Victor I
Freak
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- 24 Ene 2006
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Proóogo prescindible lleno de lamentos y pedanteria. Empezad a leer por debajo del spoiler.
Quise ser escritor, héroe de guerra, jefe de ventas del Carrefour. Quise ser poeta maldito y encamarme con una legión de jovencitas lánguidas y afectadas dispuestas a inspirar mis versos con sus dolientes vaginas. Quise ser catedrático de derecho romano, explorador ártico y delantero centro del Real Madrid. Quise ser un torero valiente, tremendista y arrojado, y entrar a matar en los escotes de las aristócratas golfas y castizas.
Quise ser el objeto de deseo de Jesus Mariñas, que me lanzara miradas sucias y sodomitas y se pasara la lengua por los labios mientras me entrevistaba en Tómbola por haber hecho un trío con Sonia Monroy y Yola Berrocal. Quise ser presidente del gobierno mundial, agente secreto, Papa de Roma, y tener visiones místicas donde se me rebelaba el día del Juicio Final. Tambien quiser ser actor porno, y millonario y gigoló de la alta y decante burguesía. Quise ser "la persona que siempre he buscado" Al menos esto último si que he conseguido serlo y justificar una vida y sus desastres.
Pero no nos engañemos. Nuestro plan A falló y pasamos al plan B. Pero la vida no es tan bonita, y la mayoria de nosotros vivimos un plan D o F o J. Vivimos en la última opción de la existencia, vivimos en una mediocridad domesticada y fácil que nos permite ir tirando hasta que la naturaleza termine de hacer su trabajo. No somos quien quisimos ser, y ya nunca lo seremos, y no tenemos lo que siempre deseamos, y no hay opciones de conseguirlo. La vida no es otra cosa que una forma de aprender a fracasar y no tirarse a la vía del tren. No se trata de triunfar, sino de saber perder con más solemnidad, desgana y sabiduria.
Hagamos una pequeña catarsis, saquemos fuera esos pequeños y ridículos sueños de juventud que ya nunca se van a cumplir. Compararlos con lo que sois y lo que teneis ahora y lloremos juntos hombro con hombro. Siempre queda la esperanza de comprobar que otros han caído desde fantasías más altas, que fueron aún más ilusos e ingenuos.
"Tan sólo una certeza: "Eso no es para mí",
Pequeño drama obscuro.
Morirán es seguro algo desencantados,
Sin ilusiones líricas;.."
Michel Houllebecq
Queridos mios, siento decepcionaros, hoy no soy el forero locuaz y vivaracho, el espléndido optimista, animoso y vehemente como un duelista decinonónimo. Ya no soy ese entrañable parlachín que ametralla con su prosa engolada y fatua la mesura y la cotidianeidad. Mis palabras ya no son fulgurantes y magnéticas, ya no centellean como los profetas en las multitudes. Hoy no tengo el verbo chispeante y vívido de otras ocasiones, porque poseo una certeza me tiene el pulso detenido.
Esta es la verdad y no tiene ya remedio: lo mejor que podia pasarme ya me ha sucedido, efímero y raudo, dejando tan sólo calientes remembranzas y esperanzas frías. Mi momento de gloria pertenece al pasado, ya sólo me espera hacer la fotosíntesis diaria sin esperar ninguna mejora. La vida se sucederá con una constancia devastadora y lógica, con una felicidad neutral y manejable, dentro de la esperada y conveniente normalidad.
No hay nada que hacer, para mi se terminaron los coños sin desflorar de las tiernas y bellas adolescentes. Caminan junto a nosotros pero no estan a nuestro alcancel, con sus culos mínimos, intachables, más valiosos y bellos que el platino; con sus cinturas prietas, reducidísimas, pegadas a la espalda, abordables y sus vulvas frescas y relucientes, asi es como me gusta imaginármelas. Son estas jovencitas hermosas y rutilantes, la causa de mis desconsuelo, de mi alegria perdida, de mi ánimo desbaratado y flácido. De todas mis renununcias y fracasos, este el que corona mi vida en retirada y pérdida.
