Ya Oslo dije (Formula Noruerga Inside)

mecagoenSatán rebuznó:


Claro, hombre, y encima lo ilustran con las fotos del capullo de la EDL que ya os puse aquí yo mismo hace tiempo

Vaya frikazos también los tipos esos que se creen "nuevos cruzados" LOL.

Lo cachondo es que son "cruzados" y pro-Israel, cuando la iglesia de tiempos de las Cruzadas no se caracterizaba por querer mucho a los judíos....

Estos confunden defender la civilización occidental moderna y globalista (de hecho, los de la EDL suelen apoyar también al gobierno de EEUU y a sus guerras actuales) con creerse herederos de antiguas prácticas europeas llevadas a cabo por gentes de su época que poco o nada tienen que ver con nosotros los europeos de hoy día, por mucho disfraz que te pongas y muchas espadas de El Cid que colecciones en tu casa.
 
Alekos002 rebuznó:
tal y como imaginaba, en una cárcel noruega se vive bastante bien, mucho mejor que mucha gente que vive "libre"

Comentarios - El autor de la matanza de Noruega, en la prisión más lujosa del mundo - Libertad Digital

Pues viendo como están las cosas en España, no sería mala idea que un tío español que se vaya a quedar en la puta calle, coja los pocos ahorros que le quedan, se vaya a Noruega y atraque un banco. En la chirona de allí va a vivir mejor incluso que muchos de los que en España tienen casa y vida "normal".

Lo que no sé es si ese español sería encarcelado en Noruega o sería deportado a España. En el segundo caso, sería un epic owned para el pobre hombre.
 
Perroflautas dando la nota, como siempre (las anotaciones en rojo son mías):

Conozco al asesino de Noruega

Aunque no le había visto en mi vida, conozco bien al asesino de Noruega, ese cristiano derechista llamado Anders Behring Breivik que admira a Winston Churchill. (coño, el que nos "liberó" de los nancys, tan malo no sería:lol:)En realidad estoy harto de verle, de oírle, de sentirle. Convivo con él, con ellos, todos los días.(Tan malo no será, al menos, dudo que sea peor que tener que convivir a diario con todas las hordas de moracos, Latin Kings, gitanos y demás morralla que nos habeis metido con colador) Ha estado siempre aquí, entre nosotros, acechando, esperando, quizá anhelando el día en que se le cruce el cable para llevar a la práctica sus palabras, sus deseos, sus sueños.


El asesino de Noruega odia, teme, denigra y convierte en cosa, en ganado a todo aquel que es diferente. Que tiene otro color de piel. Que habla otra lengua. Que practica otras costumbres. Que piensa distinto. Que siente distinto. Que no viste igual. Para él, todos son, somos "moros", "panchitos", "perroflautas", "feminazis", "humanistas", "relativistas", "maricones", "gafapastas" o cualquier otra cosa que a sus ojos y los de los suyos nos niegue la calidad de humanos. Rojos y raros, en suma.(Bueno, y para vosotros, todo el que piense distinto es un "nazi-ultraderechista-fascista-intolerante" ¿cual es la diferéncia?)

El asesino de Noruega odia, ridiculiza, denigra, convierte en cosa, en ganado a todo aquel que cree en la bondad, en la solidaridad, en los derechos humanos, en la fraternidad entre las personas y los pueblos. En su absurda ignorancia y simpleza, este tipo de malvado llama al bueno "buenista". Al solidario, "traidor". Al igualitario, "peligroso marxista". Al defensor de los derechos humanos, "políticamente correcto". Para un malvado como él, todo lo que es bueno resulta sospechoso y humillante. Tiene que haber algo oscuro detrás de la gente buena, solidaria, fraterna y concienciada, pues de lo contrario él sería aún peor y más egoísta de lo que ya es.(el defensor de la multiculturalidad odia, ridiculiza, denigra, convierte en cosa, en ganado, a todo aquel que todavía cree en el patriotismo, en los valores tradicionales, en su pueblo y su civilización. En su absurda ignorancia y simpleza, este tipo de malvado llama "xenofobo", "intolerante", "nazi" o "genocida" al patriota, y "carca" a los que aún creen en valores como la honradez, el trabajo o el sacrificio. Para un malvado como él, todo lo que es bueno resulta sospechoso y humillante. Tiene que haber algo oscuro detrás de la gente decente, honrada y trabajadora, de los que todavía se preocupan por su tierra y por su pueblo, de los que defienden su identidad y el futuro de su nación)

El asesino de Noruega odia, denigra, convierte en cosa, en ganado a todos los que ignoramos sus delirios de conspiraciones y violencias. No comprende que no creamos en el poder de la fuerza y de la guerra, de la superioridad de unos seres humanos sobre otros, de la necesidad de mano dura con quien no es como él.(el problema es que vuestros "amiguitos" mahometanos, Latin-Kings o negritos que nos habeis metido con calzador en nuestros países tampoco siguen creyendo en ese poder y en esa superioridad de unos respecto otros, so memos!) Nos llama "ignorantes", "pánfilos", "borregos" y desea hondamente que algún día nos demos de bruces con "la realidad". Es decir, su realidad mitológica y brutal de acero, dolor y sangre, donde todo el mundo es necesariamente malo.(No: esa realidad en la que ha vivido el mundo desde que los seres humanos no eramos más que una panda de simios que bajaron del árbol en busca de alimento: la realidad de la lucha por la supervivencia, de la selección natural ¿Pretendeis cambiar milenios de evolución con cuatro pseudo-ideas utópicas pasadas de rosca? )

El asesino de Noruega es un ególatra al que no le importa si el mundo arde con tal de que a él le den la razón en sus fantasías. (El defensor de la multiculturalidad es un ególatra al que no le importa que la Humanidad se vaya por el desague con tal de imponer sus ideas igualitaristas al resto del mundo)Justifica guerras y matanzas con tal de que no le suban los impuestos o la gasolina.(justifica guerras y matanzas, y los peores crímenes imaginables, siempre que estos hayan sido cometidos por determinados colectivos que él ve como seres de luz víctimas de la opresión del macho blanco cristiano y heterosexual) Vislumbra un mundo mejor donde todos son como él, piensan como él, sienten como él, viven como él.(¿acaso no es lo mismo que deseais vosotros?:53con la diferéncia de que el asesino de Noruega no cuenta con el monstruoso apoyo político-social-mediático-financiero-judicial con el que contais vosotros) En su egolatría y orgullo infinitos, el mundo sólo puede ser bueno y noble cuando es una fotocopia de él, de sus sueños, de sus miedos y de sus mitos. Y, entre este mundo imperfecto y su mundo ideal, un gran, necesario baño de sangre.
(ídem a esto)
El asesino de Noruega disparó primero contra la muchacha más bonita que vio en el campamento de las Juventudes Laboristas. El asesino de Noruega es un misógino, porque en su mundo paramilitar el universo femenino no tiene sentido. Sólo ama a las mujeres dóciles, serviles, maternas, que le sigan la broma y coincidan con el fetiche mitológico que tiene en la cabeza. Pero no hay tantas valkirias sumisas en el mundo. Para él, todas las demás son zorras, feminazis, castradoras. En suma, frustrantes. No comprende por qué las mujeres se resisten a sus sinrazones de guerrero viril y del "orden de toda la vida". Y si son guapas, ni te cuento. El asesino de Noruega, en realidad, es un frustrado que oculta su frustración bajo la apariencia de moralidad, rectitud o pureza.(ya tardaba en salir otro de los recurrentes topicazos de la propaganda progre: el tío era un nazi asesino porque no follaba. Nunca falla.)

El asesino de Noruega cree a pies juntillas en una gran conspiración para destruir la cultura blanca, cristiana y occidental, al igual que hacen los integristas islámicos con lo suyo, ignorando que es la cultura blanca, cristiana y occidental la que se destruye a sí misma a través de gente como él. Su universo es el universo de la dolchstoßlegende, la leyenda nazi de la puñalada en la espalda, versión siglo XXI. En su mundo, todos los que no somos como él, todos los que no pensamos como él, somos traidores y vendidos, el enemigo interior.(otra vez dando la murga con el tema de las "conspiraciones". Observese como, en estos mismos medios de extrema izquierda perroflautil, siempre que tiene lugar un atentado islamista, en seguida sacan docenas de artículos denunciando la "conspiración sionista-yankee-imperialista para demonizar a los pobres musulmanes, que pobrecitos, como los seres de luz desvalidos que son, son incapaces de matar una mosca. De hecho, mientras sucedían los acontecimientos de Oslo, en cuanto se difundió la tesis incicial del atentado islamista, no tardaron en aparecer estos individuos por foros como Burbuja hablando de la enésima conspiración de la OTAN-CIA para dar mal nombre a la Religión de Paz, pero en cuanto se capturó al terrorista, callaron todos como putas. ¿Quién es más conspiranoico aquí?:roll:)

El asesino de Noruega es un absolutista que cree en unos valores inmutables y eternos, a pesar de que todos sus valores "inmutables y eternos" rara vez tienen más de quinientos años y a menudo no pasan de cien. Aunque a veces ha leído, es incapaz de comprender los procesos históricos; sólo entiende de batallitas y figurones. También es incapaz de comprender los procesos sociológicos complejos; sólo entiende de conspiraciones y traidores. No logra vislumbrar por qué a tantos de nosotros sus valores absolutos nos resultan absurdos, falsos e indignos de conservar. En su universo, tiene que ser todo el resultado de una conspiración, o de nuestra maldad esencial, o ambas cosas: el efecto del adoctrinamiento, de la manipulación, de nuestra mala sangre, lo que sea, porque no logra entender el mundo en que vive, los procesos de la historia y de la sociedad ni mucho menos la relatividad y la evolución de las cosas. Para él, todo es absoluto, blanco o negro, el bien o el mal. Por eso odia el relativismo y odia la evolución: porque es un absolutista.(Vosotros también sois unos absolutistas empeñados en imponer unos supuestos "Valores Universales" que apenas si tienen 70 años, y que no os engañe el nombre, serán todo lo universales que querais, pero fuera del castrado Occidenta no se los traga ni Dios. La diferéncia, como ya he dicho, es que el asesino de Noruega no cuenta con los medios necesarios para imponer sus valores, mientras que vosotros sí)

El asesino de Noruega no entiende de matices y sutilezas. Le da igual si eres un estalinista convencido o sólo te parece mal que unos escupan sangre para que otros vivan mejor. Le da igual si eres un fundamentalista islámico o un escéptico secular. Le da igual si eres militante feminista o simplemente te preocupa la violencia de género. Le da igual si eres nacionalista, separatista, etarra o apenas te limitas a hablar tu lengua materna, que es distinta de la suya. (y ahora a santo de qué viene hablar de la ETA? joder, qué rapido se os ve el plumero:137)Le da igual, en suma, todo lo que no sea exactamente como él. Los demás somos todos lo mismo, culpables de todo y nos merecemos todo lo que nos pase. No somos gente, sólo "marxistas", "feminazis", "rojos", "perroflautas", etc. A sus ojos, sólo chusma, ganado, cosas. Criminales por el hecho de existir y molestarle a la vista.(y a los ojos
del defensor de la multiculturalidad, cualquiera que se oponga a sus criminales proyectos mundialistas, cualquiera que se atreva a quejarse en voz alta del crímen y la inseguridad que sufre en su barrio desde que se abrieron las fronteras a todos los "seres de luz" del Tercer Mundo, es un criminal por mero hecho de pensar diferente a él. Como veis, chicos, no sois tan distintos del asesino de Noruega)
El asesino de Noruega no vio personas, sino cosas. Miró a la gente que pasaba por el centro de Oslo y sólo vio chusma inconsciente y prescindible. Miró a sus víctimas adolescentes a los ojos y sólo vio ojos bovinos de ganado asustado. Porque, para él, habían dejado de ser gente mucho tiempo atrás. Como ganado, los llevó al matadero. Y los mató.(y vosotros estais llevando al matadero a todo el pueblo europeo, de hecho, vosotros mismos vais derechos al matadero por el camino que habeis trazado, y lo mejor del caso es que ni os habeis dado cuenta, angelitos)

Y si no se para este lenguaje del odio que cae como un manto negro sobre Europa desde hace ya bastantes años, no lo dudes: mañana seré yo, tú o tus hijos. Y ya no como un asesino solitario, sino como un movimiento criminal. Porque para el asesino de Noruega, que convierte a los adolescentes de ojos bonitos en cosas a las que sacrificar, yo, tú y tus hijos no somos gente. En su egolatría se cree un sirviente de dios, un mensajero de dios o directamente un dios. Y, ejerciendo de dios, ya nos ha convertido a todos en ganado listo para sacrificar. Mientras no estuvo preparado, mientras el ambiente no le fue propicio, disimuló. Pero todo era cuestión de tiempo y oportunidad. Ayer mató en Noruega. Si no le detenemos, mañana, ¿dónde matará?(no, amiguetes, lo que nos matará mañana si no lo paramos pronto, es esta invasión multicultural que vosotros habeis fomentado desde vuestra boba ignoráncia. ¿Cuantos españoles e ingleses murieron en sendos atentados terroristas solo porque "alguien" dejó entrar en sus respectivos países a unos indeseables que deberían de haberse quedado en su tierra natal? ¿cuantos europeos tienen que sufrir a diario el crímen y la violencia provocada por todos los "seres de luz" que dejasteis entrar y a los que convencisteis de que podrían tomar lo que quisieran porque a fin de cuentas los "blanquitos" estamos en deuda con ellos por el Pecado Original que soportamos todos los que nacimos con este color de piel? ¿cuantas chicas noruegas son violadas e incluso asesinadas por esos hombrecitos tan simpáticos que vosotros nos asegurasteis que venían a "enriquecernos"? ¿no sabeis que se llegó al extremo de que el 100% de las violaciones cometidas en Oslo en un año eran cometidas por estos indeseables a los que jamás se debería haber dejado entrar aquí? Pero no, no espereis que estos señores se quejen de esto, faltaría más. Denunciar estos horrendos crímenes que llevan tanto tiempo perpetrando contra el pueblo europeo le convierte a uno en un asesino de niños igual que el asesino de Noruega)

Como siempre, el asesino de Noruega tenía pistolas, fusiles y explosivos. Como siempre, nosotros tenemos nuestras plumas, nuestras manos y nuestra voz. Sea. Ya basta de silencio ante el horror que se avecina sobre todos y todas. Otra vez.

