Hoy se me acercó un morapio pestilente con pinta de delincuente mientras repasaba mis papeles en una cafetería en P. Castilla, que por cierto, 2 euros y medio el cortado. Hola amega amega... Ayúdame amega que segnefica este papel amega, mostrándome un papel churretoso. Es impresionante la furia que me entra con esta gente porque suelo ser la mar de compasiva, o por lo menos educada. Pues le he hablado como silban las serpientes. Le he escupido con rabia "No soy tu amiga y estoy ocupada ¡déjame en paz!" con los ojos probablemente inyectados en sangre. Y se ha ido a hacer puñetas. Echando pestes, pero se ha ido. Ha notado mi odio y mi furia asesina y se ha pirado el puto moro.
Qué asco me dan, ¡Dios mío!