Cualquiera que tenga una mínima duda de donde se ganó la 2ª Guerra Mundial no tiene más que recurrir a las cifras. Que busque batallas en el Frente Occidental comparables al millón de muertos de Stalingrado. Que nos diga una batalla de blindados en la que participasen los aliados que tuviese al menos la mitad de tanques que en el saliente de Kursk. Que compare las cifras de los contendientes en el desembarco de Normandía y la operación Bragation, simultánea en el frente del Este (si no recuerdo mal, los aliados se enfrentaban a 80 divisiones alemanas, los rusos a 200). Que se imagine lo que supone un frente de más de 3000 kilómetros de largo desde Leningrado a la desembocadura del Volga, con 4 inviernos consecutivos de guerra, batallas contra los partisanos, los tres millones de prisioneros rusos muertos en campos de concentración, los cientos (sí, cientos) de ciudades rusas reducidas a escombros, los cientos de miles de rusos asesinados por motivos étnicos y políticos (o por simple presencia física, como los 600.000 muertos de la hambruna de Leningrado o los que murieron en Ucrania al robarles el trigo). Que se imagine a las inmensas fuerzas alemanas que sostuvieron eso 4 años desplegadas en Normandía o Sicilia. Que piense en el escándalo de la prensa americana cuando llegasen millones de ataúdes de soldados patrios de una guerra lejana que en el fondo ni les iba ni les venía (su obsesión era Japón).
La principal contribución americana a las fuerzas rusas fueron los motores: miles de Jeeps para trasladar millones de hombres y toneladas de material al frente, lo cual no es despreciable. Pero los rusos pusieron 20 millones de muertos, y los aliados no tuvieron fuerza moral para impedirles quedarse con la mitad de Europa, pues sabían que les habían ahorrado muchos millones de vidas. Negar eso es negar la realidad, y hacerlo por motivos ideológicos, por un odio feroz al comunismo ruso (ideología dañina y despreciable, por otra parte) raya en la sinrazón más absoluta.
En cuanto al odio que los miserables plutócratas le tenían al régimen nazi, vamos a reirnos un poco:
https://es.gizmodo.com/las-grandes-companias-que-colaboraron-con-la-alemania-n-1764984184
No necesita más comentario, ¿verdad?
En cuanto al franquismo, la vertiente Nacionalsocialista representada por la Falange nunca pudo hacer nada relativo a su ideario: al acabar la guerra, Franco los fusionó con los carlistas, en una caricatura de partido único presidida por él mismo, condenó a muerte a Hedilla, y se hizo con todo el poder, organizando cacerías a las que tenía que asistir cualquier plutócrata que quisiese hacer negocios con el Régimen, y aparcando cualquier idea de socialismo de estado.
Relativo a la indumentaria, algunos caen en la falacia más previsible. El de las bermudas o el de la camiseta de Spiderman saben perfectamente cual es el dress code en un acto con representación oficial. No visten así porque no sepan más. Lo hacen por molestar a determinadas personas: las que arrugan el morro ante una transgresión indumentaria pero lo afinan con el latrocinio de los suyos. Esos individuos a los que no molesta el olor de Camps, de Barberá, de los que provocaron la guerra de la que surgió el Daesh, de los sobres de Génova, del borrado de ordenadores, del presidente de la Xunta en el yate de un narco, pero sí se escandalizan por ver unas sandalias donde no toca. Lo mismo que los seguidores de los Beatles se dejaban barbas y melena y tiraban la corbata para epatar (disculpen el galicismo) a la caduca generación que los precedía.
PD: seguimos esperando las pruebas de esa magnífica vida social y amorosa del bobo de las estacas que tanto se obsesiona con la mía. A lo mejor tapea con la Pedroche y se lo calla el muy pillín.