Pequeño drama obscuro.
Morirán es seguro algo desencantados,
Sin ilusiones líricas;.."
Michel Houllebecq
Queridos mios, siento decepcionaros, hoy no soy el forero locuaz y vivaracho, el espléndido optimista, animoso y vehemente como un duelista decinonónimo. Ya no soy ese entrañable parlachín que ametralla con su prosa engolada y fatua la mesura y la cotidianeidad. Mis palabras ya no son fulgurantes y magnéticas, ya no centellean como los profetas en las multitudes. Hoy no tengo el verbo chispeante y vívido de otras ocasiones, porque poseo una certeza me tiene el pulso detenido.
Esta es la verdad y no tiene ya remedio: lo mejor que podia pasarme ya me ha sucedido, efímero y raudo, dejando tan sólo calientes remembranzas y esperanzas frías. Mi momento de gloria pertenece al pasado, ya sólo me espera hacer la fotosíntesis diaria sin esperar ninguna mejora. La vida se sucederá con una constancia devastadora y lógica, con una felicidad neutral y manejable, dentro de la esperada y conveniente normalidad.
No hay nada que hacer, para mi se terminaron los coños sin desflorar de las tiernas y bellas adolescentes. Caminan junto a nosotros pero no estan a nuestro alcancel, con sus culos mínimos, intachables, más valiosos y bellos que el platino; con sus cinturas prietas, reducidísimas, pegadas a la espalda, abordables y sus vulvas frescas y relucientes, asi es como me gusta imaginármelas. Son estas jovencitas hermosas y rutilantes, la causa de mis desconsuelo, de mi alegria perdida, de mi ánimo desbaratado y flácido. De todas mis renununcias y fracasos, este el que corona mi vida en retirada y pérdida.
Quise ser escritor, héroe de guerra, jefe de ventas del Carrefour. Quise ser poeta maldito y encamarme con una legión de jovencitas lánguidas y afectadas dispuestas a inspirar mis versos con sus dolientes vaginas. Quise ser catedrático de derecho romano, explorador ártico y delantero centro del Real Madrid. Quise ser un torero valiente, tremendista y arrojado, y entrar a matar en los escotes de las aristócratas golfas y castizas.
Quise ser el objeto de deseo de Jesus Mariñas, que me lanzara miradas sucias y sodomitas y se pasara la lengua por los labios mientras me entrevistaba en Tómbola por haber hecho un trío con Sonia Monroy y Yola Berrocal. Quise ser presidente del gobierno mundial, agente secreto, Papa de Roma, y tener visiones místicas donde se me rebelaba el día del Juicio Final. Tambien quiser ser actor porno, y millonario y gigoló de la alta y decante burguesía. Quise ser "la persona que siempre he buscado" Al menos esto último si que he conseguido serlo y justificar una vida y sus desastres.
Pero no nos engañemos. Nuestro plan A falló y pasamos al plan B. Pero la vida no es tan bonita, y la mayoria de nosotros vivimos un plan D o F o J. Vivimos en la última opción de la existencia, vivimos en una mediocridad domesticada y fácil que nos permite ir tirando hasta que la naturaleza termine de hacer su trabajo. No somos quien quisimos ser, y ya nunca lo seremos, y no tenemos lo que siempre deseamos, y no hay opciones de conseguirlo. La vida no es otra cosa que una forma de aprender a fracasar y no tirarse a la vía del tren. No se trata de triunfar, sino de saber perder con más solemnidad, desgana y sabiduria.
Hagamos una pequeña catarsis, saquemos fuera esos pequeños y ridículos sueños de juventud que ya nunca se van a cumplir. Compararlos con lo que sois y lo que teneis ahora y lloremos juntos hombro con hombro. Siempre queda la esperanza de comprobar que otros han caído desde fantasías más altas, que fueron aún más ilusos e ingenuos.