LAS NOCHES DE CABIRIA
Un retrato apasionante de la sociedad marginal de la posguerra mundial bajo la mirada de Cabiria, una personificacion de la alegoria del buen salvaje cuya bondad parece totalmente impermeable a toda la desolacion pobreza y maldad que pueblan los arrabales de Roma en que ella vive.
Cabiria es el reflejo de ese ser humano bondadoso, calido y con una pizca de ingenuidad que deberia ser cuidado por una persona que supiera valorarlo en su justa medida. La vision de una persona que busca el amor de alguien que la aleje de su triste vida de prostitucion, sin embargo a diferencia de esa depravacion feminazi conocida como "Pretty Woman", Cabiria no duda en dar todo lo que posee sin ningun tipo de reparos para ser feliz y hacer felices a los demas, haciendo la historia mucho mas cercana y realista que el bodrio de la Roberts. Sin embargo como moraleja de la vida, la protagonista es engañada y utilizada una y mil veces por personas que en una sociedad desecha por los estragos de la guerra, no dudan en salir adelante a costa de cualquier persona y sin ningun tipo de escrupulo.
Comparandola con el ciclo de prostitucion del maestro Mizoguchi, esta pelicula junto con "La calle de la Verguenza" o "La vida de O-Haru", nos permite ver todos los matices y diferencias de nuestra cultura occidental con respeto a la oriental usando como nexo de union una figura inmortal como es la de una prostituta. Y nos permite comparar tambien como en una misma epoca post Segunda Guerra mundial, salian adelante dos sociedades como la Italiana y la Japonesa en base a sus barrios mas deprimidos y marginales.
La direccion de Fellini esta realmente cuidada y la estructura de la pelicula es realmente clasica, una presentacion bastante larga de sus personajes, un nudo conciso y rapido y un desenlace que pone los pelos de punta.
Giulietta Masina, inconmensurable, conmovedora, divina. No llega a las cotas de su Gelsomina en "La Strada", pero se queda realmente muy cerca. Que expresividad tiene su rostro aun cuando lo unico que hace es estar callada y dirigir miradas, te embauca sin decir nada, solo con una mirada; en ese sentido la escena final es de una crudeza desgarradora y al mismo tiempo realmente sensible. Pudiera decirse que era la mujer de Fellini, pero en esta pelicula mas valdria decir que Fellini era el marido de Giulietta.
CINE con mayusculas: simple, de una grandisima belleza plastica propia de Fellini y real como la vida misma.
8.5/10