Cada año, mi chica me hace un pequeño regalo a mí y yo le hago uno a ella. Esos son los únicos regalos de Reyes que pasan por mi casa, ya que con el sueldo que tenemos, el alquiler, el coche, la luz, el agua, el gas, etc. no nos da para más. Pero esa es otra historia. A lo que vamos; este año he recibido un regalo muy, pero que muy especial, y que a la vez también ha salido muy rentable económicamente. Días antes del 6 de enero, mientras mi chica y yo copulábamos, yo le propuse cambier de objetivo, es decir, aparcar mi coche en otro lado. Cambiar de agujero, vamos. Le quise dar por el culo, ¡ostia! Ella me dijo que no se atrevía, que no lo había hecho nunca y que le dolería. El caso es que discutimos y tuve que irme a acabar la faena yo solito.
Des de aquella noche, lo nuestro no volvió a ser lo mismo. Estuvimos más de una semana sin hacerlo, y eso que lo solíamos hacer, como mínimo, cada dos días. Pero ahí estaban Melchor, Gaspar y Baltasar para dejarme el día 6 junto al árbol una misteriosa carta. Yo le compré un bolso, que el suyo ya estaba muy viejo. Bueno, abrí la carta, leí, y...
"Vale por una penetración anal". En cuanto lo leí, sabía que no iba a tardar en gastar ese vale, sólo unos 20 minutos. Y des de entonces ya no hacen falta vales, es ella quien me lo pide.
Firmado: Trenko (
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