Esta semana pasada he visto tres películas españolas:
"El camino" (1963), dirigida por Ana Mariscal, que también dirigió una de las mejores películas del cine neorrealista español: "Segundo López, aventurero urbano" (1953), y que está basada en una novela de Miguel Delibes, concretamente sobre sus recuerdos de infancia en un pueblo vallisoletano. La película entremezcla rasgos costumbristas, cómicos y también dramáticos, especialmente en su parte final. Aborda la vida de un pueblo donde aparecen diferentes arquetipos o tipologías humanas, las típicas de los pueblos de siempre, destacando las estrictas normas morales, las relaciones entre el niño protagonista, apodado "mochuelo", otros niños y el propio entorno del pueblo, y otras cuestiones relacionadas con el despertar de la pubertad. Es una película que se ve bien, pero que tampoco es nada del otro mundo, me la encontré por casualidad mirando por youtube y decidí verla, sin más. Le pondría un 6, no está mal.
La otra película, que sí me parece más destacable, es "Siempre vuelven de madrugada" (1948), una película española de un director desconocido, un tal Jerónimo Mihura. Andrés es un joven burgués de familia adinerada, ocioso y de vida licenciosa, mata a un prestamista y le roba todo su dinero. Este es amigo de otro joven, de nombre Luis, que también lleva una vida por el estilo, pero sin llegar a los extremos del primero, también se dedica a malgastar su vida en el juego, las fiestas y las buenas mozas, sin oficio ni beneficio. Luis es amigo de Andrés, y además tiene un carácter débil e influenciable, y se deja llevar por Andrés, de tal modo que termina implicado en una serie de acontecimientos luctuosos de manera indeseada, porque a la muerte del prestamista sucede la desaparición de una joven que Luis conocía, y que trabajaba en la casa de sus padres como costurera. También hay un testigo de los hechos que decide chantajearles. La trama está muy bien construida, bien interpretada, y sabiendo mantener la intriga a lo largo de todo el metraje hasta el final. Me ha parecido una buena película, poco conocida y con escaso éxito en su época pero muy interpretada y ejecutada. Le pondría un 7.
Por último me referiré a una tercera película, un ejemplo del cine de terror y el destape español en los años de la puta transición. Me refiero a "Escalofrío" (1978). Una pareja joven de Madrid decide ir a dar una vuelta con su perro por la ciudad, y durante el trayecto se encuentran por casualidad con otra pareja que desde otro coche les hacen señas, saludándoles. En principio la pareja protagonista no los conocen, pero el sujeto que saluda le dice que iba con él cuando eran pequeños, al colegio, e incluso le menciona datos que terminan de convencerle. Les piden que les acompañen a su casa, y que allí tomarán algo y revivirán viejos recuerdos escolares y demás. De manera que les guían hasta su casa, ubicada en un paraje alejado y solitario donde se verán expuestos a situaciones terroríficas con una mezcla de satanismo, follaina y similares. La película no es gran cosa, pero para los más pajeros del foro puede resultar atractiva porque salen tetas y panochas velludas setenteras. A mi se me hizo pesada y terminé de verla porque normalmente me gusta ver terminar todas las películas que empiezo. Le pondría, y siendo genernoso, un 4.