KAOSENLARED.NET -- Conozco al asesino de Noruega

Este es el marco social en el que ha tenido lugar el doble atentado:

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¿alguien ha visto a alguno de estos iluminados progres denunciarlo? Faltaria más!! Para ellos, hasta es un simbolo de "progreso".

Y veamos lo que hay en el país vecino:

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SUECIA: UN RAPERO AFRICANO LLAMA AL EXTERMINIO DE LOS SUECOS

“Los ojos azules son feos. Parecéis monos. La vida no es fácil en los suburbios, ¡joder! Oigan, las suecas, venid aquí, os meteré un cuchillo en el coño, lo prometo, y me chuparéis la polla. Nosotros los metecos somos los jefes de todos los hijos bastardos de esta ciudad. Juro que estaréis a nuestra merced. Las diferentes naciones tomarán el poder. Es una promesa. Un día, vosotros los suecos, probaréis la cólera de los metecos. Lo juro. Todo el mundo sabe de lo que estoy hablando, ¡joder! No son palabras al aire. Ahora la cosa va en serio. Los metecos están uniéndose. No importa si vosotros los suecos sois antifa (antifascistas). Os vamos a expulsar. No me importa nada que seais de izquierda o derecha, socialdemocrátas o conservadores. Vosotros los suecos probaréis la cólera de los metecos. Si, lo juro. No es fácil vivir en los suburbios. Juro que eso no cambiará nunca, ¡joder! todos los suecos podéis morir, morir, morir, morir, morir. Los suecos deberían ser todos exterminados. Todos podéis morir, morir, morir, morir, morir. Todos los suecos deben desaparecer de la superficie de la tierra. Todos los suecos vais a morir, morir, morir, morir, morir. Todos los suecos serán exterminados. Todos los suecos deben morir, morir, morir, morir, morir, morir. Todos los suecos serán exterminados.”
:93:93:93
Pero no, para los progres esto no es procupante, esto no es incitación a la violencia, no es apología del genocidio, no, al contrario, solo es una inofensiva muestra de multicultarildad que hay que aplaudir.
 
mecagoenSatán rebuznó:
:93:93:93
Pero no, para los progres esto no es procupante, esto no es incitación a la violencia, no es apología del genocidio, no, al contrario, solo es una inofensiva muestra de multicultarildad que hay que aplaudir.



Al igual que con el affaire Oriolet tienes demasiada tendencia a generalizar: Sí, existen perroflautosos que siguen coreando slogans ridículos y justificando las barrabasadas de los ahumados porque les robamos el oro gñe.

Pero muchos "progres" ya se han cansado de todas estas monsergas y por supuesto que se dan cuenta de que los niggas que se creen 50 cents y los moros radicales son un problema pero literalmente no tienen ni puta idea de que hacer: estamos hablando de millones de alógenos ¿que hacemos? ¿Los deportamos? ¿Montamos la WWIII?

Estamos ante una cuestion incluso mas importante y complicada que la crisis económica y que afectara de manera mas profunda la estructura de sociedades y países en el futuro para colmo los políticos se niegan a tomar decisiones contundentes por cobardía: imaginate que Sarkozy decide ir a por los morloks ¿como reaccionarían los 4 perroflautas radicales que antes te he mencionado? y lo que aun es más grabe ¿como reaccionarían los oportunistas del PSF?

La aportación del botarate de Noruega ha sido dar alas a los cuatro puercoflautas radicales y criminalizar a toda la extrema derecha consiguiendo que vuelva a ser tabú hablar de los problemas que causan los oscuros.

Los ojos azules son feos. Parecéis monos.


Ya es de ser inútil
 
El asesino de Noruega disparó primero contra la muchacha más bonita que vio en el campamento de las Juventudes Laboristas. El asesino de Noruega es un misógino

:lol: ¿y quien era esa?


1984 reload rebuznó:
muchos "progres" ya se han cansado de todas estas monsergas y por supuesto que se dan cuenta de que los niggas que se creen 50 cents y los moros radicales son un problema pero literalmente no tienen ni puta idea de que hacer: estamos hablando de millones de alógenos ¿que hacemos? ¿Los deportamos? ¿Montamos la WWIII?

Podían empezar por quitarse de en medio, que mucho ayuda el que no estorba.
 
El final va a comenzar con patrullas blancas atacando con nocturnidad y alevosia negocios de inmis e inmis de forma aleatoria, estilo limpia madrid en el dia de la bestia.

Cuando en la hucha comun no haya dinero para todos, mas o menos dentro de nada.
 
Debo decir que los países escandinavos serán los primeros. Es el ejemplo de cómo se puede llegar a anular a un pueblo e inducirlo a que él mismo se pegue un tiro en la sien. Es lo que nos espera dentro de poco.

El otro día estaba fumándola en un banco, y al lado habían un grupo de chavales y chavalas suecos. Tres tios y tres tias. Las pintas que gastaban de machos epsilon eran la hostia. Enseguida aparecen dos moros de estos rateros que hay en estas tierras haciéndose pasar por parisinos -táctica habitual en ellos-, y a tratar de ligarse a las suecas. Y empiezan a hacer bailes de estos de break dance, típicos bailes callejeros de estos que consisten en hacer acobracias tristes en el suelo. Y claro, los moros como de otra cosa no pero de calle tienen un buen rato, pues más o menos resolvían el baile.

Y entonces los tipos suecos se ponen a halagar a los moros por tales artes coreográficas, a lamerles el ojal, pero atención, y lo que es peor: a tratar de intentar hacer esas piruetas sabiendo que no saben hacerlas, de manera en que quedan ridiculizados en comparación a los morapios. Y esto delante de las otras suecas. Pues ahi estaban, riéndose de sí mismos, de su torpeza para una habilidad más bien masculina, y aplaudiendo a los Mohamés.

Me fui. Tuve que irme. Si aquello acababa en moros llevándose a las suecas a "dar una vuelta a la playa", preferiría no verlo, porque me pondría de una mala leche que la Putilla iba a pagar al dia siguiente en el foro en forma de 3 ganchos + 4 patadas voladoras + 3 porrazos :lol:
 
Olentzero rebuznó:
Eres tú el que debido a la procedencia de las palabras le estás dando el significado que quieres.

Coño, y tú estás interpretando lo que te da la gana sobre lo que digo, no sé que puñetas me estás contando.

Olentzero rebuznó:
Que ese tío es un gilipollas no creo que nadie lo esté discutiendo. Así que no sigas por ahí porque no tiene sentido.

Ah, vale, ahora voy a tener que pedir permiso para decir lo que me salga del escroto. claro.

Olentzero rebuznó:
Lo que dice 84 es una gran verdad. ¿Qué cojones hacen chavales en un campamento político? ¿Acaso cualquiera de nosotros con 16 o 17 años teníamos aunque fuese un poco de puta idea de política? ¡Todos teníamos pájaros en la cabeza!

Precisamente, parte del proceso de maduración consiste en reordenar tus ideas y darles forma, hasta realmente llegar a tu posición definitiva, pero para ello debes indagar poco a poco y no que estén desde un partido (con lo que ello implica) dándote leccioncitas magistrales.

Así que afirmas lo que ha dicho 84 no tiene nada que ver con las palabras del atontao ese, sino de sacarlas fuera del contexto y aplicarlas de nuevo a la situación sin la mierda que hay detrás.


Lo que dices es una contradicción en sí misma. Si hay que explorar ideas, y conocer propuestas, ¿qué mejor que formar parte de la juventud de un partido?

La cosa es que Beck dice una subnormalada como un piano, fabricando una demagogia estableciendo una comparación que no se sostiene, y que es pueril. No se puede comparar las juventudes hitlerianas con las seccioens juveniles de cualquier partido democrático,, pero es que por definición, joder. Las juventudes hitlerianas eran de pertenencia obligatoria, estas no. Punto.

Establecer paralelismos como estos son infames, y más cuándo como en el caso de Beck, aprovecha el asunto, desvirtuando el caso para seguir dando por saco con su mierda.

Y ya.
 
BAILARÉ SOBRE TU TUMBA rebuznó:
Podían empezar por quitarse de en medio, que mucho ayuda el que no estorba.


Te voy a hacer una pregunta que hace tiempo que me pasea por la cabeza: a veces tus comentarios dan a entender que está todo perdido y solo nos queda languidecer pero en otros parece que aun conservas la esperanza de que el pueblo europedo despierte y empiece a defenderse

¿Me'n pots fer cinc centims?

para los que no conozcan la lengua vernacula :lol: que si me puedes explicar tu punto de vista ¿consideras la guerra perdida o no?

Por cierto, con las previsibles nuevas leyes antiodio (!) que ha propiciado el sugmnormal de los fiordos creo que no pasara mucho tiempo antes de que la autoridac competente de un toque a Torpe.
 
De todos modos, esa "canción" de un supuesto rapero nouvingut de Suecia, me parece demasiado explícita y lunática para que sea algo diferente a una frikada que algún resentido inadaptado ha colgado en internet para "desahogarse".

Dudo mucho que esa actitud sea aplaudida por muchos de los inmigrantes que hay en Suecia.

Recuerdo una canción similar que había en youtube, de unos raperos "niggas" de EEUU, donde hablaban de matar a blancos y blao.... pero en los comentarios leías a muchos negros donde decían que a ellos esa canción no les representaba y les parecía una mierda.

Es como una canción que hay de un grupo de rock NS de Cataluña llamado "Hermanos Blancos", que tienen una canción donde dicen, literalmente: "Mira a ese puto negro, pégale un tiro".

Letras de odio y de despojos sociales, las tenemos en todas partes. Yo hace ya tiempo que dejé de dejarme influír por rollos demagógicos del tipo: "mira lo que canta ese rapero, que asco de negros, son todos iguales".

Si negros bluseros, souleros o jazzeros, negros old school, escucharan a esos "niggas" o vieran sus vestimentas, seguramente les jostiaran ellos solos sin necesidad de blancos que les ayuden.
 
La "cancion" del rapero ese sueco lo que denota es un complejo de inferioridad tremendo.
 
Interesante ladrillo. No somos los unicos en creer que los agentes del multiculturalismo aprovecharan la matanza de Noruega para cargar contra las formaciones "identitarias"


No es la primera vez que el sistema recurre a la manipulación informativa para salvaguardar sus posiciones, ni tampoco –aun no es ese el extremo al que queremos discutir– la primera vez que recurre al terrorismo (¿habrá que recordar que durante 15 años, Italia, la Italia democrática del pentapartito, estuvo sometida a una serie de macroatentados criminales que fueron ideados en los laboratorios de los servicios de inteligencia a petición de centros de poder secreto y que se produjeron más de 200 muertos en atentados que fueron atribuidos al neofascismo?).

