Todo el protagonismo se lo llevan los asesinos en serie y poco se habla de los zoosadists.
Conozcan a Adam Britton: zoólogo especializado en cocrodilos, británico afincado en Australia, felizmente casado, hizo colaboraciones con David Attenborough, todo un prócer.
Pues, en sus ratos libres, en su reserva de animales, se dedicaba a hacer vídeos de violación, tortura y asesinato de perretes que subía a la dark web.
Su obra más famosa, one bitch, nine pups, consiste en diez clips que algún alma caritativa tuvo a bien en juntar en un solo vídeo, donde nuestro hombre masacra a nueve cachorros de pitbull, uno por uno, estando totalmente en bolas y excitado.
A cada uno de ellos le dio un destino completamente customizado, para que no se diga que no es un hombre atento y delicado.
A uno lo destripa vivo con un cuchillo mientras le da de comer las tripas a su madre, que estuvo presente en los asesinatos, a otro le rompe las cuatro patas, una por una, a otro lo corta en dos con un serrucho oxidado mientras estaba vivo, a otro le mete un cuchillo por el culo y se lo saca por la nariz, y mientras agoniza se lo folla por el dilatado culo, y el hijoputa se corre en la cara del agonizante cachorro de lo cachondo que iba.
A otro le abre la cabeza con un martillo...así hasta que mata a los nueve, luego coge a su madre, la mata literalmente a palos y le abre un agujero en el estómago donde le mete a los nueve cachorros: los devuelve a su primigenio hogar, como una suerte de valhalla perruno, después de haber tenido una muerte heróica mediante la cual han hecho que miles de usuarios de la dark web se corran bien a gusto.
Hace poquísimo ha sido finalmente condenado a diez años de cárcel y a no poder comprar nunca más un perrete...casi se me olvidaba decir que el hijoputa también los freía y se los comía: se encontraros los restos carbonizados de un montón de cachorros a los que hizo a la parrilla, jejejeej.
Se hacía con los animales mediante adopción, como tenía una magnífica reputación como zoólogo y un santuario tipo Frank de la jungla, no tenía ningún problema en convencer a sus dueños de que sus perretes iban a estar de maravilla, jejejeej.
Es el padre de trujaman y abuelo de miliu, vástagos que han heredado sus aficiones, jejejeje, cuca, jejejeje.
Cusiosamente, no consta que jamás maltratara a ningún cocrodilo, animales que abundaban en su santuario y en los que era experto, a él lo que le molaba era darle mandanga a los perretes.