No me he leído el hilo entero y no sé si esto viene a cuento, pero necesito desfogarme. Para trabajo de mierda, las clases particulares. Tenía muchas opciones para sacarme un dinerillo en mi época de estudiante; recoger fruta, trabajar de camarera, en cualquier tienda los fines de semana. Algo digno, coño. Maldigo el día en el que se me ocurrió poner un anuncio en el periódico ofreciendo clases particulares de matemáticas y física a todos los niveles (

).
Mi primera alumna fue una estudiante de tercero de magisterio. El primer día, teníamos que dar un repaso a los conjuntos de números naturales, enteros, racionales y reales.
- Dime un número natural
- El dos
- Y uno entero
- El menos dos
- Y uno real
- ... Raíz de dos
- Bueno, el dos también vale
- No, el dos es natural
- ¿No es entero?
- No
- ¿Eres de letras?
- No, hice ciencias puras en COU
- Ajá. Espera que saco las pinturas y te dibujo una tarta.
Mi siguiente alumno fue un tripitidor de COU que quería aprobar matemáticas en septiembre empezando las clases un 25 de agosto. Bien. Medía unos dos metros (o más). Sus padres nunca estaban en casa, y su abuela nonagenaria estaba lo suficientemente muerta como para no oirme gritar desde el más allá. El "chico" me encerraba en su habitación - llena de posters de Marta Sánchez en su época en Olé Olé - y me miraba descaradamente lo que viene a ser la delantera. El segundo día fui a darle clases con una camiseta del Pryca talla XXL. No hubo tercer día.
Tuve unos cuantos alumnos más, a cada cual más inútil. Uno de tercero de la ESO se lleva una mención especial, porque suspendía hasta gimnasia el pobre. Su padre me obligaba a hacer informes semanales manuscritos y firmados, detallando la involución de su hijo. O él o su mujer siempre estaban en casa, pero le daba igual. Héctor, te mando un saludo. Tu afición por el rol y las revistas porno que asomaban en tu estantería me llevan a pensar que a día de hoy eres forero :3
Y ya toqué techo con una chica de bachiller. La típica empollona repelente, pero un tanto corta para las matemáticas. Me costó una tarde explicarle cómo despejar 5x = 30.
- Si compras 5 bolis y te cuestan 30 pesetas, ¿cuánto vale cada boli?
- 6 pesetas
- Bien, ahora mira la fórmula. ¿Cuánto vale x?
- 150
- Si compras 5 bolis y...
O...
Más de un día tuve que volverme a casa sin darle clase porque "No le apetecía". Hasta aquí normal, pero la chica tenía un grave problema de pólipos (o eso decía) que le hacía tener la nariz constantemente llena de mocos. Unos vivían resecos en el contorno de las fosas nasales y otros saltaban libremente al vacío cuando hablaba. Yo evitaba a toda costa sacar las manos de debajo de la mesa y mirarle a la cara. Tampoco podía beber agua porque de vez en cuando bebía de mi vaso y lo dejaba lleno de algo similar al plancton pero más amarillo.
Y todo esto me llevó a no querer ni hacer el CAP