jijijijijij


Oslo: penúltima trinchera

Publicado: Miércoles, 27 de Julio de 2011 18:44 por Ernesto Milá en ORIENTACIONES
Evidentemente, Anders Behring, el autor de la masacre de Oslo estaba literalmente loco y basta leer su “manifiesto” de 1.500 páginas para comprobar que estaba mal informado (1), que sus razonamientos eran paranoicos y su capacidad crítica alterada por su patología mental y, finalmente, que se trataba de un mitómano (como lo demuestra el que retocara sistemáticamente fotos y apareciera como snipper provisto con arma automática, masón luciendo con mandil, uniforme multicondecorado, etc.). Lo que no ha sido obstáculo para que cierta prensa, como veremos, no pestañeara a la hora de incriminar a todo un sector político –desde Narvik hasta Tarifa– en este odioso atentado. Y las cosas en política no ocurren porque sí.
Algo está cambiando en Europa
Era inevitable que ocurriera. Desde hace 65 años, Europa Occidental está gobernada por partidos que llegaron en el furgón de los vencedores de 1945. Básicamente estos partidos respondían a dos características: a la izquierda, el tradicional movimiento obrero organizado en partidos socialistas, a la derecha las clases medias organizadas en partidos liberales, democristianos y conservadores. El sistema político de Europa Occidental se mantuvo firme desde entonces reposando sobre estas dos columnas: una de centro-derecha y otra de centro-izquierda. Con sus características propias, con sus etiquetas particulares, este sistema atravesó la Guerra Fría, llegó al efímero período de “fin de la historia” y se adentró en la era de la globalización.
Un largo recorrido en el que, en política internacional se pasó del bilateralismo al unilateralismo y de éste al multilateralismo. Pero así como el tránsito del primero al segundo supuso una victoria de los EEUU sobre la otra potencia mundial, la URSS, el tránsito del unilateralismo norteamericano al multilateralismo no puede ser considerado sino como derrota del “imperio”. Y esa derrota es algo más que la de un país arruinado que soñó durante un breve período –de 1989/91 a 2008, es decir, de la victoria norteamericana en la guerra de Kuwait, paralela al hundimiento del muro de Berlín y del bloque soviético, hasta la llegada al poder de Obama que coincide con la segunda etapa de la crisis económica internacional originada en EEUU en junio de 2007– con ser la única potencia mundial: es la crisis de un estilo de vida, de una forma de Estado, de una concepción del mundo, de una forma económica, de un estilo de organizar los Estados en base a un sistema partitocrático, es, digámoslo ya, una crisis global. Todo lo que hemos visto hasta ahora puede ser considerado como el “viejo mundo”, la etapa que se abrirá en los años que seguirán –que se está abriendo ya ante nuestros ojos y que no vemos todavía porque hemos estado demasiado tiempo con los ojos acostumbrados a la oscuridad– será tan radicalmente diferente a la que conocemos que, en rigor, podemos llamarla el “nuevo mundo”.
Estamos, pues, asistiendo a la desintegración del sistema mundial, no de tal o cual régimen, sino de todo un sistema que cobró forma a partir de 1945 y que ha ido prolongando su existencia, mal que bien, desde entonces. Nuestra generación ha visto como caía uno de los puntales de ese sistema mundial, la URSS, pero todo induce a pensar –y no es un deseo– que veremos también como la potencia norteamericana se extingue y con ella un “nuevo orden” cobra forma. En el tránsito entre lo que se extingue hoy y lo que vendrá mañana se producirán los inevitables dolores del parto: un sistema se niega a desaparecer y utiliza para ellos sus peores armas, otro sistema pugna por nacer y al verse taponado genera períodos de tensión, por otra parte, el tránsito del unilateralismo al multilateralismo no se producirá sin tensiones internacionales extremas.
¿Qué está ocurriendo en Europa en estos momentos? Que las fuerzas sobre las que se mantenían los distintos regímenes políticos de Europa Occidental, están entrando en colapso.
En 1945 las fuerzas políticas y sociales que alumbraron el nacimiento de estos regímenes tenían la iniciativa: la clase obrara organizada en partidos de izquierda era fuerte en el momento en que Europa iniciaba su reconstrucción y, el centro-derecha era la única alternativa apoyada en las clases medias. El atraso secular de los países mediterráneos hizo que este esquema retrasara su aplicación casi 30 años, pero a partir de la caída de Marcelo Caetano en Portugal y de la muerte de Franco, que coincidió prácticamente con el fin de la dictadura militar griega, esta zona del sur también se “normalizó”.
A diferencia de la Europa del Este en donde el tránsito del estalinismo a las democracias formales todavía encuentra problemas de ajuste, en Europa Occidental los distinto regímenes nacidos en 1945 –o a partir de 1975– sufren otros problemas comunes y característicos: falta de representatividad democrática, ascenso de nuevas opciones políticas, crisis económica, corrupción de la clases políticas dirigentes y descenso de su nivel de calidad, incapacidad para resolver los efectos de la crisis económica, deriva partidocrática y plutocrática, imposibilidad de estabilizar un sistema mundial globalizado… En realidad, puede decirse que lo que ha ocurrido es que las fuerzas que eran hegemónicas en 1945 (tanto a nivel internacional como a escala de cada una de las naciones de Europa Occidental) están en crisis y ya no tienen la preeminencia respecto a su momento histórico.
“Beneficiarios” y “Damnificados” por la globalización
Socialmente, es posible dividir a la población entre “beneficiarios” de la globalización y “damnificados” por la globalización. Entre los primeros se encuentran solamente una élite extremadamente reducida de financieros especializados en operar con capitales internacionales moviéndolos de un lugar a otro del planeta, allí donde hay posibilidades de grandes beneficios, frecuentemente comprando deuda soberana. Esta élite financiera está presente en las bolsas y, desde allí, penetra a las industrias multinacionales, está presente en los grandes conglomerados bancarios, en las instituciones financieras internacionales e impone su política a los gobiernos. Es el poder real que está por encima del poder virtual de los Estados cuyos gestores temporales –las clases políticas– comen literalmente de sus manos. Entre los segundos se encuentran especialmente las clases trabajadoras, las clases medias, los jóvenes, los pensionistas, es decir, la inmensa mayoría de la población. Pues bien, son los primeros los que mantienen su hegemonía sobre los segundos. Ya no hay luchas ideológicas como en la postguerra, ya no hay luchas sociales como hasta finales de los setenta, ya no existen ni siquiera distintos planteamientos globales en el seno del sistema: hemos llegado al pensamiento único que expresa los intereses del capital financiero, sólo eso y nada más que eso.
Pero el sistema globalizado ha cavado su propia tumba y ha sido el artífice de su propia desestabilización.
La globalización, a fin de cuentas, no es más que un intento de optimizar los beneficios del capital a nivel mundial. Para ello era preciso producir más y más barato: no es raro que la deslocalización diariamente se lleve empresas a los países emergentes, por alejados que estén, para lograr el abaratamiento de sus productos, a pesar de que ese proceder es aventurero, irresponsable y efímero: el pico de Hubber que marca el fin de la era del petróleo barato y el inicio del ciclo de agotamiento del crudo, en apenas treinta años, hará que los precios de los fletes encarezcan el transporte desde China (la “manufactura del mundo”) hasta los consumidores; por otra parte, la deslocalización hace que disminuya inevitablemente el consumo en los países del antiguo Primer Mundo cuya disminución apenas es compensada momentáneamente por el abaratamiento de los productos. Los puestos de trabajo perdidos en el sector industrial no son compensados por bolsas de nuevos empleos: el mercado laboral en Europa, poco a poco, se va contrayendo, especialmente en países que se han quedado con un tejido industrial anémico o que han vivido de burbujas especulativas pero no de economía productiva (Portugal, España, Grecia, Italia, Irlanda). Y este es el gran problema…
… Porque la globalización es una autopista de doble dirección: por una parte, la que conduce a la deslocalización, pero también hay otra no menos lesiva para los intereses de Europa Occidental, la inmigración que arroja a grandes masas de población hacia Europa. El fin de la inmigración no es otro que el de arrastrar a la baja a los salarios con el fin de hacer más competitiva los productos producidos. El trabajo en economía liberal no es más que un valor de mercado sometido a las leyes de la oferta y la demanda: más oferta de trabajo, con una demanda decreciente, lleva inevitablemente a descensos salarias virtuales (estancamiento salarial más inflación supone un descenso real del salario percibido) o reales: entre 1999 y 2006 los salarios aumentaron el 3’7%... mientras que la inflación acumulada lo hacía 1,4% en 1998, 2,9% en 1999, 4,0% en 2.000, 2,7% en 2001, 4,0% en 2002, 2m6% en 2003, 3,2% en 2004, 3,7% en 2005 y 2,7% en 2006, lo que globalmente supone un 25,8%, es decir, que durante el período anterior a la crisis (tiempo de gran crecimiento económico-especulativo), el salario global en España disminuyó ¡una cuarta parte! Según el informe anual de 2007 de la OCDE [Employment Outlook, 2007] sobre la situación de la población empleada, que incluye los países económicamente más desarrollados del mundo, España es, de los 27 países, el único que ha tenido durante el periodo 1995-2005 un descenso del salario promedio. El único dato –no hay otro– que permite explicar este fenómeno es la llegada masiva de inmigrantes precisamente en los años de auge económico. Solamente hasta 2007, cuando se inició la crisis, España era el segundo país del mundo en recepción de inmigrantes y solamente detrás de EEUU (2), lo que equivale a decir que España con poco más de 40 millones de habitantes recibía solamente algo menos inmigración que EEUU con ¡ocho veces más población! Anuario de la Comunicación del Inmigrante de 2007 (3) preveía que en 2025 tres de cada diez conciudadanos –unos ocho millones– podría no haber nacido en España o ser hijos de padres extranjeros, un porcentaje que incluso superaría al del país europeo con mayor proporción de inmigración, Suiza, con un 20% de la población llegada del exterior. Otros países europeos con más tradición en llegada de inmigrantes están por detrás de España: Francia (con el 9,6% de inmigrantes sobre 63,4 millones), Alemania (con el 8,9% sobre 82,6 millones) y el Reino Unido (con el 8,1% sobre 60,6 millones). La propia secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, uno de los miembros del lobby socialdemócrata pro-inmigracionista reconoció que la inmigración «el fenómeno social más intenso que ha sufrido España en décadas»…. Y, en efecto, así es, no solamente en España sino en toda Europa Occidental.
Pues bien, la inmigración es precisamente lo que ha contribuido a decantar a amplias franjas de la sociedad europea hacia las filas de nuevas opciones políticas ante el fracaso de las tradicionales para afrontar el fenómeno. La inmigración, generada por la globalización con la intención de “uniformizar” el mundo, crear un mestizaje universal que aboliera diferencias, quebrara rasgos diferenciales y encajara mejor con el concepto “global” que le interesa defender (ese que convierte en damnificados a las mayorías y beneficia solamente a unos pocos), paradójicamente ha supuesto el trampolín para desestabilizar al sistema.
Las fuerzas políticas del sistema: sin futuro
A finales de los años 70, las masas trabajadoras y los intelectuales empezaron a desertar de los Partidos Comunistas, éstos cometieron el error de considerar a la inmigración como la “nueva clase obrera” y se lanzaron a una enloquecida carrera para incorporarla a su base electoral: el resultado unánime en toda Europa Occidental (en España, Portugal y Grecia, el fenómeno tardaría algo más en manifestarse) fue que ni los trabajadores europeos (con quienes la inmigración competía en el acceso a los puesto de trabajo y que convivía en sus mismos barrios) entendieron el mensaje sino que lo consideraron como un atentado contra sus propios intereses, sino que la mayoría de trabajadores inmigrantes jamás se sintieron interesados por la política de los países de acogida. Si a esto unimos el descalabro de la URSS, podemos entender el porqué hoy el comunismo es un mal recuerdo de otro tiempo.
En cuando al socialismo, a partir del Congreso de Bad Godesberg del SPD alemán en 1959, la nueva línea quedaba marcada para el centro-izquierda: se renunciaba a Marx y se aceptaba como incuestionable la forma capitalista, tan solo se intentaba corregir algunos de sus aspectos más extremistas introduciendo políticas de bienestar social. Amplias franjas de trabajadores y de clases mediantes se incorporaron a este proyecto que, con mejor o peor fortuna, ha prolongado su vigencia hasta el inicio de la gran crisis económica. A la socialdemocracia europea se le ha perdonado su corrupción consuetudinaria que se ha prolongado durante décadas, se la ha perdonado su ineficiencia a la hora de gestionar la res publica, se le ha perdonado que cada vez con más frecuencia cayera en prácticas partitocráticas y se le ha perdonado su humanismo-universalista que tenía más que ver con las directivas de la UNESCO que con cualquier documento de la izquierda clásica. Pero hay una cosa que las masas no han perdonado a la socialdemocracia: el que, cuando se ha producido la gran crisis económica, tomara partido por la banca, por el gran capital y la alta finanza y que, lejos de defender los intereses de las clases trabajadores hiciera justamente lo contrario.
Y ese error de cálculo ha puesto aún más de relieve el pecado histórico del centro-izquierda europeo: abrir las puertas a la inmigración masiva cuya presencia atentaba y muy especialmente contra los intereses de sus bases electorales. Estos dos elementos son precisamente los que han entrañado la crisis del centro-izquierda y el fenomenal descalabro que la socialdemocracia ha sufrido en todo el continente en los últimos cinco años.
En cuanto a la derecha, su papel ha sido igualmente poco airoso. Desde 1999 los conservadores se vieron ganados por el neoliberalismo y fueron perdiendo sus signos de identidad para sumergirse en una loca carrera para demostrar quién era más “liberal”, quién proponía más medidas para empequeñecer el Estado, quien encontraba nuevas propiedades públicas que privatizar, y quien iba más lejos a la hora de desregular completamente la economía: cualquier otra consideración pasaba a segundo plano o simplemente desaparecía de los programas del centro-derecha. Aznar fue el paradigma de esta tendencia. Todo fue bien hasta que se desencadenó la crisis económica generada… por ese mismo liberalismo que demostró no ser la solución sino lo esencial del problema. En el momento actual –cuando la crisis cumple ya su cuarto aniversario– el centro-derecha está sumido en plena confusión: es incapaz de asumir a soluciones “nacionalistas” y se obstina en aceptar la globalización y la economía liberal como destino ineludible de las naciones. Para colmo, ha permanecido perpleja ante el fenómeno de la inmigración y se ve incapaz de plantear políticas restrictivas limitándose allí donde tiene ocasión a practicar las mismas políticas que la izquierda marcadas por las palabras “integración”, “inmigración ordenada”, y poco más que, en la práctica, se han traducido en fracasos absolutos el más espectacular de los cuales es, sin duda, el de Sarkozy en la vecina Francia.
Hoy, los votos que recoge el centro-derecha se deben en gran medida al fracaso y a la inadecuación crecientes del centro-izquierda, no a sus propios éxitos, ni a la capacidad de movilización de sus temas de propaganda. El centro-derecha es cada vez menos percibido como alternativa al centro-izquierda, tan solo se le ve como la otra cara de la moneda. Su crisis de contenidos se palia momentáneamente gracias a su capacidad para incorporar, cínica y de manera desaprensiva, temas de actualidad a su programa (en la cuestión de la inmigración, por ejemplo) que entiende mal, sobre los que no tiene respuestas y que, una vez en el gobierno, no puede resolver. En cuanto al centro-izquierda, su incapacidad para resolver los problemas, su complicidad con el capitalismo y, consiguientemente, la traición a su electorado natural, deja poco espacio al optimismo sobre su futuro inmediato.
El ascenso de nuevas fuerzas políticas a derecha, a izquierda y transversales
Pero ni los votos perdidos por el centro-derecha suelen ir a parar al centro-izquierda, ni los de este sector político terminan en el otro. En realidad, lo que está ocurriendo en los últimos cuatro años es que los índices de abstención, voto en blanco y voto nulo están aumentando situándose globalmente en la mitad del electorado en países como España, unido a la aparición de nuevas opciones tanto a la derecha como a la izquierda, como en espacios políticos nuevos. En otros lugares ya hemos aludido a la formación de Die Linke, la izquierda alternativa alemana, o a la del Nuevo Partido Anticapitalista, o en España a la formación de un espacio alternativo de izquierdas todavía en fermentación en lo que ha sido llamado el movimiento de los “indignados” o Movimiento del 15-M. Luego, naturalmente, están los partidos antiinmigración que, a decir verdad, suelen ser transversales y asumen la defensa de las clases trabajadoras frente a la inmigración masiva. Están presentes de manera creciente en toda Europa.
Y ese es el riesgo para el sistema: que aparezca un nuevo espacio político ya no situado en el centro-izquierda y en el centro-derecha clásica, sino que suponga una nueva forma de radicalismo transversal. Son los partidos populistas nórdicos o los partidos identitarios de Europa del Oeste o los partidos nacionalistas de Europa del Este. En todos ellos el elemento antiinmigración está muy presente. Podría hablarse también de partidos liberal-populistas pero solamente haríamos alusión a Geert Wilders y los minúsculos grupos que se sitúan en Alemania en su estela.
En general estos partidos nacionalistas, identitarios o populistas –a diferencia de Wilders– no manifiestan posturas que induzcan a pensar en el mantenimiento del estatus de los EEUU en Europa después de 1945, más se muestran partidarios de opciones “neutralistas”, no evidencian ningún interés por mantener a sus países en la OTAN y mucho menos por seguir a los EEUU en sus aventuras coloniales; mantienen una cuota electoral a costa de defender las conquistas sociales de la postguerra y están poco interesados en salir en defensa de la banca y de la alta finanza. Europa les interesa solo muy relativamente y, desde luego, no esta Europa construida sobre la base económica y cuyo techo ya se ha alcanzado y a la que sólo le queda decaer a causa de la insolidaridad creciente generada para acudir al rescate de socios en crisis. Desconfían de la globalización y ni uno de ellos ha salido en defensa de esa muestra extrema de neoliberalismo agresivo. Son antiislámicos pero, a diferencia de Wilders, no se muestran muy predispuestos a salir en defensa del Estado de Israel y la iniciativa de “Eurabia” surgida a principios de la década anterior de las agregadurías de prensa de las embajadas judías en Europa no ha logrado mejorar prácticamente la imagen de este Estado en nuestro continente. En realidad, opinan que el Islam no tiene lugar en Europa y es contrario a los valores tradicionales del continente, pero mantienen silencio sobre lo que ocurra más allá de Gibraltar: cada país debe seguir una línea diferente conforme a su tradición, la democracia no florece en determinados pueblos. Se sienten distanciados de las calidades democráticas de los actuales regímenes europeos, y, desde luego, rechazan unánimemente la partitocracia y el régimen clientelar de corruptelas y nepotismos. Son críticos respecto a la marcha de la educación en Europa, rechazan los valores del mestizaje y hay en ellos un intento de volver hacia “valores nacionales”. Rechazan unánimemente –a diferencia de los partidos tradicionales– la incorporación de Turquía y la aproximación de Marruecos a la Unión Europea, en tanto que países islámicos, así que reconocen implícitamente que Europa es un “club cristiano”, aun a pesar de que todos ellos son partidos laicos y que defienden el laicismo. Laicos, no cristianos, no defienden una religión, pero si una moral. Es un espacio político en efervescencia del que resulta aventurado todavía decir hacia dónde puede dirigirse pero no es tanto percibir qué papel está jugando en estos momentos: está arrinconando al centro-derecha y al centro-izquierda incapaces de hacer frente a la crisis económica, esto es, a su propio crisis.
A partir de ahora, con las nuevas fuerzas políticas surgidas a la derecha y a la izquierda, surgidas en espacios transversales, el centro-derecha y el centro-izquierda ya no van a poder seguir monopolizando el poder: tendrán que pactar con una nueva izquierda o tendrán que pactar con nuevas formaciones populistas, identitarias o nacionalistas. Eso implica que muchas cosas van a ser cuestionadas en la próxima década: el neoliberalismo, la globalización, la OTAN, el papel de los EEUU en Europa, el poder omnívoro de los partidos, las propias constituciones de cada Estado y la fisonomía que han tenido hasta ahora, etc. Esto no va a ser una reforma: va a ser lo más parecido a una revolución gradual que en un plazo más o menos prolongado –que abarcará todo el tiempo en que se prolongue la crisis del sistema- dará lugar a un “nuevo orden” político y económico.
Las trincheras defensivas del sistema
El sistema se va a defender. Tiene todas las armas a su alcance, si bien le falta la mejor de todas ellas: buena salud y posibilidad de prolongar mucho más allá de 20 años su actual estatus. El sistema está atrincherado en sus últimas líneas de defensa. Una de ellas es apelar a la emotividad y al sentimentalismo generado por operaciones terroristas. No sé cómo un chalado ha podido asesinar a casi un centenar de personas en Noruega, no sé –ni puedo saberlo– si ha sido sometido a un programa de “control mental” de los que se sospecha que se ensayaron en laboratorios vinculados a los grandes servicios de inteligencia desde los años 50, ni si se trata solamente de un cerebro enfermo, desorganizado con pulsiones paranoicas y homicidas. Nada más manipulable que un paranoico obsesivo y seguramente con elementos de psicópata. Ni lo sé ni me interesa.
Hasta ahora fenómenos de este tipo han sido propios de la civilización americana: el tirador solitario, el asesino en serie, el alumno vejado por sus compañeros que toma venganza, el mitómano acomplejado amante de las armas y de gatillo fácil, el terrorista solitario a lo Unabomber, etc, han aparecido acompañando a la irracionalidad que late en el fondo del alma americana. Pero esto es Europa. Y dentro de Europa, esta última masacre ha tenido lugar en Noruega. Y de lo que no tengo la menor duda, es que esta masacre se ha utilizado deliberada y conscientemente, contra este espacio político nuevo.
Lo más sospechoso ha sido la rapidez con la que han respondido agencias de información internacionales en toda Europa, señalando al movimiento antiinmigración como padre ideológico de la masacre, sin pruebas y de manera a todas luces falaz, como si se tratara de una consigna a seguir. Esa rapidez y esa unanimidad en la reacción implica premeditación: alguien esperaba este atentado para cargar contra el ascenso de los partidos anti-inmigración en Europa. Ha constituido una maniobra arriesgada e insensata. A fin de cuentas, todavía quedan islotes de capacidad crítica en Europa y lo que ha funcionado en países como Marruecos (los atentados del 16 mayo de 2003 no tenían otro objetivo más que detener el ascenso del Partido de la Justicia y el Desarrollo: cosa que consiguieron. Aún subsiste la duda, por supuesto, de cómo se originaron aquellos atentados, por cierto, ni quién los impulsó, ni porque los “suicidas” se inmolaron ante objetivos de muy escasa entidad e incluso ante locales vacíos) o EEUU (sobre el 11-S en la propia sociedad norteamericana ha surgido un movimiento de protesta ante los agujeros negros de la versión oficial, pero es evidente que la llamada “crisis del ántrax” del que, finalmente se supo que la cepa había surgido de un laboratorio militar norteamericano, fue, con absoluta seguridad, un intento de generar miedo en la sociedad de aquel país para que aceptara –el miedo impide pensar- la aprobación del Acta Patriótica con la mínima resistencia), no tiene porqué funcionar necesariamente en el territorio europeo.
De todas formas esta es una discusión y una confrontación de hipótesis que no puede hacer olvidar el hecho esencial: sea quién sea, por el procedimiento que sea que se desencadenó la masacre de Oslo –un loco asesino o una operación “false flag” generada desde algún centro de poder–, no tiene nada que ver con el hecho esencial, a saber, que se ha utilizado el crimen contra las fuerzas anti-inmigración en ascenso en toda Europa y, particularmente, en los países escandinavos bajo su forma populista.

