Jose David
Clásico
- Registro
- 2 Jul 2006
- Mensajes
- 2.486
- Reacciones
- 17
Hola a todos
Llevo un tiempo ya “vampirizando” este foro, primero en el General, horrorizado y divertido al mismo tiempo ante esas replicas y argumentaciones dignos del más sibarítico psicópata y cínico empedernido.
Luego en el foro Cine, una delicia de foro, al cual, sin haber hecho nunca aportación alguna, me ha aportado a mi fuente inagotable y agradecidas búsquedas en el emule.
Algo en el foro putas, cosa a la que no he sido asiduo en absoluto, y que debido a problemas que ahora preferiría no debatir, no suelo frecuentar, no porque lo vea algo malo, sino porque el mero sexo no me produce placer alguno últimamente, y me causa un vacío que por momentos me hacen llegar a las cotas de depresión que tiempo ha creía olvidadas, así que me limito a practicar el celibato involuntario.
Y finalmente he pasado por este foro, el foro ligoteo, por el cual he quedado muy sorprendido al ver claramente que pese a nuestra programación genética que nos hace desear y necesitar desesperadamente el contacto físico y sexual con una mujer, poseemos una superioridad sentimental que ya quisieran las mujeres para si. Porque personalmente, nunca he visto amar tan desinteresadamente un miembro del sexo femenino, como a los amigos y chicos que he conocido a lo largo de mi vida.
He leído vuestras historias, vuestros deseos frustrados una y otra vez, hasta haceos (y hacerme) caer en la misoginia. He visto vuestro sufrimiento, vuestro dolor y vuestra pena. Y al tiempo, en este mundo mío, real, aunque no más que cualquier otra cosa, he visto como las mujeres, generalizando pese al error que esto implica, han perdido el norte.
Y lo han perdido, ciertamente. Desean a los hombres que las destruyen, practican un sexo brusco y morboso que esconde el más profundo decaimiento de cualquier sentimiento verdadero. Pragmatizan los sentimientos, y con ello prostituyen su vida, una vida que por ser algo que nos golpea tan inesperadamente, se convierte en preciosa, incluso en los momentos de más extremo sufrimiento. Y lo peor de todo, convierten al hombre en un objeto, usando las armas que la naturaleza ha puesto a su disposición, y no es su vagina, sino el deseo genético del hombre de estar con una mujer, con el objeto de reproducirse, criar a sus herederos y dar sentido a su existencia, creando un estado social de necesidad y deseo en este ser que para mi es y será siempre el sexo débil, para conseguir lo que quieren… pervertir la propia naturaleza que nos hace humanos.
Y es así como los chicos “van a lo que van”, y es así como el odio y desprecio mutuo cobra forma, en una sociedad que ahora más que nunca, podría conseguir un estado de compenetración social e individual entre nuestros dos sexos. Y es así como nos estamos destruyendo, hombres y mujeres, entre nosotros. ¿De verdad no lo veis?.
Cada uno desea satisfacer su necesidad, pero en esta sociedad enferma, (y todos lo sabemos, está enferma y nos está matando), hemos perdido la capacidad de simbiosis, entre nosotros, hombres y mujeres. Hemos perdido la capacidad de ser humanos.
El físico lo es todo ahora, craso error, pues no es lo peor para las personas con un mal físico (eso solo los hace ver. Simplemente, les abre los ojos), sino para aquellos que, normalitos y atractivos, convierten su vida en una competición que están condenados a perder. El tiempo pasa… y solo al final nos damos cuenta de lo realmente absurdo que es buscar ese chico o chica preciosa, bien sea para pasar un rato “agradable”, o para compartir algo que al final resulta ser nada. Al final, es cuando nos centramos en buscar la comunicación, el respeto, la verdadera igualdad, el cariño auténtico. Pero ya es tarde, estamos demasiado vacíos por dentro como para ofrecer nada. Todo se pierde.
Llevaba tres años sin salir, del piso al trabajo y viceversa, eso me mata, realmente me está matando, pero al dar una vuelta con algunos conocidos por los pubs, ahora con esa profunda tristeza (que no depresión), al ver como se buscan los unos a los otros para luego ser mutuamente indiferentes, me he dicho que a veces la soledad, por muy auto impuesta que pueda ser, siempre es mejor que caer de nuevo en este estado de desengaño perpetuo.
No odio a las mujeres, no tendría ningún sentido, al desear amarlas tanto. Pero si odio su comportamiento, al igual que odio el comportamiento de los hombres… todos estamos metidos en este maldito barco, y nos entretenemos criando ratas.
Al final, sólo espero que estas palabras, este ladrillo a fin de cuentas, sirva a alguien para reflexionar y, sin convertirse en un gusiluz osito de corazón de peluche, diga a su ahora antagonista, el sexo opuesto, lo que realmente piensa, y que le importe un carajo si esa noche moja o no, si consigue a ese chico ideal para ella o no, si obtiene la recompensa de ese cuerpo de mujer a su lado o no.
Creo sinceramente, que ya basta de todo esto, sincerémonos, hombres y mujeres, intentemos comprendernos, por el amor de dios, o acabaremos todos sufriendo desgarradoramente, todos, sin excepción.
P.D. No voy a disculparme por iniciar mi entrada en este foro abriendo un hilo, ni pretendiendo ser el salvador de nadie. Si decidís, o deciden, que ya tenéis suficiente, sencillamente baneadme.
