Voy a ir lejos, muy lejos. ¿Estamos al final de la era de una civilización?
Y digo esto porque conociendo la historia nos tocan momentos de cambios. Demasiados años de paz consiguen que a la gente le preocupen gilipolleces, no sepan distinguir entre lo prioritario y lo prescindible. Tenemos por ejemplo el caso de los nacionalismos. Menores de 30 años, casi 50% sin curro, muy preparados, los más listos se van y los que se quedan no pueden independizarse y los llaman ni-nis despectivamente. Pero lo que importa es poderles llamar ninis en catalán, vasco, gallego o ese lenguaje despiadado que es el andaluz.
Con los refugiados pecamos lo mismo que en antaño. ¿es que nadie se acuerda del papeles para todos? El que lo decía, el señor Caldera no se crean que vive mal ahora, seguro que le influyó mucho que regularizaran a tantos inmigrantes (ironía). Y cuento esto y podría contar más casos basándome en la historia para concluir que somos unos sucnors que caemos una y otra vez en los mismos errores. Que de tan buenos que queremos ser, somos tontos y que a pesar de que a duras penas algunos malviven, soportamos que otros nos digan que repartamos todavía más lo poco que tenemos porque hay otros que todavía están peor.
Es que no hay un puto partido que se preocupe de la clase media? La gente honesta que curra y se gana con su esfuerzo lo que tiene. Que no pone excusas, busca soluciones y no se lamenta de sus desgracia, sino que ante adversidades mira adelante pensando en que con esfuerzo vendrán tiempos mejores. Yo conozco mucha gente así. Pero me temo que no somos tantos como para ser suficientes para ganar unas elecciones y tienen que tirar hacia otros estamentos de la sociedad. Hace falta una revolución, y es que está claro que con el avance de la tecnología la riqueza cada vez estará más concentrada. Avanza la robótica, la informática y a la vuelta están las impresoras 3D que a este paso pueden ser el sustituto de muchas profesiones de toda la vida.
No me extiendo más que luego nadie lee.