Queda por explicar porqué este drama ha ocurrido en Noruega. Es posible establecer distintas hipótesis la primera de las cuales pasa por el Partido del Progreso que en las pasadas elecciones municipales aventajó a la socialdemocracia con el 23% de los votos. El “surpaso” (la superación de alguno de los partidos tradicionales por la nueva opción) ya se había producido en Noruega. Hay que decir que el nombre más habitual en Oslo es… Mohamed (4) y que otras opciones populistas se han acomodado de manera creciente en los sistemas políticos de los países nórdicos: tanto en Finlandia (Partido de los Verdaderos Finlandeses, 19% de los votos), como en Suecia (los Demócratas de Suecia con sus 20 diputados y el 5,7% de los votos), pasando por Dinamarca (el Partido del Pueblo Danés, presidido por Pia Kjaersgaar, cuyo apoyo es fundamental para el minoritario Gobierno liberal-conservador, que está en el poder desde 2001) hasta llegar a Noruega… Los programas de todos estos partidos pueden leerse fácilmente en Internet (y el obstáculo del idioma ya no es tal gracias a la aproximación que permite realizar cualquier programa de traducción) y es fácil percibir que no hay en ellos absolutamente ninguna llamada al odio, ni al terrorismo, sino propuestas extremadamente sencillas a problemas absolutamente complejos. Y, sin embargo, la criminalización operada a toque de pito por los medios de comunicación los ha presentado a todos, incluso a partidos situados en el otro extremo de Europa (como España), como “cómplices del asesino de Oslo” cuyos puntos de vista “comparten”.

El sistema está atrincherado en sus últimos bastiones defensivos: los medios de comunicación de masas que, desde hace décadas merecen más el nombre de “medios de manipulación” que comen de la mano el “viejo orden”.

El problema de la inmigración masiva llegada a Europa ha introducido en el interior del sistema un factor de inestabilidad que está ganando a parte de los trabajadores, de las clases medias y de los jóvenes, dotando de base social a partidos de nuevo cuño y, paralelamente, restándosela a las viejas opciones fracasadas y abandonadas por el electorado. Y el sistema se defiende: para él, para mantener su red de intereses cualquier método es bueno.

No es la primera vez que el sistema recurre a la manipulación informativa para salvaguardar sus posiciones, ni tampoco –aun no es ese el extremo al que queremos discutir– la primera vez que recurre al terrorismo (¿habrá que recordar que durante 15 años, Italia, la Italia democrática del pentapartito, estuvo sometida a una serie de macroatentados criminales que fueron ideados en los laboratorios de los servicios de inteligencia a petición de centros de poder secreto y que se produjeron más de 200 muertos en atentados que fueron atribuidos al neofascismo?). La diferencia es que ahora, el sistema global se encuentra en una crisis terminal y ya no puede responder ni a la crisis económica, ni a las contradicciones entre la población inmigrante y la población autóctona, exteriorización dramática de una crisis mucho más profunda, pero exteriorización experimentada por las masas populares ante las que estas responden cambiando la orientación de su voto y abandonando a las opciones tradicionales.

La lucha contra la inmigración masiva ha generado adhesiones en toda Europa. El sistema ha advertido el riesgo y… se defiende.
E
l sistema ha generado la inmigración para optimizar los costes de producción en Europa Occidental, como si se tratara de una vacuna. Pero la potencia del virus injertado ha sido insoportable para el organismo –el mismo sistema– y éste ha entrado en crisis cuando determinados grupos sociales –los “damnificados” de la globalización– han generado anticuerpos. Esos anticuerpos son los partidarios que manifiestan estar contra la inmigración masiva desde fuera del marco de los partidos de centro-izquierda y centro-derecha hasta ahora tradicionales.
Los próximos años van a ser dramáticos: el sistema utilizará sus reflejos de supervivencia para garantizar el poder seguir con sus exacciones ad infinitum; los grupos sociales contrarios a la inmigración masiva vivirán cada vez con más dureza y desesperación el tener que competir en puestos de trabajo y en barrios con una inmigración que no tiene la más mínima intención de integrarse y que genera muchos mas problemas de los que resuelve. Y todo esto sobre el trasfondo de la crisis económica que ya hoy se empieza a intuir que es completamente irresoluble a la vista de los niveles de la deuda mundial.

Los próximos años van a ser años de una dureza sin precedentes en Europa desde la II Guerra Mundial. Y el final de este conflicto solamente puede ser: o bien el sistema consigue desembarazarse e integrar a sus adversarios a la derecha y a la izquierda, o en espacios alternativos, prolongando unos años más su existencia, o bien de la lucha y del ascenso de partidos surge una nueva clase política, una nueva voluntad y un nuevo proyecto de reconstrucción de la civilización europea y, por supuesto, de la misma Unión Europea.

La tercera opción (en absoluto a descartar) sería eventualmente que los regímenes de Europa Occidental –empezando por los del sur– se desintegraran a causa de los conflictos sociales que estallarán a partir del hecho incontrovertible de la imposibilidad de pagar la deuda y que las élites dirigentes siguieran optando por penalizar los ingresos procedentes del trabajo antes que hacerlo con las rentas procedentes del capital, triturando a las clases medias, a los trabajadores y a los jóvenes, generando situaciones de volatilización del Estado y conflictos sociales por la supervivencia que no dejarán de ser sangrientos.

Si el problema de la deuda es insoluble hasta que no se reconozca la imposibilidad de pagarla, la cuestión de la inmigración es menos insoluble aún hasta que no se reconozca que la única solución es la repatriación de los excedentes de inmigración y de cualquier inmigrantes que no contribuya con su trabajo o con sus impuestos al mantenimiento del Estado del Bienestar. Quien ha venido a trabajar a Europa difícilmente puede permanecer aquí con la misma intención en momentos en los que en sus países de origen hay una situación mucho más favorable si de trabajar es de lo que se trata: el “retorno voluntario” es la única solución. Ahora bien, si se ha llegado hasta aquí para aprovecharse de lo que queda de nuestro Estado del Bienestar y del régimen de discriminaciones positivas impuesto por el lobby pro-inmigracionista, la repatriación forzosa es una obligación de los Estados Europeos.

¿Qué ha sido el atentado de Oslo? Poco importa si es la obra de un loco solitario o una operación “false flag”. Lo que importa es que ha sido utilizado para taponar el ascenso de fuerzas que pugnan por la renovación del sistema político-económico y que han surgido al calor de las protestas de los “damnificados” de la globalización para los que la inmigración masiva lesiona sus intereses personales y los de su país. En su última trinchera defensiva, el sistema no duda en utilizar la mentira contra las fuerzas políticamente en ascenso. Esta tendencia irá en aumento en los próximos años. Hay que retener esta idea: los rectores del sistema mundial carecen de ética y de moral, desconocen cualquier principio que vaya más allá de sus propios intereses: son, pues, capaces de las peores mentiras y de las maniobras más criminales. Y las utilizarán contra quienes amenacen sus privilegios. Pero la lógica interna del sistema lleva a la autodestrucción y nada le salvará de la imposibilidad de cubrir el agujero de la deuda o del fracaso de la globalización.

