Capitán Hediondo rebuznó:
Ésa es la España buena, so cabrón
Nunca dije que no, amigo mio.
Como ninguno os habeis arrancado, seguramente porque, como todo en este foro, todo es mentira y ninguno tenéis campo y os lo estáis inventando todo, tiro yo con una.
Estaba mi vieho preparandose para ir al huerto (esto es, emborrachándose) cuando un conocido del pueblo le fue a saludar. Hablando, le dijo que su padre no daba señales de vida en todo el dia.
Nos situamos después de comer.
Mi padre, que es de los de levantarse antes que el sol, no habia podido ir por la mañana al huerto. Resulta que el desaparecido tenia las tierras junto a las de mi progenitor (que algún dia serán mias), así que propuso ir al campo a ver, que seguro estaba allí.
Nada más llegar, a mi padre ya se le pusieron los huevos en movimiento, pues donde pensaba que iba a estar no estaba el señor. Se acojono, porque algo le dijo que en otro lado si que se lo iba a encontrar.
Obviamente, si no llega a estar mi padre, por ahi se pierde todo dios, porque no es un pinar en los que te pierdes, pero a la que andas dos metros por camino, si eres subnormal que no has pisado el campo nunca ya no sabes donde estas ni a donde ir.
Mi padre, que se llevaba bien con el tio ese, y sabia mas o menos por donde se movia para estirar las piernas, iba ya acojonado sabiendo lo que se iba a encontrar. LE dijo al hijo que le esperara que iba a echar una meada y se metio por cuatro caminos cortos. A la que dobla un arbusto, ahí se encontro, al hombre en el suelo
con un agujero en el pecho del tamaño de la cabeza de mundele y
una escopeta en el suelo, tal y donde pensaba encontrarselo.Después de recuperar un poco el color, volvio mi padre y llamó a quien coño se llame en el campo para que se lleven eso de ahí y que no se lo quede el hijoputa del tio Nicolás para abono. Tuvo que hacer de explorador, enfermero y psicólogo.
Eso sí, luego le dio para dos semanas de líder de conversacion en casa y en el bar.