En mi caso fui a Londres casi más por cuestiones personales que laborales. Qué coño, me fui por cuestiones personales y no laborales.
A mí Londres, antes de ir, me llamaba la atención tantísimo que no había ido en mi puta vida, imaginaos. Una cosa bárbara. Sin embargo se dieron una concatenación de circunstancias que me colocaron en la posición de poder irme a Londres durante un año sin menoscabo de nada de lo que tuviera aquí. Básicamente la principal circunstancia, que tenía forma de mujer, era rubia, de ojos azules y unas tetas como la cabeza de un mongolo, se tuvo que ir, por fuerza, a Londres durante un año, así que dije "Vámonos los dos". Así pues, y no habiendo vivido nunca en otro sitio que no fuera Madrid y teniendo ya una edad (casi 38 cuando fui, en Agosto de 2013) me dije a mí mismo "Coño, no pierdo nada por irme un año. ¿Que sale mal el tema con la rubia? Me vuelvo. ¿Y si por lo que sea nos quedamos dos años? Pues no pasa nada. Además, más a huevo que ahora no lo voy a tener nunca, y si no lo hago ya no creo que lo pueda hacer en el futuro. A ver qué tal se da la cosa". Así que cogí y me fui. Y, teniendo como tengo un dominio decente (no perfecto, pero sí decente) de la lengua inglesa, una trayectoria profesional, una profesión especializada (una de mierda que odio, pero especializada), pues acabé haciendo lo mismo que hacía en Madrid. La cosa con la rubia empezó a degenerar un poco, la verdad, y se acabó (la acabé) justamente unos días antes de que ella tuviera que volverse a Madrid. Pues nada, vete con viento fresco, que yo me quedo. Y me quedé unos meses más, hasta que, de nuevo inopinadamente, la empresa decidió que iba a ofrecer teletrabajar a quien así lo quisiera a cambio de una reducción de sueldos. Y claro, eché cuentas y me salía mucho mejor teletrabajar pero desde Madrid, así que me vine a mi casa hace un mes. Yo, por tanto, no soy uno de los "jóvenes que se van a Londres en busca de un futuro que España no les ofrece". Yo soy ya un no tan joven que se fue a Londres porque mi pareja se iba a Londres y viví y trabajé allí mientras la pareja y el trabajo allí tuvieron un sentido. Pero si bien el grueso de la gente con la que me he relacionado eran británicos, sí he conocido esos casos, y hay de todo.
Londres es una ciudad fascinante, extensísima, enorme, inabarcable. A nivel de negocios, de oferta laboral, de trabajo, no hace falta enterarse leyendo las páginas salmón de ningún periódico, es que es algo que se palpa, que se nota en el ambiente, que se huele y se respira y hasta se toca: la ciudad va como un puto tiro. Allí están abiertos al talento se venga de donde se venga, y si trabajas duro y te lo curras no sólo nadie te pone palos en las ruedas, sino que subes, y cuanto más subes más rápido puedes seguir subiendo si sigues el lema de "work hard, play hard", lema, que, siendo sinceros, no va conmigo. Work hard, play hard my ass, a mí dejadme en paz con mis cosas y haceos ricos vosotros que sois jóvenes, que a mí con lo que tengo me vale.
Crisol de culturas, mezcla de razas, blablabla y todas las mierdas chupiprogres que queráis están presentes allí. Y todo lo demás, también, porque lo que no hay allí no lo hay en ningún lado. Le da cien patadas a cualquier ciudad de Europa al respecto de la oferta cultural y de ocio, y también al respecto del nivel de la misma. Uno un día puede estar por la mañana desayunando en un recoleto pub a la orilla del río viendo a las barquitas pasar en una zona de ambiente sosegado, un rato después estar paseando entre rascacielos, al minuto entrar en una iglesia del s. XVII, asistir a una exposición en un modernísimo edificio, comer en un restaurante cojonudo, ir a un mercadillo y comprarse una navaja de afeitar del XIX, tomar un café (asqueroso, eso sí, en esto son una puta mierda) en una terraza viendo pasar tías de infarto, pasear entre las típicas mansiones de las pelis de Sherlock Holmes y acabar donde le salga de la polla, porque Londres es doscientas ciudades en una. Con un buen curro, con bien de dinero, uno vive en Londres como un puto marajá y tiene todo el mundo al alcance de la mano. Sin él, es una ciudad dura.