El sistema, mediante sus últimas armas, apenas habrá logrado aplazar unos años su desintegración en el mejor de los casos. Como los animales heridos, el sistema se vuelve peligroso en su agonía. Aunque los gestores de la globalización y los partidos del sistema quieran ocultarlo, el hecho es que más allá de la crisis terminal del sistema, un nuevo paradigma político y económico es posible, pero éste ya no se está elaborando en los partidos tradicionales, ni en los laboratorios de la alta finanza, sino en los márgenes del sistema.


Aunque se flipa un poco con lo de lo del false flag vale la pena de leer

Oslo: penúltima trinchera | INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà
 
1984 reload rebuznó:
Al igual que con el affaire Oriolet tienes demasiada tendencia a generalizar: Sí, existen perroflautosos que siguen coreando slogans ridículos y justificando las barrabasadas de los ahumados porque les robamos el oro gñe.

Pero muchos "progres" ya se han cansado de todas estas monsergas y por supuesto que se dan cuenta de que los niggas que se creen 50 cents y los moros radicales son un problema pero literalmente no tienen ni puta idea de que hacer: estamos hablando de millones de alógenos ¿que hacemos? ¿Los deportamos? ¿Montamos la WWIII?

Si se han cansado de esas monsergas será sencillamente porque han madurado y han dejado de ser perroflautas propiamente hablando, pero a mí francamente no me preocupa lo que piense un colega tuyo que es progre pero al que el otro dia oíste cagarse en "los moros", sino la mierda que vomitan las terminales mediáticas progres, que a fin de cuentas son las que se encargan de condicionar la visión del mundo de las "nuevas generaciones".

De todos modos, ya que dices que tus amigotes "se preocupan pero no saben que hacer", dudo que boicotear y escupir espuma por la boca cuando se menciona al único partido de por aquí que se opone a toda esta mierda sea una buena solución;)

1984 reload rebuznó:
Te voy a hacer una pregunta que hace tiempo que me pasea por la cabeza: a veces tus comentarios dan a entender que está todo perdido y solo nos queda languidecer pero en otros parece que aun conservas la esperanza de que el pueblo europedo despierte y empiece a defenderse

No soy BSTT, pero te respondo igual, porque a fin de cuentas yo también suelo actuar con esa "esquizofrenia":

Cuando se quiere librar una guerra, lo primero de todo es ser realistas, analizar el campo de batalla, a tu oponente, a las fuerzas con las que cuenta y a las tuyas propias, y nunca sobrevalorarte ni infravalorar al enemigo. Y siendo realistas y analizando las cosas friamente, llegamos a la conclusión de que poco hay que hacer en estos momentos ¿Pero nos ha de impedir eso el seguir luchando? No, por supuesto que no. Ese no es el espíritu que hizo grande a nuestra civilización.

Hay que seguir el ejemplo de Yukio Mishima, cuando más jodidas parecen las cosas, es cuando ha de resurgir el patriotismo para su acto final. ¿Te imaginas el épico espectáculo que sería ver alzarse al pueblo europeo en el último instante antes de caer en el abismo, cuando ya no hay nada que hacer, pero al menos verlo luchar acarnizadamente una última vez antes de hundirse definitivamente en la oscuridad de la Historia? La cuestión ya no es salvarse o no, porque eso ya está decidido desde hace tiempo, la cuestión es cómo seremos recordados.

Yo ya sé que nunca lograremos vencer al enemigo y que ya no hay nada que podamos hacer para salvar nuestro pueblo, pero como mínimo deseo que podamos ser el grano en el culo de la progresía durante bastantes años más. Al menos, que te quede el consuelo de saber que los hijos de puta que han destruido tu patria no puedan dormir tranquilos por las noches pensando que todavía queda gente como tú rondando por el mundo:lol:

Mike Ness rebuznó:
De todos modos, esa "canción" de un supuesto rapero nouvingut de Suecia, me parece demasiado explícita y lunática para que sea algo diferente a una frikada que algún resentido inadaptado ha colgado en internet para "desahogarse".

Dudo mucho que esa actitud sea aplaudida por muchos de los inmigrantes que hay en Suecia.

No lo creo, la verdad es que hay muchos otros ejemplos de esa actitud, como por ejemplo la gran cantidad de raperos juseños que cantan sobre "matar blanquitos", o los moronegros de los suburbios de Paris que utilizan su rap para cagarse en Francia. Que este tipo de música con un mensaje tan radical puede tener un público muy minoritario, equivalente al del que pueda tener "Dramatic Battle", es posible, pero no por ello el caso del "sueco" este es un caso aislado ni mucho menos. Es bastante habitual en esta gente esa actitud de cagarse en el país que los ha acogido.
 
1984 reload rebuznó:
Te voy a hacer una pregunta que hace tiempo que me pasea por la cabeza: a veces tus comentarios dan a entender que está todo perdido y solo nos queda languidecer pero en otros parece que aun conservas la esperanza de que el pueblo europedo despierte y empiece a defenderse

¿Me'n pots fer cinc centims?

para los que no conozcan la lengua vernacula :lol: que si me puedes explicar tu punto de vista ¿consideras la guerra perdida o no?

Por cierto, con las previsibles nuevas leyes antiodio (!) que ha propiciado el sugmnormal de los fiordos creo que no pasara mucho tiempo antes de que la autoridac competente de un toque a Torpe.

Sí, la guerra está perdida. Pero...
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¿Desde cuando hay que rendirse porque no se puede ganar?
Siempre se puede retrasar la destrucción, si eternos no vamos a ser ninguno, ni individual ni colectivamente.

España, a diferencia de muchos países europeos, tiene una inmigración muy reciente. Esta crisis puede ser una gran oportunidad. ¿Sabes para qué servían las hoy vilipendiadas sangrías que practicaban los doctores en el siglo XIX?

Entre otras cosas para eliminar hierro del organismo y así deshacerse de los parásitos.

Ni siquiera es necesario que fomentes la crisis, solo con saber que tiene un lado positivo ya es posible que la sobrelleves mejor. Concienciar a la gente de lo que está pasando tampoco es poca cosa.

España ha mordido más de lo que podía masticar, esta crisis no es un paréntesis, es la vuelta a la realidad, sería una pena que por este fugaz arrebato de grandilocuencia nos quedásemos para siempre con el peor efecto secundario de ser un país próspero y, encima, lo tuviesemos que degustar con pan y cebolla.

"Verloren ist nur, wer sich selbst aufgibt" (Sólo el que se da por vencido, está perdido).

Hans-Ulrich Rudel
 
A mi ya me extrañaba que no hubiese ninguna mona entre las víctimas:

mona.jpg
 
Los templarios deben estar retorciendose en sus tumbas viendo tanto ignorante y tanto payaso usurpando su nombre. La cruz de las camisetas daña la vista, si eso es una cruz templaria, por que la señora Aído & co., no pueden levantar el puño que quieran. Digo yo.


Saludetes.
 
Viendo que ha vuelto a salir el tema del "asesino noruego" en el hilo sobre el autoatentado "neonazi" de Alemania, me tomo la molestia de colgar este interesante, aunque algo denso, artículo para dejar claro a los que aún no lo tengan, qué era, qué creía ser y sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), qué no era Anders Behring Breivik:

Anders Behring Breivik
Lo que no es, lo que cree ser, lo que es,
lo que podría ser y a quién sirve su crimen


