Algo así me pasaba con una ex compañera de trabajo. 9 años menor que yo, casi una teen con cuerpazo de infarto que me buscaba para echar un cigarro o un café y no dejaba de reirse conmigo. Se notaba que había algo. Con tanta confianza, la tía sabía mis andanzas con otras mujeres y del palo que yo voy. Tenía novio, al que conocía de coincidir en varias ocasiones con más gente del trabajo.
El caso es que empezó a hacerme perdidas con número oculto. Hasta que un día se debió de olvidar ocultarlo y vi un número que no conocía. A mi pregunta de "quién eres" respondió con un "alguien a quien le gustas".
El resto igual lo cuento en otro hilo porque es otra historia. A lo que quería llegar con esto es que mejor no metas la polla donde tengas la olla. Nunca acaba bien.
Bueno, yo me lo tomaría como un juego, al que jugaría a ganar, como siempre. Le puedes soltar la existencia de esta tía a tu novia, que parece que se insinúa. Así seguramente le de menos fatiguita meterse un trocito de maspa en la boca y eso que ganas.
Y a la otra igual. Le puedes ir contando lo desgraciada que es tu vida sexual con tu novia porque no te satisface como buena garganta profunda que es. A ver cómo se deshinibe. Igual te llevas una sorpresa.
Eso lo haría para preparar el terreno de cara a la cena de empresa por navidad. Evita que vaya tu novia como puedas y espera a ver que iniciativa toma la otra. Con cuatro copas encima veremos qué hace, tú no hagas nada nunca.