Tiboroski
Nuestro hombre en París
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iskariote rebuznó:¿Os pasa a vosotros también? ¿Cómo afrontáis esta sensación?
Hijo de puta.
Sí, también me pasa. Veo a gente que entrena la mitad de intenso y con la mitad de peso y, estéticamente, parecería que yo acabo de empezar y él lleva eones. Es curioso pero incluso ellos mismos que me ven entrenar y son conscientes de lo que hacen y lo que hago yo secretamente se congratulan de su aspecto frente al mío aún cuando saben QUE NO TIENEN NADA QUE HACER.
Por qué sucede? Porque usted y yo "jugamos" a una cosa y ellos "juegan" a otra, pero la competición de ellos se televisa 24/7/365 y la nuestra no se emite jamás salvo que uno compita. Ellos entrenan casi (y pongo el "casi" porque tengo el día generoso) para verse más bonitos frente a un espejo (físico y social) y algunos de nosotros no. No nos engañemos ni ocultemos hechos ciertos: a todos nos gusta vernos buapos. La sociedad en la que vivimos es un culto permanente y siempre enfocado a unos cánones físicos y por eso hacemos dieta, modificamos nuestra rutina llegado cierto momento del año, etc... Pero ellos dedican el 90% de su vida mancuernil a eso y el resto a ser más fuertes y nosostros lo hacemos al revés.
Cómo lo llevo? Pues la verdad es que no suelo flaquear en ese aspecto. Yo lo veo desde el punto de vista de la satisfacción personal de la superación, de ser más fuerte, de progresar, de vencerme a mí mismo. Que me gustaría ser más alto, más rubio, más musculoso y que me colgara una barra de lomo de entre las piernas? Sí, claro. Pero nihil obstat para ir cada día al gins y volver cómo recién salido de una condena de 30 años en una cárcel turca. Y si el premio, además de la meta buscada es un cuerpo chupis, más mejón.