Introducción
Es preciso leer los 1.500 folios escritos por el autor de la masacre de Oslo con la intención de situar su locura en el panorama político. Vaya por delante que los locos –y asesinar a 73 personas define, por sí misma, su personalidad– no merecen la molestia de leer los productos de su alienación mental, pero si en este caso es necesario repasar su escrito es solamente para poder establecer los contornos ideológicos precisos que asumía. El único testimonio que tenemos de él es el documento titulado “2083, Una declaración de independencia europea – De Laude Novae Militia – Pauperes Commilitones Christi Templiqui Salomonici” y firmado por el propio interesadoBy Andrew Berwick, London – 2011”.
El documento es frecuentemente contradictorio, da la impresión de que está escrito por varias manos y en algunas partes parece que el autor haya intentado realizar una investigación “seria” mientras que en otras se muestra simplemente como un loco; desde luego, la primera impresión que se tiene en la parte relativa al diario donde cuenta cómo elaboró la bomba y preparó sus crímenes, hay errores incluso de expresión que dan que pensar sobre si se trata de un texto manipulado escrito por otra persona, no por el autor de los atentados. Aún así, vamos a dar el documento por bueno, especialmente en la parte “doctrinal” lo que nos permitirá tener una visión aproximativa del pensamiento de Anders Behring Breivik
1. Lo que no era Anders Behring Breivik
En esta Europa construida a golpes de fraudes económicos, insuficiencias políticas, simplicidad educacional e insolvencia mediática, la imagen que tenemos del “asesino de Oslo” ha pasado a ser la de un militante político fanático que por originalidad se metió en la francmasonería pero que en realidad era un neonazi que apoyaba a los partidos identitarios situados en la extrema–derecha del espacio político. Pues bien, ni una sola de estas sugestiones generadas y transmitidas por los medios tiene razón de ser. Veamos:
a.– No era un militante político
Se ha querido ver en Breivik a un militante de extrema–derecha e incluso en cada país europeo se han emprendido campañas contra organizaciones y militantes identitarios y anti–inmigración presentándolos como émulos del asesino de Oslo. Y sin embargo, la militancia política de Anders Behring Breivik es quizás más tenue que cualquiera otra de las características que le han atribuido. En una entrevista concedida al diario El Periódico (28 de julio de 2011), el líder de las juventudes del Partido del Progreso, Ove A. Venbo, explicaba que en el momento de cometer la masacre, Breivik ya no era miembro de las juventudes del partido en las que militó entre 1997 y 2007 añadiendo que “Hemos hablado con gente que estuvo en contacto con él y nos dicen que como miembro de las juventudes del Partido del Progreso era muy pasivo”. Dicho con otras palabras: la militancia política nunca le interesó lo más mínimo, ni siquiera cuando estaba afiliado a las juventudes del partido, pero no participaba en sus actividades. Venbo recordó que Breivik había perdido la fe en el Partido del Progreso: “Decía que éramos parte del problema”. Su opinión tenía muy poco que ver con criterios políticos: estaba convencido de que era necesario forzar un enfrentamiento directo con el Islam y estaba dispuesto a utilizar –como luego se vio– el terrorismo como estrategia. La política, por tanto, no podía interesarle. Si le hubiera interesado, habría estado en condiciones de advertir que el terrorismo SIEMPRE daña a la causa que se pretende defender en la medida en que genera una reacción en dirección contraria a la que el grupo terrorista pretende suscitar: le ocurrió a Al Qaeda, le ocurrió a ETA y le ocurrió al GRAPO, por citar unos pocos ejemplos más habituales en nuestro país. Pero Breivik lo ignoraba todo sobre las leyes de la política y de la sociología (las 1500 páginas de su escrito nos hablan de las cosas más inverosímiles pero no se adentran en terrenos de la política y cuando lo hace sus interpretaciones resultan delirantes y demuestran la falta de solidez de sus conocimientos sobre la materia.
El moderantismo del Partido del Progreso (del que la entrevista citada con Venbo es una clara muestra) debió ponerle en la puerta de salida del mismo. Breivik precisaba posiciones más radicales y agresivas, posiciones que, en realidad, no defendía ninguna organización con mínima entidad de la extrema–derecha europea. Afirmaba que el Partido del Progreso no era la solución sino una parte del problema y, por tanto, jamás manifestó entusiasmo ni interés por realizar un trabajo político bajo esta filiación. Breivik cita en 46 ocasiones al Partido del Progreso y confirma las explicaciones dadas por Venbo:
“Traté de formalizar la cooperación entre el Partido del Progreso y del documento (tanto los moderados como culturales entidades conservador), al menos en un período de incubación. Sin embargo, después de discutir esto con tanto en fibra de vidrio y Hans, parece como que no quieren tomar parte en cualquier forma de la cooperación entre nosotros” (pág. 1416).
“Voy a suspender mi participación en el Partido del Progreso noruego, he perdido la fe en la lucha democrática para salvar a Europa de la islamización. Después de 65 años de duras la opresión política, la demonización y ridiculización de la cultura comunista-globalización establecimiento, dirigido a todo aquel que se opone al multiculturalismo, todavía no hay indicios de que esta hegemonía comunista-globalización nunca permitirá que PP para tomar el control. Mi
partido es sistemáticamente vilipendiada y saboteado por un medio de comunicación unidos ante todos y cada uno elección. E incluso si alguna vez se las arregló para formar un gobierno de mayoría con Høyre (el Partido Conservador), sus principios y programa del partido no serían suficientemente conservadores para poner fin a la actual guerra demográfica islámica o aumentar la tasa de fertilidad de la etnia noruega del 1,4 a 2,1. Lo único que el PP ha logrado hasta ahora es dar falsas esperanzas a noruegos. Dicen que la lucha democrática es la única solución, cuando claramente ya se ha perdido. ¿Cómo podemos competir democráticamente con un régimen que importa a masas de cientos de miles de nuevos votantes? El PP pacifica a los noruegos, dándoles falsas espero y me niego a seguir teniendo participación alguna en esto. La lucha armada aparece
inútil en este momento, pero es la única manera de avanzar.” (pág. 1414)
Estos juicios se repiten en varias ocasiones a lo largo del texto.
El Fremskrittspartiet (FRP) o Partido del Progreso, había conseguido asentarse cómodamente como segundo partido del país aventajando a la socialdemocracia que había quedado en las últimas legislativas de septiembre del 2009 en tercer lugar. En esa ocasión logró el 22,9% de los votos y 41 escaños en el Parlamento. No se trata, en absoluto, como han repetido por activa y por pasiva, los medios de prensa de Europa Occidental, de un partido “extremista y xenófobo”: ni siquiera pide la expulsión de los islamistas presentes en aquella sociedad, sino tan solo su integración. Desde el punto de vista económico es un partido liberal (en su programa pide la bajada de impuestos, la desregulación de la economía y el libre mercado) y desde el punto de vista político es conservador y populista (propone límites estrictos a la entrada de inmigrantes y en política internacional no se diferencia en nada de cualquier otra opción conservadora de Europa del Sur: limitar y regular las llegadas de inmigrantes, aumentar la cooperación con la OTAN, con los EEUU y con el Estado de Israel, junto a la descentralización del Estado).
El partido fue creado el 8 de abril de 1973 por Arders Lange que aspiraba a impulsar un movimiento de protesta contra la socialdemocracia y sus principios intervencionistas en la vida pública y económica. Durante sus primeros cuatro años se llamó en realidad “Partido de Anders Lange para una reducción de impuestos, tasas y del intervencionismo público”. Solamente en 1977 tomó su nombre actual. Su primer éxito tuvo lugar a poco de su fundación cuando en septiembre de 1973 recogió el 5% de los votos y cinco diputados en las legislativas. En 1978 Carl Hagen asumirá la presidencia del partido que ostentará hasta 2006, período en el cual de ser un partido marginal pasará a ser el segundo partido nacional de Noruega. En 1997 obtendrá su primer gran resultado: el 17% de los votos en las municipales obteniendo decenas de concejales y algunos alcaldes.
La vida de este partido no estará exenta nunca de problemas interiores, luchas fraccionales y escisiones. Surgirá de su interior en 1983 una tendencia “libertariana”, más adelante aparecerán tendencias “populistas” que terminarán yéndose del partido y formando el grupo Los Demócratas presidido por Vidar Kleppe que ya antes había protagonizado la escisión de los “solistas”. A pesar de los frecuentes problemas internos que aparecen en su interior será a partir de las legislativas de 2005 cuando el partido inicia la progresión que ha durado hasta el atentado de Oslo: el 22,1% en las legislativas de 2005, 27,8% en las elecciones legislativas de septiembre de 2009 ascendía hasta el 22,9% (los laboristas obtenían el 34,5%) con tres diputados más que no son suficientes para forzar una coalición de derechas con el Partido Conservador (86 votos para la izquierda contra 84 para la derecha).
Contrariamente a lo que se tiene tendencia a pensar, y a diferencia de los populismos de la Europa central y del Sur, el Partido del Progreso menciona el tema de la inmigración como una más de sus ejes de propaganda –en absoluto el central- que, en realidad, tienen mucho más que ver con la economía y la reducción de impuestos, especialmente de impuestos para las rentas procedentes del trabajo, y sobre el precio de los alimentos. Contrario a las regulaciones en el mercado de trabajo, lo es también a la intervención del poder en la economía y partidario de un “adelgazamiento” del aparato del Estado y la privatización de los servicios públicos. Así pues, en el supuesto de que Breivik hubiera asumido la ideología del partido en el que militó 10 años (con interés decreciente), se trataría de una doctrina ultraliberal que tendría que ver más con posiciones sostenidas por Margaret Tatcher o Ronald Reagan a principios de los años 80 que con las actitudes de Marina Le Pen, Jörg Haider o cualquier otro líder de la derecha radical antiinmigracionista de la Europa del Sur.
Es cierto que durante los años 90 y a la vista de su ascenso, el Partido del Progreso recibió cada vez más en su país la calificación de “extrema derecha” e incluso de “derecha radical extremista”. Este cambio en la valoración (hasta entonces había sido calificado como “partido populista” o “partido anti-impuestos”, pero nunca implicado en el radicalismo político), es comprensible. A partir de ese período el ascenso del Partido del Progreso amenaza el estatus del centro–derecha y del centro–izquierda noruegos y estos no pueden permitir que un club político nuevo compita con ellos, porque si se produce el ascenso de una nueva fuerza política, nada garantizará que otras no hagan otro tanto y ambos partidos pierdan el monopolio del ejercicio del poder. Pero, en realidad, ni la dirección del partido, ni su base militante, se han implicado jamás en episodios de violencia política o social, ni siquiera habían protagonizado declaraciones racistas o xenófobas. La excusa para esta radicalización de las opiniones en contra procedía de la consideración –a partir de 1995– de la inmigración como problema. El cordón sanitario creado por los partidos noruegos tradicionales (y apoyados por la extrema–izquierda) ha persistido desde esos años, pero su crecimiento electoral en las últimas elecciones permitía pensar antes de los atentados de Oslo y Utoya que la derecha conservadora terminaría pactando con él en caso de no obtener mayoría absoluta para batir a los socialistas.
Pero hay poco de radical en las propuestas del Partido del Progreso en materia de inmigración. A penas propone otra cosa que la aceptación de los inmigrantes que trabajen en el país y la expulsión de los inmigrantes que hayan protagonizado episodios de delincuencia. Por otra parte, el partido criticó en la campaña electoral de 2007 la política de inmigración a la que calificó de “fracaso”, pero no aludía a la integración, sino a que los inmigrantes que habían protagonizado delitos no fueran expulsados. Las estadísticas les dan la razón: en el informe titulado Kriminalitet gjennom ungdomstiden blant nordmenn og ikke–vestlige innvandrere (“La delincuencia juvenil entre los noruegos y los inmigrantes no occidentales”, que puede ser leído en Internet gracias a la traducción automática al castellano en http://www.ssb.no/emner/03/05/notat_200633/notat_200633.pdf , Torbjørn Skarðhamar, Oficina Central de Estadísticas de Noruega, 2006), se demuestra que la delincuencia crece entre los adolescentes del grupo de inmigrantes a mayor velocidad que entre los adolescentes autóctonos. En las conclusiones se apunta: “Los inmigrantes no occidentales están sobre representados en las estadísticas de personas acusadas en relación con el grupo de comparación de personas no inmigrantes. Ese exceso de representación en las estadísticas también se ha detectado en otras actividades y no es nueva en sí misma”. El Partido del Progreso siempre ha negado tener huellas de racismo y ha insistido en que sus propuestas en materia de inmigración se limitan a controlar a los delincuentes extranjeros y a evitar que se falseen las peticiones de asilo político. En 2005, la publicación de un panfleto del partido en el que se mencionaba la nacionalidad de un criminal le valió ataques desproporcionados por parte de los democristianos a pesar de que en el mismo panfleto se repetía que no había nada en contra de la inmigración y se pedía respeto por las leyes que defienden a la sociedad noruega de cualquier discriminación basada en el color de la piel y los orígenes étnicos o religiosos.
No es raro pues, a la vista de la línea política extremadamente centrista y moderada seguida por el Partido del Progreso que Anders Behring Breivik no hubiera ido más allá de afiliarse a este partido sin tener protagonismo alguno (se presentó como candidato en una lista del partido en 2002 y fue vicepresidente en 2002-3 de la juventudes del partido en Olso-Este, según explica en la pág. 1.399). La moderación no correspondía a su análisis; tan sólo veía una estrategia en la lucha armada, los atentados terroristas, las ejecuciones sumarias de traidores (eso fue precisamente lo que le llevó a disparar a jóvenes socialistas en Utoya en lugar de apostarse ante una mezquita y realizar la carnicería en la piel de sus odiados islamistas). Cuando comenta su presentación como candidato a las elecciones escribe: “Ese momento supuso para mi una "encrucijada". En esos momentos estaba decidido a abandonar la política convencional (y la carrera que podía hacer como político convencional) o aprovecharla como solución para adquirir fondos para la futura operación o abandonar la política convencional completamente y dedicarme a impulsar una iniciativa empresarial como fuente de financiación para mi participación en la futura y clandestina Movimiento de la Revolución Conservadora Paneuropea Movimiento / Movimiento de Resistencia Paneuropeo”. Pero luego fundó su orden neo-templaria de la que dice, no sin cierta ingenuidad, que fue uno de los primeros “comandantes justicieros templarios” (pág. 1.399)
Ni antes ni después mantuvo contactos tampoco con otras fuerzas del populismo noruego a las que cita únicamente de pasada en su enumeración de grupos anti-inmigracionistas del continente Europeo; de su país menciona a otros dos grupos, además del Partido del Progreso, el NorgesPatriotene y el Federlandspartiet. El primero, cuyo nombre traducido es Patriotas de Noruega (NP) es un verdadero partido antiinmigración fundado en 2007 al que se incorporaron los Demócratas Nacionales un año después. A diferencia del Partido del Progreso, este grupo es particularmente beligerante en materia de inmigración y de islamismo. Cabría pensar que Breivik, por pura lógica, debería haberse aproximado a esta organización que hacía gala de cierto radicalismo político e incluso anti–islámico. No lo hizo. Se trata, en realidad, de una partido identitario próximo a los de Europa Occidental y más en concreto a la Lega Nord, el BNP inglés o al Vlaams Belang. En las elecciones de 2009 obtuvo un número despreciable de votos y algunos militantes fueron procesados y condenados por amenazas al ministro de Justicia, Knut Storberget. En junio de 2009 en el curso de una manifestación autorizada del partido, la extrema–izquierda realizó ataques produciéndose algunos incidentes que causaron estupor en la balsa de aceite noruega. El 28 de agosto de 2009, el presidente del partido Øyvind Heian fue atacado en el curso de un debate. La interrelación entre los malos resultados, los procesos judiciales abiertos y los ataques de la extrema–izquierda, determinaron que la cúpula del partido anunciara que la organización entrara en letargo 17 de septiembre de 2009. La propia web de la organización dejó de existir poco después. Parecido sendero recorrió el Fedrelanspartiet o Partido Patriótico fundado en Bergen en 1990 y de carácter nacionalista, que obtuvo su mejor resultado en las elecciones de 1993 (el 0’5% de los votos y algo más de 11.000 votos) autodisolviéndose el 31 de diciembre de 2008.
Llama la atención que Breivik en su listado de “partidos antiinmigración europeos” (págs. 1244–1252) cometa errores de bulto, lo que no es tan comprensible es que cite junto al Partido del Progreso a otras dos fuerzas bastante más radicales pero que ni siquiera existían desde hacía tres años. Si comete estos errores en su “testamento político” es precisamente porque no creía en las posibilidades de la lucha electoral y permanecía ajeno y de espaldas a ella. Los errores no son menores cuando habla de otros países, España, donde realiza una enumeración incompleta del “freakysmo nacional”, cuyas informaciones se remontan… al año 2007 las más recientes. Cita por ejemplo a la “Plataforma España” (en realidad, España 2000) “creada por Democracia Nacional ese año”. En el colmo de la desinformación llega a decir que el minúsculo partido Democracia Nacional obtuvo tres diputados en 2007 y da a Fuerza Nueva como todavía existente (partido disuelto en 1983), o menciona al Partido de Acción Demócrata Española (PADE), disuelto en 2008 como poseedor de 20 concejales y finalmente llega a decir que en las elecciones de 2007, resultaron electos 50 concejales anti–inmigración. En otros países los desfases entre la realidad y la versión que Breivik se ha construido rozan casi el surrealismo más absoluto, lo que demuestra muy a las claras que el autor de la masacre de Oslo ni siquiera había sido capaz de establecer a través de Internet relación con grupos de extrema–derecha europeos o con grupos antiinmigración.
En absoluto se trataba de un militante “antiinmigración”, sino exclusivamente anti islámico. Su obsesión anti-islámica llega hasta el extremo de explicar la expulsión de los gitanos de la península indostánica como una iniciativa de los islamistas y, por tanto, los “rom” (los gitanos rumanos a quienes cita elogiosamente en 18 lugares de su manifiesto) pasan a ser considerados como aliados en la lucha anti-islámica y les promete que tendrán un Estado independiente en Europa. No le interesa en absoluto que el rechazo que buena parte de la población europea a la presencia de Roms es, frecuentemente, mucho más intenso incluso que en relación a buena parte de la inmigración islámica. No es la inmigración lo que le interesa sino la lucha contra el Islam.
Todo esto demuestra, en definitiva, que la acción política no era precisamente aquella actividad para la que estaba predispuesto, al menos desde 2002, seguramente por una deformación mental que incluiría desde paranoia hasta rasgos propios del psicópata, lo único que le interesaba era la salida “caballeresca” que en su peculiar manera de entender el mundo, se reducía al terrorismo en tanto que “caballero justiciero”. Esto explica la propensión de Breivik a considerarse heredero de los templarios, los guardianes de Tierra Santa a la que otorgaba un protagonismo en la lucha anti-islámica y su alejamiento de cualquier forma de acción política. De paso, esta constatación es suficiente para establecer que jamás tuvo relaciones con grupos organizados de extrema–derecha, ni con partidos anti–inmigración, ni siquiera con militantes de base de estas formaciones en las distintas naciones europeas. Y esto explica la segunda confusión con la que Breivik ha aparecido ante los medios de comunicación.

