Algo no cuadra, chavalada de hijos de puta.
Suicidarse con ansiolíticos (o pastillas en general) es bastante más dificil de lo que parece y de lo que jolibud nos ha vendido. El estómago tiende a vomitar y echar fuera todo el contenido cuando detecta que hay una farmacia en construcción. Aunque tú no quieras, te vienen unos espasmos y unas arcadas que sale hasta le chele que te bebiste a morro de un rabaco apestoso en el váter de un intercambiador de autobuses.
Con trozo de queso y un brick de vino, a no ser que te zumbases un comprimido de cianuro, lo más probable es una gomitona de vinacho y queso.
Por eso, la mayoría de los suicidios son vía tiro en el paladar, balconing o cortarse las venas en una bañera.
De hecho, en los pocos suicidios con pastis que acaban bien, el aspirante se toma las rulas con vodka que dicen que es la única bebida que inhibe las arcadas...
A ver si algún forero matasanos, de los lisensiados en la Patria Cubana, da información al respecto.