Y la culpa de toda esa mierda la tiene el Phil Spencer de los cojones con sus políticas absurdas mantenidas buscando agradar al friki gordo-comedoritos-virgen a los cuarenta-peseudopecero y destinando una mierda de dinero a la publicidad en medios generales y en tecnología para atraer a casuals.
No basta con tener un buen producto, tienes que saber venderlo GILIPOLLAS. Da igual que gamepass sea un buen producto si no lo publicitas y solo lo conocen los gordos que se meten en paginas del sector. Para hacerlo viable se lo tienes que vender a los casuals. Hacerlo atractivo para ellos. Tienes que venderselo a 40 millones de notas en el mundo, y en ese target tienes que meter a gente que solo pueda jugar minutos u horas al día. Actualmente, los jugadores casuales no es que contemplen si les renta el gamepass o dejar de comprar juegos, es que NI SIQUIERA CONOCEN QUE EXISTE ESTE SISTEMA A LO NETFLIX, PORQUE NO LO VENDES FUERA DEL SECTOR GAMER. IMBECIL.
Por otro lado, siguen errando en la inversión en teconología. Se pensaron que Wii vendía tanto por su sistema de mandos y sacaron el Kinect pensando que se vendería como churros. El caso es que Wii fue un exito porque vendió, en su publicidad, entrentemiento familiar, ejercicio, tecnologia pero una consola que se podía comprar donde cada miembro de la familia podía darle un uso (No more heroes, Scarface etc para los "hardcore", Marios y demás para los plataformeros, Wii sports y la balance board para hacer ejercicio y juegos tipo party para usar en reuniones con amigos) Kinect en cambio fue una tecnología muy cara y avanzada pero se quedó en un anuncio donde dos niños daban saltitos porque en la pantalla les venía un tronco. INUTILES.
El caso es que deciden no invertir en gadgets, sacan una consola tecnologicamente buena como la Series X pero terriblemente sosa y sin juegos, mientras que Sony, que ha invertido en tecnología esta vez, saca el mando de vibración háptica y los pulse. La gente, ante la igualdad gráfica en ambas consolas, si puede se compra la version de PS5 por ser un pelín más inmersiva. El mando de vibración háptica a los jugadores casuales les suena a tecnologia revolucionaria y puntera mientras que ve que la Xbox tira del mando de siempre, muy comodo, muy analogico pero no llama la atencion. La respuesta de microsoft es sacarlos con muchos colorines, eso sí, que seguro que gusta mucho a los japoneses.
Lo de japón, en fin, para que hablar. Me atrevo a incursionar en la epoca de x360 con Blue Dragon y el otro y en vez de seguir metiendoles pasta a los exclusivos y creandole al japonés la necesidad de que se compre una segunda consola para estas japonesadas exclusivas, pues me retiro a las primeras de cambio, encima cierro lo poco japonés que cuento entre mis estudios pues doy un claro mensaje: "señores, que nos olvidamos de los amarillos y de sacar juegos minimante innovadores, porque no nos engañemos, hoy día los unicos que sacan juegos que se salen de la puta mierda de siempre son los japos. Ni bethesda con su roleo y shooters, ni EA con sus juegos clónicos de catálogo y deportes ni nada que salga de occidente.
Sony ha vendido el dualsense como Kalinske vendió en su día el superturboboost de la megadrive, algo que nadie sabía para que servía pero le daba un plus de atractivo al comprador sobre la Megadrive para pelearle la sangría de ventas que le provocaba Supernintendo. Así es como se ganan las batallas comerciales, con politicas agresivas, inviertiendo en publicidad para hacer ver que el rival es inferior, que tu producto es mejor y es para ti, para crearle un sentimiento de pertenencia, de necesidad, de diferenciarse, crear bandos.... coño, la guerra de consolas de toda la vida. La generación de los 16bits será recordada no solo por la calidad de sus juegos sino también por ser un elemento de la cultura pop. ¿Alguién recordará esta generación dentro de 40 años? Si acaso se recordará como que un CEO pichafloja de Xbox tuvo la genial idea de alabar los productos de Sony, darles la enhorabuena por sus titulazos y de quitarles la exclusividad a todas sus IP´s antes de convertirse en third party.