b.– No era un miembro integrado en la francmasonería
La prensa de derechas ha insistido mucho en la militancia masónica de Breivik. En la derecha rige la misma hemiplejia mental que en la izquierda. Si ésta última se obsesiona en sostener que el asesino de Oslo es “de extrema–derecha”, la derecha, por su parte, se aferra a su condición de francmasón. En realidad ambas posiciones son erróneas e interesadas.
Efectivamente, Breivik militó durante unos años en la francmasonería noruega; para quien conoce la triste realidad de la masonería moderna sabe perfectamente que esa militancia supone muy poco. En efecto, en la masonería actual nos encontramos con una inmensa mayoría de afiliados que han entrado para “buscar algo”, y no precisamente la “palabra perdida”; buscan, por lo general, mejorar su posición y sus contactos, habitualmente para realizar buenos negocios o simplemente buscar un empleo. Nada más. El documento de Breivik no da la sensación de que estuviera particularmente integrado en la masonería, sino más bien que buscaba allí apoyos para su enloquecido proyecto y especialmente miembros que engrosaran la orden neotemplaria que había constituido en 2002. No era la primera vez en la historia de la masonería que alguien entraba en sus filas para reclutar allí con facilidad a miembros para los más variados proyectos: lo hizo Adam Weishaupt en el siglo XVIII para encontrar nuevos miembros para su Orden de los Iluminados de Baviera creando una tradición que han realizado la mayoría de entidades neo–templarias, neo–rosacrucianas y neo–ocultistas desde entonces. En ocasiones –y tal parece ser el caso de Breivik– además de utilizar a la masonería como lugar de reclutamiento, también es posible que la utilizara para inspirar los rituales de su orden neotemplaria.
Este detalle no ha pasado desapercibido del investigador católico Massimo Introvigne quien publicó un primer y breve informe sobre la personalidad del asesino realizado en base a las 1.500 páginas de su manifiesto. En efecto, en el documento existen apenas tres referencias a la masonería (pág. 815 y dos en la página 1.865… pero estas dos últimas alude apenas a la “albañilería” que en lengua inglesa tiene el mismo nombre a causa de su origen –las corporaciones de constructores del siglo XVIII– que la orden secreta; la distinción se establece añadiendo el prefijo “free” para referirse a ésta), sin embargo existen en el mismo documento 207 referencias a los “caballeros templarios”, especialmente de las páginas 812 a 833 en donde describe los objetivos, los rituales, la uniformidad y los distintivos y la historia de la Orden histórica de los templarios y la reconstrucción que él mismo ha hecho. Y es aquí en donde Introvigne encuentra distintas influencias de los “grados templarios” del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Franc–Masonería escribiendo al respecto: “El terrorista habría fundado, en 2002, en Londres, junto a otros activistas, la orden templar de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, inspirado en los grados Templarios de la Masonería – una organización de la que forma parte Breivik y a la que alabó por su “papel esencial”, pero a la que considera incapaz de pasar a la acción militar”. Pero Breivik pertenecía a la Logia Søilene que practicaba el Rito Sueco (adaptado para “hermanos” de origen cristiano y resulta incomprensible que abandonara la masonería pero, sin embargo, colocase en su perfil de Facebook en 2011 su foto con el mandil masónico con la nota “Mi logia…”
En realidad, lo que Breivik ha escrito en la página 815 de su manifiesto era muy interesante porque sitúa el papel de la “caballería” y de la “masonería” en su pensamiento. Escribe: “Las modernas organizaciones de caballería no tienen nada que ver con la caballería, el martirio, valentía y honor a través del servicio militar (para la protección de los europeos o de la cristiandad). La Caballería se erosionó gradualmente en una tradición corrupta y ahora está principalmente orientada a conferir prestigio a las personas, muy a menudo los productores de música, los deportes, estrellas u otras personalidades de la cultura. Masonería y similares órdenes cristianas no son más que las redes de la novedad y completamente apolíticas. No obstante, debe ser elogiada por su labor en la conservación de los antiguos rituales”.
Breivik tiene una concepción extremadamente limitada de la “caballería” a pesar de estar fascinado por ella. Sólo ha retenido de ella una idea: asumió la lucha contra el Islam. Olvida que existió una “caballería errante” como realidad histórica (véase la obra de Martín de Riquer sobre Caballeros andantes españoles y que las órdenes “caballerescas” tuvieron otros enemigos además del Islam). Esa analogía abusiva “caballería – anti islamismo” le lleva a considerar que la masonería, junto con algunos autores como heredera del templarismo, en otra interpretación no menos abusiva que debería limitarse como máximo a determinadas logias escocesas del siglo XVII cuyo origen estaría en los templarios franceses que huirían a Escocia cuando se produjo la persecución de la orden por Felipe el Hermoso y que participaron en la batalla de Bannockburn junto al Rey Bruce. El resultado victorioso de la batalla determinó que Bruce creara para ellos la Orden de San Andrés del Cardo (símbolo de Escocia), en la que algunos historiadores masónicos sitúan el origen del Rito Escocés Antiguo y Aceptado compuesto por 33 grados, algunos de los cuales remiten a temas templarios.
Es evidente que la desproporción entre el tratamiento que Breivik da a la masonería (citándola en apenas una ocasión) y la que otorga a los caballeros templarios (207 menciones) así como el hecho de que él mismo fuera el fundador de una nueva orden neo–templaria en 2002, indican muy a las claras cuáles eran sus simpatías y porqué entró en la masonería.
Breivik consideraba que dentro de la masonería había pervivido la tradición cristiana en una de sus formas originales y lo que le interesa, a pesar de ser completamente agnóstico, es disponer de un trampolín que le permita abordar una lucha contra el islam. Se fija en la Edad Media –y en particular en la Reconquista de los reinos ibéricos en la Edad Media–, le llama la atención el papel del templarismo en la lucha contra el Islam e intenta reproducir el mismo esquema 700 años después de la disolución de la Orden. De hecho, cita en 14 ocasiones la palabra “reconquista” en su forma castellana, en ocho ocasiones con mayúsculas, y no en su forma inglesa –en la que está escrito el manifiesto– “reconquest”.
La orden que dice haber creado en Londres tiene como siglas latinas PCCTS de Pauperes Commilitones Christi Templique Solomonici (Pobres Soldados de Cristo y del Templo de Salomón), cuyo nombre y símbolo –la cruz templaria– aparecen en la portada y en la firma del documento de 1.500 páginas. Por algún motivo confuso, considera que la orden no es solamente una orden combatiente contra el Islam sino también un “tribunal” encargado de impartir justicia y de cumplir sentencias. Y este tema será clave a la hora de establecer porqué cometió el crimen de Oslo y de Utoya: cumplir una sentencia (él mismo se había otorgado el nombre de “Caballero de la Justicia”) contra los socialistas noruegos considerados como marxistas y multiculturalistas, quinta columna del islam. Fija como objetivo de su orden “la defensa de Europa, la defensa de la cristiandad europea, la destrucción del marxismo y la reconquista. Explica (todo ello en las págs. 832–834) que la orden debe lealtad a “los pueblos indígenas libres de Europa y los católicos europeos, Iglesia Protestante y Ortodoxa”. Para actuar precisa “entre 15 y 80 caballeros”. Su patrón y protector es Bernardo de Claraval y Jacques de Molay, su Santo Guardián San Jorge de Lydda y su bandera “la Cruz de los mártires”. Y el lema “El martirio antes que la dhimmitud”, palabra procedente del francés como neologismo, derivada del término árabe dhimmi que significa tanto sumisión de los no musulmanes a la autoridad musulmana como relación del no musulmán con el mundo islámico. Es evidente que Breivik lo toma en la primera acepción.
Las características de la orden serán “el amor fraternal, la obediencia fiel, la aceptación del martirio y la pobreza voluntaria. El “tipo de organización” la define como “orden militar y tribunal penal” considerándolo como “uno de los muchos movimientos patrióticos de resistencia armada en Europa, movimiento de los derechos de los indígenas europeos y movimiento paneuropeo de cruzados. Los objetivos no eran menos delirantes: “plan para hacerse con el poder político y militar en todos los países de Europa occidental y destrucción del marxismo político y cultural (el multiculturalismo), como política y la expulsión del Islam por tercera vez. No oculta sus intenciones terroristas en la táctica: la destrucción del multiculturalismo y del marxismo se hará, nos dice: “A través de golpes militares, derrocar a todos los multiculturalistas (cultural marxista) en los regímenes de Europa occidental en el año 2100 y reemplazarlos por los gobiernos (…) conservadores y nacionalistas, siempre demócratas, dentro de un nuevo ordenamiento constitucional que restringa los derechos “de las compañías mediáticas, de los periodistas independientes y de la globalización”. Acto seguido explica su plan estratégico:
– Fase 1 (1999–2030): ataques basados en células de choque, el sabotaje, etc.
– Fase 2 (2030–2070): Igual que el anterior, pero las células más grandes y redes, creación de milicias armadas.
– Fase 3 (2070–2100): golpe de Estado y asunción de responsabilidades en materia de seguridad y las ejecuciones de (…) traidores.
Este proyecto debería culminar en el 2083 con la constitución en Europa de un “modelo japonés, Corea del Sur (un monocultivo, muy desarrollado y progresista de la sociedad)”. Solamente después de la expulsión del Islam habrá –sigue– que pensar en la creación de la Unión Europea con forma federal que define como “un sistema descentralizado de la UE con un fuerte énfasis en la soberanía nacional, una nueva hegemonía cultural conservadora / nacionalista (anti–marxista)” con puentes hacia Rusia, EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Es proyecto será llevado a cabo –Breivik prosigue su delirio– mediante una “dirección descentralizada con una estructura de liderazgo y una red de código abierto, en lugar de una estructura jerárquica típica”. Al frente de cada célula estará “un auto designado comandante de células voluntarias (Justiciar Knight Commander) que mandará a dos colaboradores operativos, los Knight Justiciar (caballeros justicieros), o que hizo pensar a la policía que Breivik había contado con dos colaboradores para cometer los atentados de Oslo y Utoya a la vista de que él mismo se había atribuido el título de Justiciar Knight Commander. Cada célula será “independiente y autónoma” en un estructura celular piramidal.
El diseño de la orden neotemplaria prosigue dando cada vez más la sensación de que se trata de un delirio casi infantil y que haría sonreír de no ser por los 73 asesinados. Ni es la primera ni la única, si la última orden de este tipo que alguna mente calenturienta ha diseñado sobre el papel y que jamás ha contado más que con su presencia y la de unos pocos amigos. Breivik menciona que la orden fue constituida en Londres por 9 personas pertenecientes a ocho nacionalidades diferentes “cuyos nombres son confidenciales”. Sin embargo, 15 días después del atentado no se conocía ningún dato nuevo sobre la orden más allá de lo contenido en las 1.500 páginas del manifiesto redactado por Breivik, lo que hace pensar que la orden jamás tuvo existencia real y nunca, por supuesto, hizo trabajos de reclutamiento.
Ninguno de estos proyectos pasa por nada que se haya conocido en la masonería que aparece sólo tangencialmente en el escenario que rodeó al asesino de Oslo y que solamente ha sido resaltado por la prensa de derechas, de la misma forma que solamente los grupos ateos militantes destacaron que Breivik insistía en que toda su acción tenía como finalidad apelar a la herencia cristiana de Europa como punta de lanza para su lucha contra el islam, olvidando que el llamamiento de Breivik iba dirigido a “cristianos, cristianos–agnósticos y ateos–cristianos”, esto es a todos los que reconocían la importancia del cristianismo en la formación de la personalidad del continente. Incluso iba más allá: llamaba también a “paganos y nórdicos” a incorporarse a la lucha en tanto que enemigos del islam. Los judíos, de hecho, son nombrados en 155 ocasiones en el manifiesto y siempre de manera elogiosa, alude en 22 ocasiones al “mutacionismo” pero en relación a otros genocidios y nunca pone en duda la muerte de los 6.000.000 de judíos atribuidos al “holocausto” y a la persona de Adolf Eichmann como su ejecutor (págs. 16, 134, 640, 712, 735, 1.366, especialmente). La obsesión de Breivik es el Islam y todo lo mide en función de quién puede apoyar su lucha contra esta religión y poco le importa si estas fuerzas anti-islámicas son, en sí mismas contradictorias: ahí está para él la masonería (como expresión de los “rituales cristianos”), los judíos (enfrentados a los palestinos islámicos), los EEUU (que proclamaron la lucha contra el “terrorismo internacional”, especialmente de matriz islamista), los liberales (cuyos conceptos están enfrentados a los de la economía islámica), los armenios (masacrados por los turcos tras la I Guerra Mundial) y un largo etcétera.
Breivik, finalmente, entra en la masonería en 2008, pero seis años antes da la fecha de fundación de su orden neotemplaria con la que firma su manifiesto, por lo que es forzoso reconocer que para él su paso por la masonería, era puramente instrumental –acaso, como hemos dicho, para captar miembros para su orden, habida cuenta de la importancia que el Rito Escocés atribuye a los “grados templarios”, o acaso para inspirarse en sus rituales para crear el de su propia orden. Sea como fuere, no hay nada profundo en la presencia de Breivik en la masonería, ni por supuesto nada que comprometa a esta estructura en los atentados de Oslo y Utoya.
Resulta imposible atribuir a Anders Behring Breivik una inspiración masónica en su crimen.

