"El problema, según se ha podido saber por las declaraciones de testigos, es que Egan Bernal se encontraba en posición aerodinámica, con la cabeza agachada, por lo que no se percató de que el autobús se había detenido y no pudo frenar a tiempo.
Tampoco escuchó el ciclista colombiano los gritos de alerta de quienes realizaban el entrenamiento con él, posiblemente debido al gran ruido de coches de la carretera en la que se encontraban, una zona muy transitada de carácter nacional".
Tráfico abierto, densidad del mismo media-alta, pérdida de la necesaria atención, incumplimiento del límite de velocidad para bicicletas de 45 km/h... Por fortuna atropelló a un autobús y no a un peatón, porque lo habría matado. Parte médico: subnormal profundo.