Llevo un tiempo ya “vampirizando” este foro, primero en el General, horrorizado y divertido al mismo tiempo ante esas replicas y argumentaciones dignos del más sibarítico psicópata y cínico empedernido.
Luego en el foro Cine, una delicia de foro, al cual, sin haber hecho nunca aportación alguna, me ha aportado a mi fuente inagotable y agradecidas búsquedas en el emule.
Algo en el foro putas, cosa a la que no he sido asiduo en absoluto, y que debido a problemas que ahora preferiría no debatir, no suelo frecuentar, no porque lo vea algo malo, sino porque el mero sexo no me produce placer alguno últimamente, y me causa un vacío que por momentos me hacen llegar a las cotas de depresión que tiempo ha creía olvidadas, así que me limito a practicar el celibato involuntario.
Y finalmente he pasado por este foro, el foro ligoteo, por el cual he quedado muy sorprendido al ver claramente que pese a nuestra programación genética que nos hace desear y necesitar desesperadamente el contacto físico y sexual con una mujer, poseemos una superioridad sentimental que ya quisieran las mujeres para si. Porque personalmente, nunca he visto amar tan desinteresadamente un miembro del sexo femenino, como a los amigos y chicos que he conocido a lo largo de mi vida.
He leído vuestras historias, vuestros deseos frustrados una y otra vez, hasta haceos (y hacerme) caer en la misoginia. He visto vuestro sufrimiento, vuestro dolor y vuestra pena. Y al tiempo, en este mundo mío, real, aunque no más que cualquier otra cosa, he visto como las mujeres, generalizando pese al error que esto implica, han perdido el norte.
Y lo han perdido, ciertamente. Desean a los hombres que las destruyen, practican un sexo brusco y morboso que esconde el más profundo decaimiento de cualquier sentimiento verdadero. Pragmatizan los sentimientos, y con ello prostituyen su vida, una vida que por ser algo que nos golpea tan inesperadamente, se convierte en preciosa, incluso en los momentos de más extremo sufrimiento. Y lo peor de todo, convierten al hombre en un objeto, usando las armas que la naturaleza ha puesto a su disposición, y no es su vagina, sino el deseo genético del hombre de estar con una mujer, con el objeto de reproducirse, criar a sus herederos y dar sentido a su existencia, creando un estado social de necesidad y deseo en este ser que para mi es y será siempre el sexo débil, para conseguir lo que quieren… pervertir la propia naturaleza que nos hace humanos.
Y es así como los chicos “van a lo que van”, y es así como el odio y desprecio mutuo cobra forma, en una sociedad que ahora más que nunca, podría conseguir un estado de compenetración social e individual entre nuestros dos sexos. Y es así como nos estamos destruyendo, hombres y mujeres, entre nosotros. ¿De verdad no lo veis?.
Cada uno desea satisfacer su necesidad, pero en esta sociedad enferma, (y todos lo sabemos, está enferma y nos está matando), hemos perdido la capacidad de simbiosis, entre nosotros, hombres y mujeres. Hemos perdido la capacidad de ser humanos.
El físico lo es todo ahora, craso error, pues no es lo peor para las personas con un mal físico (eso solo los hace ver. Simplemente, les abre los ojos), sino para aquellos que, normalitos y atractivos, convierten su vida en una competición que están condenados a perder. El tiempo pasa… y solo al final nos damos cuenta de lo realmente absurdo que es buscar ese chico o chica preciosa, bien sea para pasar un rato “agradable”, o para compartir algo que al final resulta ser nada. Al final, es cuando nos centramos en buscar la comunicación, el respeto, la verdadera igualdad, el cariño auténtico. Pero ya es tarde, estamos demasiado vacíos por dentro como para ofrecer nada. Todo se pierde.
Llevaba tres años sin salir, del piso al trabajo y viceversa, eso me mata, realmente me está matando, pero al dar una vuelta con algunos conocidos por los pubs, ahora con esa profunda tristeza (que no depresión), al ver como se buscan los unos a los otros para luego ser mutuamente indiferentes, me he dicho que a veces la soledad, por muy auto impuesta que pueda ser, siempre es mejor que caer de nuevo en este estado de desengaño perpetuo.
No odio a las mujeres, no tendría ningún sentido, al desear amarlas tanto. Pero si odio su comportamiento, al igual que odio el comportamiento de los hombres… todos estamos metidos en este maldito barco, y nos entretenemos criando ratas.
Al final, sólo espero que estas palabras, este ladrillo a fin de cuentas, sirva a alguien para reflexionar y, sin convertirse en un gusiluz osito de corazón de peluche, diga a su ahora antagonista, el sexo opuesto, lo que realmente piensa, y que le importe un carajo si esa noche moja o no, si consigue a ese chico ideal para ella o no, si obtiene la recompensa de ese cuerpo de mujer a su lado o no.
Creo sinceramente, que ya basta de todo esto, sincerémonos, hombres y mujeres, intentemos comprendernos, por el amor de dios, o acabaremos todos sufriendo desgarradoramente, todos, sin excepción.
P.D. No voy a disculparme por iniciar mi entrada en este foro abriendo un hilo, ni pretendiendo ser el salvador de nadie. Si decidís, o deciden, que ya tenéis suficiente, sencillamente baneadme.