c.– No era un neo–nazi
Algunos medios de comunicación se obstinarán en llamarle por tiempo indefinido como “neo–nazi” a pesar de que en los 1.500 de su manifiesto en muchísimas ocasiones sitúa al nazismo al mismo nivel que el comunismo o el Islam y lo considera como su tercer enemigo. Esto, por supuesto, no importa mucho a los constructores de la opinión pública que realizan el siguiente razonamiento: “el nazismo es el mal absoluto, Breivik ha realizado un atentado criminal incomprensible… luego Breivik es neo–nazi”. Razonamiento falaz donde los haya y que demuestran la pereza mental de ciertos comunicadores que no afrontan el coste temporal de leer los 1.500 folios de su manifiesto.
Breivik menciona en 30 ocasiones al nazismo en su manifiesto. En ni una sola ocasión lo hace de manera encomiástica. La principal crítica que hace al nazismo es el haber sido “amigo” de los árabes y ser “socialista”. Llega incluso a afirmar que el socialismo de los países nórdicos es altamente tributario del nacional–socialismo hitleriano. En la página 638 escribe: “Los nazis estuvieron, por lo tanto, económicamente a la izquierda, en comparación con muchos de los partidos obreros de Europa occidental en la actualidad”. Como Adolf Hitler declaró –Breivik lo cita- en 1927: "Somos socialistas, enemigos, enemigos mortales de la economía capitalista actual sistema con la explotación de los económicamente débiles, con la injusticia de los salarios, con sus evaluación inmoral de los individuos de acuerdo a la riqueza y el dinero en vez de la responsabilidad y el logro, y estamos decididos en todas las circunstancias para erradicar esta sistema". En la misma página denuncia que los socialistas suecos aplicaron en su país medidas eugenésicas antes de que el nazismo hubiera llegado al poder.
En su manifiesto, la palabra nazismo aparece siempre acompaña de una connotación crítica y negativa: ya sea por su “socialismo”, por el apoyo que prestó a los árabes, o, finalmente, por su real o supuesto anticristianismo. Breivik no es cristiano, pero considera que el cristianismo es “una herencia”. De ahí que cuando constituyó en 2.002 en Londres –o al menos eso es lo que dice en su manifiesto– la Orden Templaria de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, la hace “abierta a “los cristianos, cristianos–agnósticos y ateos–cristianos”, es decir, a todos aquellos que reconocen la importancia de las raíces culturales cristianas, “pero también a las judías e ilustradas”, así como a las “paganas y nórdicas” por oponerse a los verdaderos enemigos, el Islam y la inmigración.
En la página 1.162 dice: “Cuando alguien me pregunta si soy un nacional–socialista me siento profundamente ofendido. Si hay una figura histórica y líder germano al que odio es Adolf Hitler. Si pudiera viajar en una máquina del tiempo para Berlín en 1933, sería la primera persona en ir a ver con el propósito de matarlo. ¿Por qué? Ninguna persona ha cometido un crimen más horrible en contra de su pueblo que Hitler. Gracias a él, las tribus germánicas se están muriendo y pueden desaparecer por completo a menos que consigamos ganar dentro de 20–70 años”. De hecho, Breivik propone en varias páginas de su manifiesto una gran alianza de los pueblos nórdicos y los judíos para luchar contra el enemigo que le obsesiona, el Islam (véase página 1.163).
En tanto que “neo–templario” se muestra obsesionado por la “liberación de los Santos Lugares”. Escribe en página 1163: “Si verdaderamente amamos a nuestra tribu, las tribus nórdicas o cualquier tribu europea, debemos reconocer que Hitler es un traidor a Alemania y a todas las tribus europeas, NO es un héroe. Hitler tenía las capacidades militares necesarias para liberar a Jerusalén y la las provincias cercanas de la ocupación islámica. Fácilmente podría haber elaborado un acuerdo con el Reino Unido y Francia para liberar a los antiguos territorios cristiano–judíos con la propósito de dar a los Judíos de nuevo sus tierras ancestrales”, fragmento que, además nos pone en la pista de otro elemento que lo hace incompatible con el nazismo pero que se repite con cierta frecuencia en el texto: sus posiciones favorables al Estado de Israel y a la causa judía (que ya trataremos en otro lugar).
Para Breivik uno de los errores de Hitler fue el haber roto contra la tradición cristiana debido a su ideología político–religiosa “pro–semita” y “pro–israelí”. En la página 687 compara a Hitler con Stalin y con Saddan Husseim. En la página 712 afirma que el Holocausto estuvo inspirado en el genocidio armenio, cometido por islamistas turcos. Más adelante, en la página 805 escribe: “Hitler, Stalin y Pol Pot eran idealistas a su manera equivocada. Independientemente de sus intenciones torcidas todos son todos los asesinos en masa y deben ser tratados como tales”. En la página 1.261 considera que las juventudes socialistas son las “nuevas Hitler Jugend”… hasta el punto de que cabe recordar que su masacre tuvo como escenario un campamento de los jóvenes socialistas noruegos.
Sin duda, en los capítulos en donde más se percibe el alejamiento del autor del nazismo es en los relativos a la “orden neo–templaria” que constituyó. Escribe, por ejemplo, en la página 1.102: “El saludo militar de la PCCTS, los Caballeros Templarios es el saludo puño en alto. Consiste en levantar el brazo derecho con el puño cerrado (preferiblemente con un guante blanco). El puño simboliza la fuerza, el honor y el desafío contra el marxismo tirano de Europa, mientras que el guante blanco simboliza la pureza, el deber, el parentesco y el martirio. Utilizar el brazo derecho simboliza la tradición de la "Oposición de Derecha". Nuestro saludo militar no tiene nada que ver con el llamado "poder blanco" o con el "saludo romano" (Saluto Romano), con la palma de la mano y los dedos extendidos, a menudo conocido como el saludo de Hitler utilizado por los nacionalsocialistas”…
No nos resistimos a dar una última prueba de que Breivik, el asesino de Oslo distaba mucho de ser un neonazi. En la página 1097 el autor describe cómo es la insignia de “Caballero Justiciero”, uno de los grados de la orden neo–templaria que dice haber constituido en 2.002. Si traemos a colación este apartado es porque gráficamente resulta inapelable:
screenshot.2.png

La insignia, tal como puede verse en la ilustración que acompaña el texto de Breivik, como el mismo explica está compuesto por “una calavera blanca, marcada con los símbolos del comunismo, el Islam y el nazismo en la frente, junto a la cruz de los mártires clavada y sobre fondo es negro. La insignia de Caballero Justiciero Mayor ilustra nuestra lucha patriótica / oposición contra las tres ideologías de odio primario de nuestro tiempo: el Islam, Multiculturalismo (el comunismo) y el nazismo. La insignia de Caballero Justiciero Mayor se lleva en la parte superior izquierda brazo, mientras que la bandera nacional se lleva en la parte superior del brazo derecho. Nuestro uniforme militar con menciones, insignias y tarjeta de identificación deberán ser usados después de cualquier operación exitosa en los casos en que el Caballero Justiciar sobrevive”. A modo de curiosidad, el autor añade en una letra de cuerpo menor: “Pedí dos insignias a la Compañía de Arte Indio ([email protected]) que poseen una imagen de alta resolución en el archivo (nombre de archivo: daga y el cráneo). Las dos insignias me ha costado un total de 220 USD (150 USD para las insignias y otros USD 70 por Fedex gastos de envío)…
Esta obsesión por equiparar nazismo – comunismo – Islam estuvo presente a lo largo de los últimos años de Breivik. Así, por ejemplo, en el blog noruego http://www.document.no (que define como “blog noruego de derechas equivalente en contenidos a BrusselsJournal.com, GatesOfVienna.blogspot.com, JihadWatch.org o AtlasShrugs2000.typepad.com”, pág. 670), al que en los tres últimos años envió numerosos posts, aparece uno fechado el 17 de febrero de 2.010 en el que concluye: “El Islam ha conducido históricamente a 300 millones de muertes. El comunismo ha conducido históricamente a 100 millones de muertes. El nazismo ha conducido históricamente a 6–20 millones de muertes. Todas las ideologías de odio deben ser tratados igualmente”.
¿Todavía hay alguien que siga sosteniendo seriamente que Breivik es un neo–nazi?

El rostro de Breivik (I) | INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

Ya sé que es un poco tochito y tira para atrás, pero si has sido capaz de leertelo entero, te recomiendo que busques el resto de entregas (esta es la primera de cinco) en el blog:lol:


EDITADO POR MOD: La próxima vez que me postee un tocho así, metalo en spoiler, que no tengo yo la economía para permitirme desgastar la ruedecilla del ratón.
 
Breivik es declarado loco:

Breivik no es dueño de sus actos

Cuando alguien mata a 77 personas de una vez, se le llama asesino múltiple (siempre que sean en un mismo espacio de tiempo y en un mismo lugar).
Si los peritos consideraran un psicópata a Anders Behring Breivik, el asesino de Noruega, lo más probable es que su hábitat durante mucho tiempo fuere la cárcel, pero si los psiquiatras lo tildan de enfermo mental, el asesino ingresará en un psiquiátrico.
Y Breivik se librará de momento de la cárcel porque los expertos noruegos le han diagnosticado en un informe una enfermedad mental. Consideran que no es dueño de sus actos al creer que es un caballero templario que mató para salvar Noruega. Ahora, el informe entregado a la Corte de Oslo lo debe aprobar la Comisión de Medicina Forense de Noruega.
Según las pruebas, el ultraderechista y autor confeso de los atentados del 22 de julio en Noruega padece esquizofrenia paranoide. "No es responsable de su conducta", dice el psicólogo y forense, Bernat Nöel -que peritó al Asesino de la ballesta considerado un enfermo con esquizofrenia paranoide-.
Por este motivo un enfermo mental no puede cumplir el régimen penitenciario y "requiere de una serie de medidas de seguridad" en un psiquiátrico donde estará vigilado y en tratamiento psicofarmacológico.
Además, y según manifestó ayer la fiscal Inga Bejer Engh, una persona que comete un acto punible en estado psicótico no puede ser condenada a penas de cárcel, según un principio jurídico vigente en Noruega desde la Edad Media. Para Nöel, el hecho de que Breivik crea que es un caballero templario y que los asesinatos los definiera como "ejecuciones", "por amor a su gente", revela que "sufre un delirio y que cree que actuó para salvar a Noruega".
Estos pacientes acostumbran a tener una difícil vinculación con las terapias "porque son personas que desconfían de la gente y piensan que son ellas las que están enfermas", concluye.
¿Tiene cura?
Breivik no podría ser condenado por un tribunal porque si finalmente es considerado enfermo mental, dejará de ser imputable (la justicia noruega contempla penas máximas de 21 años de cárcel). Así, permanecería encerrado en un psiquiátrico hasta que los médicos lo consideren cuerdo. La Fiscalía destacó ayer que aunque Breivik se cure, podrían mantenerlo encerrado si se considera un peligro social. Pero, ¿su enfermedad se cura? Noël dice que el 33% de los pacientes con esta patología se curan, otro 33%, no, y el resto acaban sufriendo crisis puntuales.
El delirio de la grandeza
La Fiscalía de Noruega explicó ayer que Breivik actuó bajo un brote psicótico: "Él tenía la patología enmascarada y por una causa X la desarrolló", insiste el psicólogo clínico y forense Bernat Nöel. Para el experto, Breivik es un claro ejemplo de un hombre que sufre delirios de "grandeza y/o megalomaníaco porque se considera un caballero perfecto". A una persona con esta patología se le descubre haciendo pruebas pscicométricas para saber el grado de sinceridad y para saber si miente. El informe pisiquiátrico de Breivik consta de 243 páginas, fruto de 13 entrevistas de un total de 36 horas con él.
Las claves
1 22-J. Breivik hizo estallar un carro bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas, y después mató a otras 69 en la isla de Utoya, la mayoría asistentes al campamento de las Juventudes Laboristas.
2 Por Noruega. Horas antes envió por correo electrónico un manifiesto en el que explicaba que planificó los atentados.
3 Explicación. El ultraderechista justificó la masacre como un castigo a la socialdemocracia por "traicionar" al país "importando" musulmanes y para salvar a Europa occidental del islam.
4 16-A. Breivik será juzgado el 16 de abril independientemente del informe psiquiátrico. "La Corte decidirá si es dueño o no de sus actos", dijo la Fiscalía.
5 Renovar. Si lo declaran enfermo mental, la Fiscalía pedirá un tratamiento que podría ser "de por vida" aunque tendrá que ser renovado cada tres años.

Sociedad - Breivik no es dueño de sus actos - ADN.es
 
Os respondo mejor aquí.

Becerro de oro rebuznó:
En realidad creo que es imposible ser un militante anti-multiculturalista y anti-progre sin haber tenido experiencias traumatizantes con ellos (a mi affaire del bocadillo me remito :lol:).

Sí, lo del bocadillo tiene que marcar, es que es muy fuerte...
:lol:

Yo creo que lo que más me marcó fue darme cuenta de que ya no tenía un lugar al que volver, uno acepta vivir en la selva sabiendo que tras años en la trinchera uno puede volver a la civilización, pero un día se da cuenta de que mientras estaba en la selva, la civilización se convirtió en selva.

Becerro de oro rebuznó:
Yo hubiera ido por gente mas talludita: no a por los chavales, sino a por quienes les meten en la cabeza esas ideas teniendo los huevos negros.

hombre, con la bomba pretendió matar a la cúpula del partido, supongo que le salió mal, en la isla mató a gente por arriba de los 18, incluso un policía cincuentón. Pero es que los talluditos son más difíciles de matar, llámale tonto.

1984 reload rebuznó:
Déjese de gaitas señor Bailaré, este tío y el moro de Toulouse han cometido un gigantesco error estratégico: JAMÁS asesines niños y adolescentes (o ancianos que también da mal rollo). Punto pelota.

O mujeres, o maricones, o bobos...joder, qué dificil es matar correctamente

mecagoenSatán rebuznó:
Viendo su actuación en el juicio, me ha parecido poco más que un actor interpretando su personaje hasta el final. Que si el multiculturalismo es malo, que si bla, bla, bla...vamos, lo mismo que decía en su manifiesto. Parece como si quisiera reincidir en la idea y que los inocentes espectadores en su subconsciente relacionen instintivamente "oponerse al multiculturalismo=terrorismo asesino genocida".

Ha yorado al ver su video, que nadie le acuse de no ser un chico sensible
 
¿Anarcoterrorismo? De verdad que no sé cómo podéis apoyar algunos ese modus operandi tan lamentable :face:

Venga ya, que eso no funcionó en el siglo XIX y ahora menos. Hechos como éste sólo favorecen a los multiculturetas para que puedan presentar a sus adversarios como unos dementes. Unas cuantas tonterías más como ésta y podemos prepararnos para la reacción. Por lo pronto Torbe echaría el cierre a este foro, porque en las duchas de la cárcel le tocaría a él hacer el papel de putilla...
 
BAILARÉ SOBRE TU TUMBA rebuznó:
O mujeres, o maricones, o bobos...joder, qué dificil es matar correctamente

Hombre, se supone que el atentado buscaba un objetivo y ha conseguido el objetivo contrario, en vez de "despertar" la conciencia nórdica la ha aplastado y cercenado aún más...

A) Es gilipollas perdido y no sabe por donde le pega el aire.

B) Esta como un cencerrro y ha volcado su odio y frustración sobre los progretas en vez de volcarlo sobre las mujeres como los psicopatas corrientes.

C) Lleva kipa en la intimidac (pero si así fuese ya le habrian suicidado)

D) todas las anteriores.

Me inclino por la B
 
1984 reload rebuznó:
Hombre, se supone que el atentado buscaba un objetivo y ha conseguido el objetivo contrario, en vez de "despertar" la conciencia nórdica la ha aplastado y cercenado aún más...

A) Es gilipollas perdido y no sabe por donde le pega el aire.

B) Esta como un cencerrro y ha volcado su odio y frustración sobre los progretas en vez de volcarlo sobre las mujeres como los psicopatas corrientes.

C) Lleva kipa en la intimidac (pero si así fuese ya le habrian suicidado)

D) todas las anteriores.

Me inclino por la B

¿C no incluiría por sí misma A y B ?
 
Montante rebuznó:
¿C no incluiría por sí misma A y B ?

Claro. Todos los judíos son gilipollas y unos frustrados que vuelcan su odio en las mujeres.

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Ahora que lo dices no vas desencaminado del todo, no.
 
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