Porque sí, Londres no es fácil. Si aquí no encuentras nada 'de lo tuyo' y lo tuyo es Historia del Arte, no esperes encontrar nada que no sea trabajar en un bar, fregar platos, poner Whoppers o, en el mejor de los casos si eres tía y eres mona, currar en una tienda de ropa. En cualquiera de estos casos, prepárate a vivir en un piso compartido con ni se sabe quién a, como poco, una hora del centro, y suerte tienes si es sólo esto. Esta gente, además, tiene la manía de juntarse con españoles, con lo cual el nivel de inglés con el que fueran va a variar más bien poco. Esta es otra cosa que hay que tener en cuenta, lo del nivel de inglés. A menor nivel, obviamente, peor curro vas a encontrar. Vete con tu Historia del Arte, tus 25 años, tu inglés de mierda, tus aires de 'España está fatal, aquí seguro que me va bien porque yo lo valgo' y te vas a comer un mojón, o al menos me parece que comerse un mojón es lo que hace el grueso de la gente, que es gente que va tirando, entre curro de mierda y curro de mierda en un bar, compartiendo piso dios sabe dónde, echándose un novio o una novia en similares circunstancias y español también, y al cabo de dos o tres años igual, ojo, igual, que igual no, llegan a jefe de camareros de bar de mierda. Lo pasan mal al principio, se medio buscan un hueco luego, están lejos de casa, no están haciendo nada que no pudieran hacer en España... pero están en Londres. ¿Y? ¿Qué tienes con estar en Londres, si tu vida aquí es tan o más miserable que la que puedes llevar en tu ciudad o tu pueblo? Para hacer esto, joder, quédate donde estuvieras, o vete a Madrid, o a Barcelona, y lo haces allí. "Jo tío, es que España está fatal, aquí por lo menos tengo un currillo..." "Pero que pones Whoppers, joder, que para esto no hace falta venir" "Ya, yo qué sé". Ah, que es que ponen Whoppers
en Londres. Entonces sí. O algo.
He visto casos también de gente para los que irse a Londres fue simplemente un suicidio a todos los niveles. Imaginad una tía de cuarenta y pico años, sin inglés ninguno, sin estudios, sin una trayectoria profesional, aspirando, como mucho, a fregaplatos. Levantándose temprano por la mañana a patearse las calles y entregar un CV impreso en cada bar. Y que no la llamen de ninguno, porque no habla inglés, porque es vieja, porque es fea, y gastándose los pocos ahorros que ha podido traer. Eso no es vida, coño. Eso es una ruina. Qué haces ahí, por Dios, vete a casa que aquí vas a quemar lo poco que te queda de ahorros en tres días. Vete a casa y haz esto allí que aquí no es tu sitio.
No sé, chavales. No sabría responder a la pregunta del título del hilo. ¿Son unos losers? ¿Es un loser la enfermera que aquí no encuentra trabajo porque hay diez mil por cada plaza pero que en Inglaterra se la rifan y tiene todo el curro que quiere pero se siente extraña y echa de menos a su familia y a sus amigos y está soltera y Londres le viene grande y le parece gris y está triste en su pisín o casita que comparte con otra amiguita enfermera? Tiene casa, trabajo, seguridad, un futuro, ascenderá... pero está jodida. Igual la amiga con la que comparte piso, que está en las mismas circunstancias y tiene la misma perspectiva está supercontenta porque le encanta Londres y ha conocido un chico muy majo. Las dos bajo las mismas circunstancias, y una mal y otra bien. ¿Es un loser el menda ese que salió hace un año o así en un periódico porque con sus tres carreras estaba limpiando retretes? Pues claro, y no sólo un loser, sino un gilipollas, porque retretes que limpiar también hay en España, así que no sé qué haces ahí. Si con tres carreras limpias retretes en Londres eres mucho más idiota que si los limpias en España. Aquí sí que no hay un caso general. Aquí si que no hay una mayoría gracias a la que se puede generalizar. No se puede decir 'los españoles que van a Londres son unos losers' o 'son unos cracks'. Porque al final, en Londres o Praga, Madrid o Villasequilla de Yepes, eres un loser si te cagas en la vida que te ha tocado llevar, y para esto cada uno tenemos una respuesta.