sitio, y tiene 5 hijos. Los 5 con una educación exquisita, y un respeto a los mayores que ni te cuento. Tendrá alguna ayuda, seguro. Para mí mil veces mejor invertida que la que le puedan dar a un amigo de mi mujer, también verídico, que está todo el día en el bar porrito en mano con el discurso de que está la cosa muy mal y que vaya caca. Ni cursos de reciclaje hace el tío, y si le obligan porque no sea le vayan a quitar algo, se lo acaba montando para ir lo menos posible.
Español hasta la última cana, claro.
Lo que quiero decir es que el problema no es la inmigración. Es la seriedad como sociedad y honradez, a una escala general.
Ese es el problema, y no otro. Por el que os preocupa más unas migajas que las paletadas de dinero que os/nos están robando, a manos llenas.
En fin.