pero si te ponen a vigilar a pie durante 12 horas a la intemperie, sin poder sentarte, y tu solo para comerte todos los marrones y si te pasa algo te comen las ratas, rellenando un parte de mierda cada hora y esperando a que llegue el payaso del jefe a que te diga gilipolleces, la cosa tiene otro color.
Así estuve yo 4 meses y lo único que tenia para sentarme era mi coche, no era ni el coche de la empresa. Turnos de 13 horas más una hora de ida y otra de vuelta para llegar a mi casa. En el curro no podía hacer otra cosa que no fuese vigilar porque había un patrulla sorpresa que venía de vez en cuando y que se chivaba al jefe si te quedabas sopa o si te pillaba viendo vídeos en la tablet. Eso era motivo de perder el jornal. Recuerdo que casi me vuelvo loco allí, pero me llegué a conocer bien. Me fumaba un paquete de tabaco y leía como un puto becerro hasta que se iba la luz del sol. No había luz, no había vater, no habia una puta mierda. Escuchaba la radio, hacía malabares con la porra, hacía dominadas enganchado a las maquinarias, estiraba, bebía café como un desquiciado y me hice amigo de una tuerca, sí, de una tuerca. Había veces que le hablaba a la tuerca del aburrimiento que tenía encima, la oscuridad me volvía loco a las 4 de la madrugada.
Los findes trabajábamos 12 horas y había uno por la mañana y otro por la noche. Una mañana llegué y me encontré a mi relevo llorando con un ataque de ansiedad diciendo que no aguantaba esa mierda. Los demás que vinieron duraban una semana como mucho, pero a mi me hacia falta la pasta y aguanté por mis cojones. Se pagaba medioqué, pero al echar tantas horas me llevaba un pellico que al final se fue como vino porque me lo tuve que gastar en unas movidas.
Ah, y me saqué el curso y tal, por un colega que decía que estaba de puta madre en esos curros y me convenció. No lo veo desde entonces y lo único que sé de él es que se ha quedado calvo, que tiene depresión y que se ha comprado un bmw para ir al trabajo
Trabajé de vigilante una temporada y follé más que en toda mi etapa anterior de guionista de publicidad. El uniforme impone, no es un mito, y mira que el uniforme de los vigilantes es cutre.
Pues a mi a lo único que me ayudó fue a saltarme los controles de la policía cuando me veían vestido en el coche (sin la tip, claro).
Y esa es la historia de cuando fui vigilante 4 meses. Vigilante nunca más, prefiero volver a vivir en casa de mis viejos que sé que internet y un plato comida no me van a faltar.