Britpop rebuznó:
Aunque algunos con mover un dedo lo consiguen, la belleza por lo general cuesta sudor, sangre y lágrimas.
Nabsoluto.
La belleza como concepto estético es gratis.
Un atardecer es bello, un bosque nevado es infinitamente bello. El mar en una tormenta puede ser tremendamente bello.
El vuelo de una rapaz planeando entre térmicas es bello, y sí, una mujer es bella -en ocasiones- y por ello digna de mirar y de apreciar, estéticamente.
También dicen algunos -los que lo han vivido- que el espectáculo de un campo de batalla es bello, con sus explosiones, sus trazadoras, sus excesos visuales... claro que los muertos y las vísceras le restan encanto, pero qué se le va a hacer.
Muchas cosas son bellas. La belleza no tiene moralidad, la estética no es buena ni mala, símplemente es. Hay belllezas que matan, otras que son así para atraer a sus víctimas, otras que símplemente son el triunfo de la forma sobre la función.
La idea de que tengamos que sudar, sangrar y llorar por la belleza de una mujer es lo que las ha endiosado, y lo que a nosotros nos ha envilecido hasta hacernos perder la cabeza y la dignidad.
Porque a ver. ¿Qué méritos, qué esfuerzos, qué ha hecho una mujer para ser bella? No me valen las artificialidades del espejo y del maquillaje, o los maltratos físicos de las dietas imposibles, de los desequilibrios que terminan en bulimia o anorexia.
¿Qué valor le otorga a una veinteañera tener buenos genes, un pecho generoso, caderas anchas, todo lo que lleva a una buena procreadora?
¿Por qué he de sudar, llorar, sangrar, por ello? ¿Qué han hecho para merecer mi sudor, mis lágrimas, mi sangre? ¿Estética? ¿Genes? ¿Juventud?
Lo siento.
Tendrán que educarse como yo me he educado. Leer algún libro como yo lo he leido. Interesarse por el mundo como yo me intereso, y sacar la cabeza del puto Sálvame.
Tendrán que tener alguna inquietud que las defina como personas, y tendrán que construirse como todos nos hemos ido construyendo, poco a poco.
Tendrán que ganarse las cosas con trabajo, con sudor, con lágrimas y ocasionalmente con sangre, sí.
Pero querer tener todo sin más precio que un aletear de pestañas, un vaivén de caderas, un insinuar de piernas o un atisbar de pechos, no. Eso lo siento, para mí no.
Seguramente para muchos sí -siempre habrá pagafantas y cazasonrisas- pero para mí, no.